“Que esos oficiales sean acusados de asesinato”, exige la hermana de George Floyd, muerto por policías en Minneapolis

La muerte de George Floyd a manos de varios policías en Minneapolis es en un caso de brutalidad policiaca que ha causado enorme indignación y consternación social. Las imágenes en video de los momentos críticos de ese incidente, en el que se ve a uno de los oficiales presionando con su rodilla el cuello de Floyd, quien gemía y suplicaba, repitiendo desesperadamente la frase “no puedo respirar” han sido estremecedoras.

El reporte policial inicial fue que, el pasado lunes, Floyd trató de usar documentos falsos en una tienda, se resistió al arresto cuando oficiales llegaron al lugar y luego sufrió un incidente médico que le costó la vida. Pero las imágenes del video original, y las de nuevo material que ha surgido, ponen en cuestión esas afirmaciones y validan las nociones de que Floyd, que estaba desarmado, no habría hecho nada que motivara el trato que recibió. Y que los policías implicados actuaron con enorme inhumanidad, brutalidad y crueldad, al margen de su deber profesional y de toda ética. La muerte de Floyd, así, habría sido un crimen.

Al respecto, Bridget Floyd, hermana del fallecido, ha clamado porque a los cuatro policías –que ya fueron despedidos por el alcalde de Minneapolis– se les finquen cargos de asesinato, según reportó The Guardian.

“Yo quiero que esos oficiales sean acusados de asesinato, porque eso es exactamente lo que hicieron. Ellos asesinaron a mi hermano. Él estaba llorando por ayuda… Yo y mi familia estamos muy afectados por esto, muy duro…”, comentó Floyd, de acuerdo a The Guardian.

Al principio, los cuatro policías implicados en este terrible caso fueron solamente puestos en una suerte de licencia, pero el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, los despidió el pasado martes de modo fulminante, e incluso afirmó que la muerte de Floyd habría tenido que ver con una cuestión racial. “Ser afroamericano no debería ser una sentencia de muerte”, dijo, en reconocimiento, es de suponer, de que si el detenido hubiese sido de raza blanca el incidente no habría acabado de modo trágico.

Ahora, como señaló el periódico The Washington Post, Frey ha pedido que los cuatro policías sean acusados formalmente. En lo específico del policía que presionó con la rodilla el cuello de Floyd hasta matarlo, el alcalde dijo que se “debe actuar ante la evidencia” y proceder a su arresto. Y se preguntó por qué el “hombre que mató a George Floyd no está en la cárcel”.

Pero Frey no especificó por qué cargos ese oficial y los otros tres deberían ser acusados.

El clamor social que crece, y que se ha expresado en grandes manifestaciones y choques con la policía en Minneapolis, es que sean acusados de asesinato.

De acuerdo al Post, los cuatro oficiales implicados han sido identificados como Derek Chauvin, Thomas Lane, Tou Thao and J. Alexander Kueng.

La noción de que se trató de un crimen de cruel brutalidad policiaca se refuerza con nuevos videos de los hechos que han aflorado. En ellos, se ve a los policías mientras detienen y esposan a Floyd, y se le ve a este también esposado y sentado, y luego siendo conducido detrás del auto patrulla.

En esos videos no se ve que Floyd se haya resistido al arresto, ni que presentase ningún tipo de amenaza para los oficiales. A todo ello hay que añadir que el detenido no estaba armado y que la razón por la que fue detenido no era un delito violento, sino meramente tratar de usar documentos al parecer falsos en una tienda.

Un video obtenido por Fox News muestra cuando Floyd es sacado de su vehículo y esposado por dos policías. El hombre no pelea y se somete a los oficiales.

Otro video, divulgado por CBS News, muestra momentos posteriores, con Floyd sentado en el suelo y luego siendo llevado hacia el vehículo policial, sin actuar de modo amenazante.

Esas imágenes desmontan la noción de que Floyd fue sometido por resistirse al arresto y evidencian que la brutalidad que se atestigua en el primero de los videos, con el horror de Floyd contra el suelo, gimiendo y suplicando que no podía respirar y que lo ayudasen, mientras que un oficial oprimía su cuello con su rodilla y todo su peso, fue un acto de violencia absoluto y desproporcionado, sin razón ni justificación.

El FBI ya investiga los hechos.

Para las muchedumbres que, pese a la epidemia de Covid-19, han salido a las calles a mostrar su indignación por la muerte de Floyd, para denunciar el racismo estructural y arraigado implícito en ello, y exigir que los cuatro policías responsables en el caso de Floyd sean acusados de asesinato y, en su caso, paguen la pena que la ley impone por ello.

Esas protestas han tenido, por añadidura, sus claroscuros. En la esquina donde Floyd fue sometido hasta morir, una multitud se reunió para protestar, con indignación pero en algunos de los casos manteniendo distancia social entre los manifestantes, que en gran cantidad llevaban mascarillas. En otros momentos las aglomeraciones de personas no habrían mantenido esa necesaria separación, lo que ciertamente implica riesgos en relación al Covid-19.

Videos en Twitter difundidos por CBS News muestran parte de esos momentos, incluso cuando algunas personas corrieron nerviosas ante la llegada de unos motociclistas que, en realidad, eran también parte de los que exigían justicia para Floyd.

Pero también se dieron confrontaciones violentas de algunos manifestantes con la policía.

Las protestas, en gran parte pacíficas hasta ahora pero cargadas de tensión e indignación y con algunos incidentes violentos, continúan. En ello resuena nuevamente la trágica frase “no puedo respirar”, que Floyd dijo en sus últimos momentos y que, antes, trágicamente también dijo Eric Garner, quien en 2014 murió luego de que un policía en Nueva York lo sujetó por el cuello hasta asfixiarlo en otro caso atroz de brutalidad policiaca.

La nación entera en realidad se sofoca de modo perturbador e intolerable ante la persistencia del racismo, la injusticia y su cauda letal. Hacer justicia y erradicar esas lacras es por ello imperativo.