Real Madrid, de vacaciones: de la tristeza de Ramos a los errores tácticos de Zidane en Manchester

Al igual que en Turín, buena parte de Madrid se entristeció con la eliminación de Real Madrid de la Champions League. En la Casa Blanca no habrá movimientos drásticos como la salida de Zinedine Zidane del banco de suplentes, salvo que el propio francés elija otro destino deportivo, algo que aparece como improbable.

Pero más allá de la derrota con Manchester City que lo eyectó del máximo certamen europeo, el campeón español dio un paso atrás en su progresión como equipo. Y su entrenador cometió errores que, cuando cierren los libros contables, se traducirán en millones de euros.

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Real Madrid capituló en Manchester por dos errores decisivos del francés Raphael Varane. Parte de la explicación de esos fallos estuvo en la platea del Etihad Stadium: de impecable traje, Sergio Ramos, capitán y máximo referente de la defensa blanca vio cómo su compañero de zaga tenía uno de los peores rendimientos de toda su carrera. Está claro que Militao, el brasileño que compartió la última línea con Varane, no es Ramos. Y también parece ineludible que el francés necesita un guía.

Tras la eliminación, Ramos se transformó en una especie de vocero del plantel madridista y, a través de sus redes sociales, se dirigió a los hinchas para intentar explicar la derrota de Manchester. "Acaba una temporada atípica y extraña, muy dura para todos. El sabor es agridulce porque somos el Real Madrid y estamos obligados a ganarlo todo. Hay que dar mérito a la Liga, y más a una tan excepcional, y a la Supercopa, pero nos vamos tristes por la eliminación de la Champions", comienza Ramos en su hilo publicado en Twitter.

Sergio Ramos, sobre la caída en Manchester

De cualquier manera, y más allá de las bajas actuaciones individuales que propiciaron la derrota de Real Madrid, la muñeca de su entrenador no apareció en el partido que más lo necesitó. La previa del partido ya estaba enrarecida con la decisión de Gareth Bale de quedarse en España (mientras sus compañeros se concentraban en Manchester, él jugaba al golf en la capital ibérica, como mostró la TV). Pero Zidane decidió no darle minutos a Vinicius y encomendarse a Rodrygo, por ejemplo.

Tampoco se explica, como bien publica el diario Marca en su edición digital, la tardanza del entrenador francés en cambiar el módulo táctico cuando se estaba quedando afuera de Europa. Un cambio de nombres (Asensio por Rodrygo) a los 16 minutos del segundo tiempo. Y a esperar. Hasta que faltando siete minutos para que la eliminación se concrete, tres cambios de un saque. Y uno de ellos, Federico Valverde. A jugar de mediocampista derecho. Lejos de su zona de influencia: la mitad de la cancha.

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¿Qué fue de Valverde desde el reinicio del fútbol en España? El exmediocampista de Peñarol agradecerá que haya terminado la temporada para compartir tiempo con su familia (fue papá hace poco junto a su pareja, la periodista argentina Mina Bonino) y volver a ser la referencia blanca en la mitad de la cancha. El mejor compañero para Casemiro. El músculo del Real Madrid. Tanto, que media Europa hablaba de él.

A Real Madrid, tanto como a Juventus, el título de campeón de liga (o de Supercopa) puede parecerle un premio consuelo cuando apuntaban a quedarse con la copa orejona de la Champions. Pero los blancos saben que fueron a remolque de Barcelona en LaLiga y gracias a su sprint final pudieron quedarse con el torneo doméstico. Ese esfuerzo pudo haberle consumido toda la energía. Señal de que no es un equipo inmortal, como pretende serlo. Señal de que Zidane tiene mucho trabajo por delante. Y ya sabe que habrá dos jugadores del plantel que están más afuera que adentro para la próxima temporada: el colombiano James Rodríguez y el galés Gareth Bale.