Rana negra de lluvia: la especie de piel rugosa y aspecto ovalado que parece una "palta enojada"

Con llamativos parecidos entre las distintas especies, la naturaleza nos sorprende una y otra vez. De forma ovalada, piel rugosa y con un color verde oscuro, la rana negra de lluvia se asemeja a una palta enojada. Pero más allá del parecido con la fruta comestible, hay distintos detalles que hacen de este diminuto anfibio un animal por demás llamativo.

Su nombre científico es Breviceps fuscus y la especie proviene del Cinturón de Pliegues del Cabo, en Sudáfrica. En la adultez, los ejemplares alcanzan un tamaño que oscila entre los 40 y 51 milímetros. Si se ve amenazada o percibe algún tipo de peligro, la rana negra de lluvia posee un particular mecanismo de defensa.

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Para evitar se atrapada, infla su cuerpo mientras excava. De esa manera, la rana negra de lluvia puede evitar que algún predador la ataque o pueda removerla de su madriguera. Además, este anfibio tiene una gran habilidad para cavar túneles de hasta 1,5 metros de profundidad.

En su desarrollo, la rana negra de lluvia hizo una adaptación propicia para la conservación de la especie. Durante la época de apareamiento los ejemplares hembra segregan una sustancia viscosa para que durante el acto sexual los ejemplares machos no se caigan.

Otra de las características peculiares de la especie tiene lugar durante el tiempo de incubación. Para proteger los huevos, que pueden llegar hasta 40 unidades por nido, los ejemplares macho permanecerán en la madriguera y emitirán chirridos pequeños.