El régimen talibán también provoca retrocesos en la educación de los niños en Afganistán

Niños afganos asisten a sus clases en una escuela de la aldea de Babro, en el distrito de Arghandab.
Niños afganos asisten a sus clases en una escuela de la aldea de Babro, en el distrito de Arghandab. - Créditos: @JAVED TANVEER

KABUL.- El régimen de los talibanes en Afganistán, condenado por la comunidad internacional por privar de educación secundaria y universitaria a las mujeres, también está provocando “daños profundos” en la educación de los niños y hombres, que padecen castigos corporales en las escuelas, jornadas reducidas por la ausencia de maestras y un retroceso en la calidad educativa, según advierte un nuevo reporte de Human Rights Watch.

“Los esfuerzos de los talibanes por ampliar el control social rehaciendo la sociedad en todos los niveles no se limitan a dominar las vidas las mujeres y niñas. También realizaron cambios radicales, aunque menos visibles, en el sistema de educación para niños y hombres. Estos cambios también tendrán efectos profundamente dañinos y de largo plazo para la población y el futuro de Afganistán”, detalla el estudio de 19 páginas publicado este miércoles.

Los niños asisten a sus clases en la escuela Istiklal de Kabul
Los niños asisten a sus clases en la escuela Istiklal de Kabul - Créditos: @BULENT KILIC

Desde su regreso al poder en agosto de 2021 tras un operativo relámpago en el que lograron tomar la capital del país, los talibanes se han enfocado en restringir casi por completo a las mujeres y niñas de la vida pública, incluido el acceso a la educación, una problemática que ha recibido la condena masiva de la comunidad internacional. Estas medidas han generado “efectos adversos” en la educación de los niños en edad de secundaria, lo que requiere de mayor visibilidad, de acuerdo a la organización de derechos humanos.

PUBLICIDAD

A fines de septiembre de 2021, el régimen de los talibanes privó a las mujeres del acceso al trabajo. Esto impactó no solo a las mujeres que trabajan en escuelas para niñas - que luego fueron cerradas-, también a las docentes que impartían clases en establecimientos para niños, causando “una disrupción importante en la educación de muchos estudiantes que antes recibían clases de profesoras”.

Mientras que en algunas escuelas en provincias marginadas las maestras han sido reemplazadas por maestros o por hombres con apenas educación secundaria, en otras, como Kabul, “la situación es aún peor y no ha habido reemplazos, lo que deja a algunos estudiantes literalmente sentados en clase sin maestro”, puntualiza el reporte.

El plan de estudios de las escuelas ha sido modificado por los talibanes “para eliminar materias escolares importantes y promover la discriminación”, afectando a la calidad educativa.

Ya no entiendo la diferencia entre mi escuela y nuestra mezquita local. Nos faltan profesores profesionales que nos enseñen materias importantes como física, informática y química”, comenta un niño a la organización.

Además, estudiantes y sus familias relataron a Human Rights Watch que desde la llegada de los talibanes al poder, “el uso de castigos físicos ha aumentado en las escuelas”.

ARCHIVO - Un salón en una escuela hazara chií se ve vacía en Kabul, Afganistán, el domingo 31 de julio de 2022.  (AP Foto/Ebrahim Noroozi, Archivo)
ARCHIVO - Un salón en una escuela hazara chií se ve vacía en Kabul, Afganistán, el domingo 31 de julio de 2022. (AP Foto/Ebrahim Noroozi, Archivo)

“Los estudiantes dijeron que los funcionarios escolares utilizaron humillaciones, palizas, bofetadas y azotes en los pies durante las asambleas matutinas como formas de disciplina”, advierte el estudio.

PUBLICIDAD

El maltrato en las escuelas, combinado con los profundos problemas económicos y la crisis humanitaria que experimenta el país, que impide a las familias adquirir los útiles escolares o pagar el transporte a la escuela, ha provocado una disminución significativa en la asistencia a clase.

“Esto ha dejado a los niños luchando con problemas de salud mental como ansiedad y depresión en un contexto donde es muy difícil obtener servicios de salud mental”, apunta Human Rights Watch.

“No tengo ningún interés en terminar la escuela secundaria”, dice Sadiq T, un estudiante de último año en Kabul. “Traen a una persona que no tiene conocimientos ni experiencia para que nos enseñe física y química. Este es un año crucial para nosotros y no podemos prepararnos para los exámenes de acceso a la universidad con profesores tan analfabetos”.

Human Rights Watch realizó el reporte en base a los testimonios de 22 alumnos que asisten a diversos grados de la secundaria y padres de distintos niños en edad escolar en ocho provincias diversas en términos étnicos y que cubren la mayor parte del país.