Rajoy pasa a la Historia por la puerta de un juzgado

Por Inmaculada Sanz MADRID (Reuters) - Mariano Rajoy se convertirá el miércoles en el primer presidente del Gobierno español en el cargo que comparece ante un tribunal de Justicia, al declarar como testigo en uno de los principales casos de corrupción destapados en España en las últimas décadas. Tras rechazarse su petición de declarar por videoconferencia, Rajoy acudirá a la Audiencia Nacional, ante la cual está obligado a decir la verdad sobre qué sabía de los primeros años de la trama Gürtel (1999-2005), un caso que ha salpicado al Partido Popular y ha derivado en una investigación de las cuentas de la formación. En su condición de testigo, el jefe del Ejecutivo tendrá que responder a todas las preguntas que se le formulen, incluidas las relativas a la presunta financiación irregular del PP al haber ocupado los cargos de vicesecretario (1990-2003) y secretario general (2003-2004). Desde Moncloa y el PP consideran innecesaria la declaración del presidente del Gobierno, que dice afrontar "muy tranquilo" y que se ha preparado a conciencia en los últimos días puesto que se trata de hechos que se remontan a hace casi 15 años. "Rajoy no era líder de campaña ni tenía funciones de dirección ni económicas en el partido, pero va a colaborar", dijo Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP, en rueda de prensa el lunes. La formación conservadora, que tiene a varios ex altos cargos imputados, está personada en la causa como responsable civil a título lucrativo en un juicio en el que hay 37 personas sentadas en el banquillo desde octubre pasado. Dada la condición de presidente de Rajoy, la sede de la Audiencia Nacional reservada para grandes juicios en San Fernando de Henares estará rodeada de fuertes medidas de seguridad desde primera hora de la mañana del miércoles, cuando hay convocada una concentración del movimiento "Rodea el Congreso". EL PP NO PREVÉ MÁS DESGASTE El PP insiste en que Rajoy desconocía lo ocurrido en los ayuntamientos de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, las dos localidades madrileñas que son el centro de la investigación, iniciada a raíz de una denuncia de un político del PP en 2007. Ambos consistorios se financiaron presuntamente gracias a la trama que encabezaba el empresario Francisco Correa, que asegura que repartió también comisiones de empresarios al extesorero del PP Luis Bárcenas, también imputado en el caso, a cambio de mediación para contrataciones públicas. El extesorero, que se enfrenta a una pena de hasta 42 años, declaró durante el juicio que la formación conservadora tuvo una contabilidad no oficial, pero negó pagos irregulares. Si es preguntado al respecto, es previsible que Rajoy intente mantener el argumento ya esgrimido de que fue él quien cortó los vínculos con las empresas de Correa cuando en 2004 asumió la dirección del Partido Popular, cargo que aún mantiene. Desde el partido no creen que la declaración provoque más desgaste del ya sufrido en los últimos años, que ha contribuido a la pérdida de la mayoría absoluta de la que el PP disfrutó en la anterior legislatura (2011-15) y a una nueva caída en los sondeos electorales recientes. "Los asuntos de corrupción continuarán poniendo techo a las aspiraciones electorales del PP", dijo el analista de Teneo Intelligence Antonio Barroso en un comunicado. "Aunque a Rajoy debería beneficiarle el fuerte rebote económico, el partido en el poder ha ido perdiendo apoyos en los sondeos recientemente, lo que supone un recordatorio de que la capacidad del PP para obtener una mayoría cómoda en el Parlamento se verá limitada si no hay un relevo significativo en la dirección del partido", añadió.