Todos quieren oír y verse como los Guns N' Roses

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 22 (EL UNIVERSAL).- Muchos quieren lucir como Axl Rose y Slash, vocalista y guitarrista de la banda de hard rock Guns N' Roses. No hace falta buscar mucho para encontrar entre los asistentes a su concierto los sombreros clásicos de Slash y los paliacates del cantante.

Así es como sus fans mexicanos los recibieron para el show, que la noche de este viernes los llevó al Estadio Ciudad de los Deportes en la Ciudad de México.

"Venimos en personaje. Somos muy fans, mi hijo lo agarró de mí, estamos muy contentos de compartir esto", compartió Juan Manuel caracterizado de Axl, junto a su hijo, de Slash.

El recinto lució a medio llenar cuando la banda integrada por los fundadores Axl, Slash y el bajista Duff McKagan, así como el guitarrista Richard Fortus, el baterista Frank Ferrer y las tecladistas Dizzy Reed y Melissa Reese subieron al escenario para interpretar "It's so easy".

La voz de Axl ya no es la misma que desde los 80 conquistó al público, por lo que optó por cantar en tonos más graves.

"¡Hola!", es lo único que necesitó decir para hacer que todos gritaran después de él.

La banda regresó luego de dos años de su último show en la Ciudad de México, cuando en marzo de 2020 fueron los headliners del festival Vive Latino. Ahora, vuelven con un mensaje que queda claro en el nombre de su gira: We're f'n' back tour!

A 20 minutos de iniciado el show, el estadio lució lleno y listo para corear uno de sus temas ícono: "Welcome to the jungle", en el que Slash se permitió jugar con su guitarra.

"¿Sabes dónde estás? ¡Estás en la jungla, bebé!", gritó Axl, quien ya entrado en calor comenzó a cantar más agudo y con sus característicos gritos.

"Live and let die" fue de los temas más aplaudidos junto a "Shadow of your love" y "You could be mine".

Entre animaciones de calaveras, armas y hasta figuras mitológicas llegaron canciones como "Attitude" (cover de Misfits), "Hard skool" y "Civil war", en la que todos encendieron sus celulares para acompañar la música, que empezó con la imagen de la bandera ucraniana.

En las cerca de dos horas de concierto que ofrecieron, la banda regaló a sus fans interpretaciones clásicas de su carrera como "Sweet child o' mine", "Patience" y "November rain".