Realmuto no ha olvidado a los Marlins, pero su recuerdo es doloroso en noche de mucha lluvia
Cuando se apaguen los ecos de la temporada para Miami se podrá ver con calma el gran problema. No es que ahora deje reconocerse a la ofensiva o, mejor dicho, la ausencia de esta, como la mayor responsable del pésimo 2022, pero es que ahora mismo no hay respuesta alguna.
Ciertamente, Braxton Garrett no estuvo en noche de gala ni mucho menos en su salida el martes, pero de la manera en que los Marlins esconden los maderos, solo alguien con el talento enorme de Sandy Alcántara puede salir ileso con una buena faena en el montículo.
Los peces solo pudieron sumar cinco imparables en la derrota 4-1 en Filadelfia ante Zach Wheeler y un grupo de relevistas en un juego que en par de ocasiones se vio detenido por la lluvia, pero que cuando volvió a reanudarse no trajo ninguna alegría a los visitantes.
No es que los Filis hundieran a Miami con un ataque potente, porque después de todo pegaron ocho indiscutibles, pero tres de ellos fueron imparables que costaron mucho: un cuadrangular y un doble de Realmuto que remolcaron carreras, y otro palo de vuelta entera de Jean Segura.
Realmuto se ha convertido en una espina para su antiguo equipo, pero no cabe duda de que los Marlins son sus peores enemigos con su incapacidad para generar anotaciones, algo que se ha convertido en una enfermedad endémica en las últimas contiendas.
JJ Bleday conectó un jonrón solitario al jardín derecho, el segundo cuadrangular de su carrera en las Grandes Ligas, en la cuarta entrada para provocar la única carrera del juego de Miami que ahora presenta récord de 49-60 y no da indicios de reacción en los últimos dos meses de la temporada.
El juego tuvo dos retrasos separados, cada uno de aproximadamente media hora. El primer lanzamiento llegó a las 7:37 p.m. después de que originalmente estaba programado para comenzar a las 7:05 p.m. El segundo retraso sucedió a las 9:59 p.m., con Brandon Marsh, de los Filis, en su turno al bate contra Richard Bleier.
Se reanudó nuevamente a las 10:27 p.m. Este fue el segundo juego consecutivo que los Marlins tuvieron que lidiar con un retraso por el clima.
El final de su serie contra los Cachorros de Chicago en Wrigley Field el domingo, una victoria de 3-0, se retrasó 56 minutos debido a la lluvia.