¿Qué chances reales tienen exguerrilleros de llegar al gobierno de Colombia?

El exjefe de la que fuera la guerrilla FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, buscará la presidencia de Colombia en las elecciones de mayo de 2018, a través del partido Fuerza Alternativa Revolucionario del Común. (AFP)
El exjefe de la que fuera la guerrilla FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, buscará la presidencia de Colombia en las elecciones de mayo de 2018, a través del partido Fuerza Alternativa Revolucionario del Común. (AFP)

Por Sebastián Aguirre Eastman – Medellín, Colombia

La presentación que hizo a principios de noviembre la Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, Farc (antes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de sus candidatos a la Presidencia y el Congreso de este país para las elecciones de 2018, se convirtió en la primera jugada electoral que este movimiento realiza desde que se registrara como partido político ante el Consejo Nacional Electoral en septiembre pasado.

Rodrigo Londoño Echeverry, conocido con el alias de Timochenko hasta antes de la firma del Acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en noviembre de 2016, será el candidato de la Farc a la Presidencia para las elecciones de mayo próximo.

Antes que las votación para presidente, Colombia elegirá en marzo del año entrante integrantes del Senado y la Cámara de Representantes, y luego será el turno para escoger alcaldes, gobernadores, concejales y diputados locales en 2019.

Mientras los máximos líderes de las Farc resuelven las cuentas que aun tienen pendientes con la justicia por crímenes de guerra y de lesa humanidad (no incluidos en la amnistía concedida por el Gobierno a 7.500 de sus integrantes por delitos menores como rebelión, porte ilegal de armas, entre otros) y sin ser aprobada en el Congreso la Justicia Especial de Paz – sistema de verdad, justicia, reparación y no reparación-, el país se pregunta cuáles son las posibilidades reales de que exguerrilleros ocupen cargos de elección popular.

-La crisis de los partidos políticos acrecienta sus posibilidades-

La más reciente encuesta Gallup, hecha pública en agosto pasado para medir el pulso de asuntos de interés nacional en el ámbito político, no dejó muy bien parados a los partidos como el Liberal, el Conservador, el Centro Democrático, de la U (oficialista), entre otros, con tan solo un 10% de favorabilidad.

La Farc, si bien arrastra aún una desfavorabilidad muy alta, producto de su actividad criminal que se extendió por cerca de cinco décadas, obtuvo un 12% de imagen positiva, algo que sin duda puede incrementar sus posibilidades de obtener cargos de elección popular en futuras elecciones, comenta el consultor político Miguel Jaramillo Luján.

El experto no le ve al naciente movimiento político posibilidades reales en la carrera hacia la presidencia, tampoco para el Congreso, pero pide prestar atención a las elecciones regionales de 2019, en las que es muy posible que logre quedarse con algunos cargos en alcaldías, concejos municipales y asambleas departamentales dada la influencia armada que durante años ejerció en territorios de departamentos como Putumayo, Caquetá, Nariño, entre otros.

El exguerrillero de la Farc Félix Salcedo (d) mientras trabaja como agricultor en un campo de piñas del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ubicado en Agua Bonita, municipio de La Montañita, en el departamento del Caquetá (Colombia), uno de las regiones en las que hubo mayor presencia de ese movimiento. EFE/Juan Carlos Gomi
El exguerrillero de la Farc Félix Salcedo (d) mientras trabaja como agricultor en un campo de piñas del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ubicado en Agua Bonita, municipio de La Montañita, en el departamento del Caquetá (Colombia), uno de las regiones en las que hubo mayor presencia de ese movimiento. EFE/Juan Carlos Gomi

Jaramillo Luján advierte que en municipios apartados de esas regiones habrá candidatos que, sin haber tenido conexiones con la actividad armada de la Farc, y con una hoja de vida con trayectoria pública demostrable, se presentarán a las elecciones con el aval de su partido político, pues comulgan con algunas de sus ideas políticas.

En 2019 serán elegidos 32 gobernadores, 1.099 alcaldes, 18.752 concejales y 546 diputados en Colombia.

Un informe publicado en octubre pasado en el portal semanarural.com, da cuenta de cómo esta situación se hace visible en la región de Urabá, en el departamento de Antioquia, y cita unas declaraciones de Jorge Restrepo, quien fuera presidente regional de la Unión Patriótica, partido político de izquierda que acogió a integrantes de varios grupos guerrilleros, en las que avisa que “los campesinos creen en las Farc” pero que les espera un trabajo arduo para recuperar el terreno que habían ganado en épocas anteriores, así que en principio les será difícil obtener cargos principales.

-Errores de comunicación, un obstáculo adicional-

Uno de los inconvenientes que le ve el consultor político a la Farc es la manera en la que están comunicando su propuesta, empezando por el nombre del partido, que mantuvo las siglas con las que fueron y con reconocidos por su lucha armada.

El columnista Mauricio Vargas coincidió con Jaramillo Luján y en su columna dominical en el diario El Tiempo señaló: “mantener en la política la misma marca que usaron para asesinar, secuestrar y narcotraficar no es el único desacierto de Rodrigo Londoño, a quien por años conocimos como ‘Timochenko’, su principal líder y ahora candidato presidencial, ni de los demás dirigentes de la Farc, en su estreno en la lucha meramente política (…)”.

Los comandantes de la Farc Jesús Santrich (I) e Iván Márquez dialogan en el Consejo Nacional Electoral en Bogotá, el 9 de octubre de 2017. (AFP | John Vizcaino)
Los comandantes de la Farc Jesús Santrich (I) e Iván Márquez dialogan en el Consejo Nacional Electoral en Bogotá, el 9 de octubre de 2017. (AFP | John Vizcaino)

Y agregó: “No saben mucho de comunicación política. Es normal: por décadas transmitieron sus mensajes proselitistas a punta de sangre y muerte. Parece difícil que, con ese tonito, sus candidatos a presidencia y vicepresidencia vayan a conseguir muchos votos. Curules tendrán –cinco en el Senado y cinco en la Cámara, por la vía del regalo acordado en La Habana–, pero poco más. Los electores colombianos olvidan, pero no tan fácil”.