Quiero que la Virgen nos dé fortaleza para seguir: peregrino

Juan Carlos Cortés y Jorge Medellín

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 13 (EL UNIVERSAL).- Desde agradecer por haber sobrevivido a un secuestro, hasta pedir para que mejore la situación en Haití y que no regrese el Covid-19, es el mosaico de oraciones que motivó a más de 11 millones de peregrinos que acudieron este 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe.

A las puertas del templo mariano, una mujer con rosario en mano y llorando, llegó para dar gracias por su vida a la morenita. Ella es de Colombia, y este año fue secuestrada por 12 días.

"Nunca lo denuncié, porque me pueden matar". Asegura que fue salvada por la Virgen de Guadalupe. "Es algo que jamás se me va a olvidar, pero sé que ella me salvó y se la debo", comentó la mujer que pidió omitir su nombre por seguridad.

Otras que acudieron fueron Carmela y Rose Marie, hermanas de origen haitiano, que viven en Nueva York, pero procuran venir a México cada 12 de diciembre por dos motivos: pedir protección para su país natal y vivir la devoción.

Frente al atrio, a unos metros del padre, Juana Piña rezó casi una hora para pedir que su enfermedad del corazón mejore y agradecer por la salud de su hija Martina, quien fue operada este año por dos tumores en el cerebro: "Le abrieron la cabeza y en la operación perdió su ojo, pero estamos las dos aquí para darle gracias por habernos ayudado".

Alma Guadalupe visitó la Basílica, desde Chalco, con la foto de su madre Martha en brazos. Ellas venían cada año para darle gracias a la Virgen, pero Martha murió de Covid, y ahora, la principal petición de Alma y su familia es que esta enfermedad no regresé. "Quiero que nos dé la fortaleza para seguir sin ella".

Aprovechan para visitar la casa de Juan Diego. El manantial sagrado de la casa prehispánica de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin prevalece y brota bajo los vestigios centenarios de El Cerrito, que es custodiado por pobladores, clérigos y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sitio que forma parte del acontecimiento guadalupano, que data de entre los siglos 15 y 16, señaló el cronista Jorge Rodríguez Fragoso.

El manantial de agua cristalina emana del suelo, bajo los muros de lo que fueron las viviendas prehispánicas de San Juan Diego y de su tío Juan Bernardino, construidas hace más de 500 años.

Los fieles vienen con sus botellitas y se las llevan para sus casas para bendiciones y uso particular, indicó el cronista, además de que el agua también se vende embotellada en la tienda del santuario. Muchos fieles le atribuyen atributos que les ayudan a superar enfermedades y algunos males.

Con misa, piden paz y justicia en el país. En el marco de los 491 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe se llevó a cabo la Misa de las Rosas ante miles de fieles, luego de dos años de restricciones sanitarias por la pandemia del Covid-19.

El arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, celebró la Misa de las Rosas en la Basílica de Guadalupe, en donde pidió a la virgen que México camine en la reconciliación, en la justicia y en la paz.

Resaltó que ojalá con ello superemos las polarizaciones y las confrontaciones, que nos dividen y logremos edificar el México que ella desea, una sociedad que se reconoce como su familia. "Pidámosle que nos ayude a generar esta conciencia", dijo el prelado.