Quién fue Li Qingzhao, “la mujer más talentosa de la historia” china

Li Qingzhao fue una poeta china del siglo XII, conocida por su excepcional talento literario y su resiliencia ante la adversidad durante los conflictos políticos de la dinastía Song.

Los visitantes observan un robot de inteligencia artificial que smula a la poeta de la dinastía Song, Li Qingzhao, durante la 4ta Cumbre de China Digital en el Centro Internacional de Exposiciones y Conferencias del Estrecho de Fuzhou el 26 de abril de 2021 en Fuzhou, provincia china de Fujian. (Foto de Yang Enuo/VCG vía Getty Images)
Los visitantes observan un robot de inteligencia artificial que simula a la poeta de la dinastía Song, Li Qingzhao, durante la 4ta Cumbre de China Digital en el Centro Internacional de Exposiciones y Conferencias del Estrecho de Fuzhou, el 26 de abril de 2021, en Fuzhou, provincia china de Fujian. (Foto de Yang Enuo/VCG vía Getty Images)

Li Qingzhao es considerada la mujer más talentosa de la historia china.

Su mente prodigiosa, que le permitió ser elogiada siglos más tarde como la mejor poeta china de todos los tiempos, también le costó constantes fricciones y enfrentamientos en la sociedad feudal en la que nació en 1084.

En una época en la que no tener ningún talento era una virtud para una mujer, Li no sólo tenía un don especial para leer y escribir, sino que también le gustaba beber, apostar, coleccionar oro y piedras preciosas, además de ser extremadamente hábil en todo tipo de juegos.

A los 17 años, Li ya era una escritora reconocida. En la madurez, aprendió a transformar las duras experiencias que le tocó enfrentar en metáforas de extraordinaria belleza. Iconoclasta por naturaleza, criticaba la corrupción política del gobierno a través de impecables versos que los académicos más importantes de la época no se atrevían a refutar.

Li nació en una familia de eruditos literarios en lo que es hoy la ciudad de Jinan, en la provincia oriental de Shandong, junto al Mar Amarillo. Se casó a los 18 años con Zhao Mingcheng, quien también era erudito y escritor para formar una pareja dichosa que compartía la pasión por la literatura y el arte.

Escribió un amoroso relato de su vida conyugal en el epílogo del libro Registro sobre metal y piedra, una rara y hermosa autobiografía en la que Li revela tres aspectos de su personalidad: la hija de una familia noble, la esposa de un funcionario civil y la erudita.

Expertos han señalado que la riqueza, idoneidad y exquisitez del lenguaje del epílogo de Registros sobre Metal y Piedra lo han convertido en un hito dentro de la historia biográfica china.

Años convulsos

La vida idílica que construyó junto a su marido terminó con la invasión de los Jurchen de 1125. Huyeron de los bárbaros del norte con carretas llenas de libros. Pero, con el paso del tiempo, su preciada biblioteca quedó reducida hasta quedar con tan solo dos tomos maltratados, "que atesoraba como si fueran mi vida misma", como escribió en su epílogo.

Su marido pasó largos períodos lejos de ella sirviendo al emperador hasta que murió de agotamiento a los 49 años, dejándola sola y sin hijos.

Li Qingzhao pasó gran parte de los veintitantos años restantes de su vida vagando de un lugar a otro, tratando de mantener su colección de objetos de arte y ganándose la vida vendiendo algunos de sus artículos amados.

Su poesía está claramente dividida en sus experiencias antes y después de la muerte de su marido. Los poemas dedicados a su vida matrimonial muestran un mundo despreocupado de lecturas, bebida y viajes. Las obras posteriores reflejan su estado mental atribulado, provocado por su incertidumbre personal y el caos en su país. Cuando menciona la bebida estos últimos versículos, es sólo como un medio para evitar la depresión y la ansiedad.

La búsqueda de la estabilidad la llevó a casarse nuevamente con Zhang Ruzhou, un funcionario de Linan. Pero la unión resultó un estrepitoso fracaso. Ruzhou mostró su verdadera naturaleza después de las nupcias al golpearla y tratar de destruir las primeras colecciones de Li Qingzhao y Zhao Mingcheng.

Las leyes del momento ofrecían dos años de prisión para la esposa que denunciara a su marido, aunque las acusaciones estuvieran justificadas y el hombre fuera culpable.

Li se atrevió a pedir el divorcio tres meses después de casarse y a denunciar al segundo marido por inventar su participación en el examen imperial indispensable para obtener un puesto de funcionario, además de acusarlo de ser una persona violenta. Fue detenida y liberada tiempo después.

Una mujer tan poco ortodoxa como Li Qingzhao terminó al margen de la sociedad. Aunque su talento nunca fue cuestionado, una mujer que buscaba inspiración caminando sola por las murallas de la ciudad durante las tormentas de nieve era completamente incomprendida y criticada por no adaptarse a las recatadas normas exigidas a una mujer de la Dinastía Song.

Aunque la leyenda dice que fue condenada al ostracismo después de su divorcio, las continuas invitaciones para presentar poemas en la corte sugieren que conservó al menos cierto estatus por su altura literaria.

No se sabe bien cómo pasó sus últimos años. Según el poeta Chao Gong Wu, “vagó por ríos y lagos hasta morir", pero no se sabe con certeza si esto es cierto.

Los versos de Li han sido consagrados en los libros de texto modernos de toda China. Sus textos introspectivos, sinceros y profundamente personales han sobrevivido nueve siglos y hoy parecen frescos y honestos ante los ojos de los chinos modernos.

Dos poemas de Li Qingzhao, en versiones de Octavio Paz

(1) Labios rojos pintados

Lánguida, salta del columpio

y contempla sus manos delicadas.

Flor que envuelve el rocío, el sudor humedece

-una apenas neblina-su ligera camisa.

Un visitante llega y ella, azorada, corre

-las medias arrugadas, tres horquillas perdidas-,

vuelve y al entornar la puerta, curiosa,

mientras huele un membrillo verde, atisba.

(2)

Anoche, por el vino, me despeiné ya tarde.

En el ramo, ya secos, pétalos de ciruelo.

Sueño de primavera, roto

por el sabor del vino: despierto a mi presente.

La luna, arriba, quieta.

Cierran las alas las cortinas…Y sin embargo

yo todavía rozo estos pétalos caídos,

todavía me envuelve este perfume

que no acaba de irse

y toco este momento todavía.

Fuentes: The China Project, IESPolitécnico, Bj, Jonhderbyshire, Chine Culture, Asian Studies, Global JournalsThe China Project, IESPolitécnico, Bj, Jonhderbyshire, Chine Culture, Asian Studies, Global Journals.