Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Rarezas médicas: Las sorpresas que se pueden expulsar en un ataque de tos

La tos definitivamente no puede calificarse como una de las rarezas de la medicina. Es un acto reflejo para eliminar material de las vías respiratorias y proteger a los pulmones de partículas inhaladas. Pero la literatura científica ha mostrado moldes anatómicos extraordinarios de las vías respiratorias superiores expulsados en ataques de tos. (Getty images)

Las imágenes de rarezas de la medicina clínica que publican las revistas especializadas son escalofriantes para las personas ajenas a la patología.

Sólo tenemos que repasar las fotografías de la prestigiosa publicación New England Journal of Medicine para constatar el deterioro que causan las fracturas, infecciones, tumores o deficiencias vitamínicas en algunos organismos. Y les aseguro que si son personas nerviosas, los espeluznantes casos podrían quitarles el apetito o el sueño.

Antes de la explosión de internet, sólo los estudiantes y especialistas tenían acceso a los costosos libros de medicina que explicaban el origen y desarrollo de las enfermedades que impactaban agresivamente al cuerpo humano. Aunque también era posible ver algunos órganos deformados o partes de cadáveres, conservados en recipientes de vidrio con formol, en los museos de ciencia.

Pero el interés del público ha cambiado y los prejuicios sobre las enfermedades también.

El Museo de Patología del University College de Londres, por ejemplo, tiene una exhibición permanente con unas 6.000 muestras anatómicas patológicas. A sus salas acuden científicos, estudiantes, curiosos y también personas con enfermedades propias o en su entorno familiar, con el objeto de comprender y aceptar mejor lo que les sucede.

El coágulo perfecto

Pero no hace falta vivir en Inglaterra para hacer seguimiento a los casos más extraños. Los expertos comparten sus hallazgos en las redes sociales y los usuarios responden con un interés inusitado.

Una de esas imágenes memorables es una estructura ramificada roja que pudiera haber pasado por un arrecife coralino si hubiese sido publicada en la cuenta del World Wildlife Fund. Pero no se trata de un ser marino sino de un coágulo completamente intacto de sangre humana de unos 13 centímetros de la forma exacta del árbol bronquial derecho, una madeja de tubos y conductos que son indispensables para conducir el aire desde las vías respiratorias superiores hasta los pulmones.

Lo asombroso es que un paciente lo expulsó al toser entero, en una sola pieza. Sus médicos, atónitos, no podían comprender cómo un grumo de ese tamaño pudo salir sin partirse del paciente de 36 años que se encontraba en estado de gravedad.

Georg Wieselthaler, cirujano neumólogo del hospital de la Universidad de California e San Francisco, dijo a la publicación The Atlantic, que el paciente fue admitido inicialmente a la unidad de cuidados intensivos con un severo ataque cardíaco difícil de superar. Su nombre fue mantenido en el anonimato para preservar su privacidad.

El experto conectó rápidamente al paciente a una máquina diseñada para ayudar a mantener el flujo sanguíneo en el organismo. Pero el tratamiento de corazón asistido debe ser acompañado con anticoagulantes para licuar la sangre y evitar que se formen coágulos que pueden provocar complicaciones como trombosis, ictus e infartos.

Pero sus vías aéreas comenzaron a filtrarse.

Gavitt Woodard, una cirujana cardiovascular del mismo hospital universitario, dijo que el paciente no respondió satisfactoriamente al tratamiento y tenía una hemorragia interna que facilitó la formación de coágulos. Los tosió durante días, pero inicialmente eran pequeños trozos cilíndricos de sangre, que se asemejaban a gusanos.

Pero la situación continuó empeorando, el sangramiento eventualmente llegó al sistema pulmonar e inundó el árbol bronquial derecho. La tos continuó hasta que, en un esfuerzo profundo, el paciente escupió un extraño coágulo enmarañado. Cuando Wieselthaler y su equipo lograron desplegar la materia y extenderla sobre un paño quirúrgico encontraron que la arquitectura de las vías respiratorias se preservó de manera tan perfecta que fueron capaces de identificarla de inmediato como el árbol bronquial derecho por el número de bifurcaciones y su alineación.

“Estábamos sorprendidos. Es una curiosidad que no te podrías imaginar. Es decir, es algo muy, muy raro, aunque ha sido descrito antes”, dijo Wieselthaler.

Curioso pero no único

The Journal of the American Medical Association publicó en 1926 el caso de una mujer de 34 años que fue admitida al Hospital Municipal de Rochester con una infección de las vías respiratorias y tosió un largo pedazo de membranas que fueron identificadas como un molde de su tráquea, ambos bronquios y varios bronquiolos.

Y la Revista Europea de Cirugía Cardiotorácica publicó en septiembre de 2005 una foto de un molde más pequeño de un árbol bronquial de una mujer embarazada de 25 años, que desarrollo una trastorno que impedía el funcionamiento de su sistema de coagulación. La paciente se recuperó y fue capaz de parir un bebé sano.

La mujer con la infección respiratoria de la década de 1920 no tuvo tanta suerte porque nació antes de la creación de la vacuna contra la difteria y murió de complicaciones de su enfermedad.

Una explicación médica de la expulsión de moldes exactos de las estructuras interiores es el padecimiento de una condición principalmente pediátrica llamada bronquitis plástica, que es un desorden del flujo linfático asociado a enfermedades cardíacas y pulmonares, que causa la acumulación de fluido linfático en las vías aéreas. Ese líquido luego se endurece y se vuelve gomoso, lo que permite que tome la forma de las estructuras anatómicas internas y luego sea expulsado con la tos.

También los asmáticos pueden acumular tacos de moco endurecidos en sus vías aéreas por la deshidratación y la constricción bronquial. Muchas veces esa materia es expulsada durante los ataques de asma.

Pero los casos de la joven madre y del hombre de California son mas difíciles de explicar porque son moldes internos formados exclusivamente de sangre. La sangre coagulada es menos resistente y pegajosa que el líquido linfático o el moco y por eso no es tan sencillo comprender por qué esas réplicas de los árboles bronquiales no se despedazaron durante su expulsión en un violento ataque de tos.

Wieselthaler cree que la respuesta tiene que ver el fibrinógeno, una proteína que forma parte del plasma sanguíneo que actúa como el “pegamento” de los coágulos al atrapar a las plaquetas hasta formar una masa.

La infección que tenía en paciente de Wieselthaler agravó su condición cardíaca y causó una mayor concentración de lo normal de fibrinógeno en la sangre. El médico cree que es posible que la sangre que se filtró a sus vías respiratorias era particularmente gomosa y fue capaz de salir intacta luego de atravesar el accidentado trayecto desde los bronquios, la tráquea hasta la boca.

Wieselthaler explicó que aunque el paciente se sintió aliviado inmediatamente después de expulsar la sangre espesa que taponeaba sus bronquios, para los expertos fue una clara señal de la gravedad de la situación. Los médicos hicieron todo lo que estuvo a su alcance para detener el sangramiento pero su sistema cardiovascular estaba demasiado debilitado y murió una semana después.

La imagen publicada por Wieselthaler y Woodard no pretenden hacer leña del árbol caído, exponiendo los detalles de un paciente mortalmente enfermo.

Su deseo es mostrar una réplica de una parte del cuerpo que todos poseemos, una obra maestra biológica que todos tenemos en nuestro interior. Su objetivo fue mostrar la extraordinaria belleza de la anatomía humana, más allá de la enfermedad.

Fuentes: The Atlantic, The Mercury News, UCL.

También te puede interesar:

(VIDEO) Body Worlds: Asombroso viaje hacia el interior del cuerpo humano