Denise Ho, la cantante pop que protagoniza las protestas en Hong Kong
Denise Ho es una estrella de la música popular cantonesa. Y también es el símbolo de la defensa de los derechos civiles de Hong Kong ante el avance del autoritarismo chino.
Su más reciente desafío es ser una de las protagonistas de las protestas contra la proyecto ley de extradición que discute el parlamento.
Ho era una de las figuras visibles del millón de hongkoneses que abarrotaron las estrechas calles de la sobrepoblada isla para exigir el rechazo a una legislación que podría arrebatar de un zarpazo las libertades individuales que diferencian a Hong Kong de la represiva China continental.
En una entrevista reciente con CNN, Ho acusó a Carrie Lam, la jefa del ejecutivo de Hong Kong, de no velar por la seguridad de los ciudadanos de Hong Kong y de actuar como un peón a las órdenes del presidente chino Xi Jinping.
La policía intentó impedir que los manifestantes llegaran al Consejo Legislativo donde debatirían el controvertido proyecto de ley pero la marea de gente era tan poderosa que los agentes decidieron recurrir a la fuerza.
Funcionarios vestidos de negro repelieron con bombas lacrimógenas, gas pimienta rociado al rostro, balas de goma, bolsas con pelotas de plomo y bastonazos a ciudadanos que intentaban protegerse con paraguas, elemento que también se ha convertido en un ícono de las reivindicaciones democráticas.
Aunque hubo represión durante llamada “Revolución de los Paraguas” de 2014, observadores consideran que Hong Kong no había presenciado una ola de violencia similar desde los movimientos populares de 1997, cuando la ex colonia británica fue devuelta a China.
Carrie respondió de manera indirecta a Ho, señalando que no se trató de una manifestación espontánea sino de disturbios organizados que ignoran las leyes y la disciplina de Hong Kong.
Ho cree que si el parlamento aprueba la Ley de Extradición que permitiría enviar a disidentes a China, ella sería una de las víctimas. Fue vetada desde que inició su activismo político, al punto de que las autoridades chinas la llaman “el veneno de Hong Kong”.
Contracorriente
Denise nació en Hong Kong en 1977, una isla multicultural cedida a los británicos en 1842 y devuelta a China a finales del siglo XX con la condición de que la ciudad mantendría su propio gobierno y algunos derechos civiles comunes en la cultura británica pero no en la china.
Sus padres educadores la animaron desde pequeña a tener contacto con el arte. Su hermano mayor, Harris, fue un destacado estudiante del conservatorio y ahora escribe canciones para ella y otros artistas locales. Los Ho temieron la llegada de un gobierno represivo cuando salieran los ingleses y decidieron mudarse a la ciudad canadiense de Montreal cuando Denise tenía 11 años.
Los valores canadienses de la tolerancia, el respeto por la diversidad cultural y el igualitarismo marcaron la personalidad de la joven, quien regresó a Hong Kong antes de comenzar la universidad para participar en un popular concurso de talentos sólo para conocer a su artista favorita Anita Mui, a quien admiraba hasta la obsesión.
Para sorpresa de todos, Ho permaneció en Hong Kong porque ganó el concurso y sabía que con su fisionomía asiática tendría más oportunidad de alcanzar el éxito en Asia que en América.
La influencia de Mui sobre el desarrollo de Ho se profundizó cuando la estrella la incluyó en su equipo como compositora y parte de su banda.
El activismo democrático de Mui también fue determinante en la joven Denise. Luego de los sucesos de la Plaza de Tiananmen en 1989, Mui apoyó a los manifestantes y financió un sistema clandestino para sacar a los disidentes de China.
Ho emergió como la sucesora de Mui cuando la artista murió de cáncer a los 40 años en 2003.
La revolución del cantopop
El éxito musical de Ho fue inmediato con el cantopop, considerado cursi en occidente pero disfrutado por millones en Hong Kong, Corea, Japón y los países del sudeste asiático.
Aunque el cantopop es un género compuesto en cantonés, el idioma que se habla en Hong Kong y la sureña provincia china de Guangdong, Ho también produjo canciones en mandarín para conquistar el vasto público de Taiwán y de la China comunista.
Su popularidad en China era tan grande que viajó durante tres años por distintas ciudades para completar una gira.
En el pico de su estrellato fue la primera cantante de Hong Kong en declararse gay, lo que demostró una enorme valentía en una sociedad conservadora como la china.
Pero el hito más importante de su carrera ocurrió en septiembre de 2014, cuando la agitación política regresó a Hong Kong.
Las organizaciones estudiantiles boicotearon las clases y manifestaron en las calles para exigir el sufragio universal. Un estudiante de 17 años logró evadir el cerco policial y llegar a las instalaciones del gobierno, pero fue golpeado y encarcelado por las autoridades. Se trataba de Joshua Wong, actual líder de movimiento disidente de Hong Kong.
La brutalidad policial contra Wong y los millares de jóvenes manifestantes enervó a Ho, quien decidió alzar su voz contra la represión del gobierno sin importar las repercusiones hacia su carrera. Fue arrestada en una manifestación en 2015.
Ho reconoció que su activismo político fue una especie de suicidio profesional. "La parte glamorosa de mi carrera se truncó por completo. Las ganancias fáciles que venían de china se acabaron. Ya ni siquiera puedo entrar en China. Fui vetada por completo. Me llamaron “el veneno de Hong Kong”.
Pero no tiene arrepentimientos y celebra que su posición firme le ha permitido tener un control total sobre producción artística.
"Comencé mi propia revolución en la industria del entretenimiento", dijo Ho.
Con una creativa estrategia de pequeños patrocinios de comercios locales logró burlar la cancelación del patrocino de la firma de cosméticos Lancome Loreal a un multitudinario concierto en el Coliseo de Hong Kong en 2016.
"Al final conseguimos el patrocinio de 300 negocios y también vendimos 50 mil boletos en horas", dijo victoriosa Ho, quien acusó a la firma de cosméticos de ceder a presiones chinas.
Sus seguidores también demostraron su fuerza al vetar por completo a la marca, lo que se tradujo en pérdidas millonarias.
La voz de la democracia
El cantopop ha perdido su fuerza comercial ante el enorme crecimiento del "mandopop", la versión del género en mandarín. Sus ventas netas pasaron de 1.600 millones de dólares hongkoneses en 1998 a sólo 200 millones en 2017.
Pero la voz de Denise Ho y otros intérpretes del cantopop como Anthony Wong es cada vez más fuerte.
Más que un género musical se ha convertido en el himno del movimiento democrático que cumple 30 años, con la conmemoración del aplastamiento militar a los manifestantes en Tiananmen.