¿Hasta qué punto son verdes los manifiestos de los partidos que participan en las elecciones europeas?
La legislación medioambiental europea se ha convertido en un tema divisivo en los últimos meses, con una serie de airadas protestas de los agricultores como el signo más visible de una reacción contra el Pacto Verde Europeo, el programa político insignia de la Comisión Europea bajo la presidencia de Ursula von der Leyen.
Hay signos de una creciente división no sólo entre los Verdes y otros partidos, sino también en el centro tradicional, con los dos mayores grupos del Parlamento Europeo -el Partido Popular Europeo, de centro-derecha, y los Socialistas y Demócratas- adoptando posturas opuestas en varios expedientes clave, entre ellos la Ley de Restauración de la Naturaleza.
La semana que viene, tras la última sesión plenaria del ciclo actual, los legisladores entrarán de lleno en la campaña electoral. El Parlamento Europeo ha publicado los resultados de un sondeo de opinión realizado entre 26.000 ciudadanos de toda la UE, según el cual el 71% estaría dispuesto a votar en las elecciones si éstas se celebrasen la semana siguiente.
Si esa cifra se refleja en la participación real del 6 al 9 de junio, supondría un aumento espectacular respecto a la participación del 43% en 2014, y del 51% en la última votación de 2019.
En cuanto a los temas que los ciudadanos de la UE consideran que "deberían debatirse con carácter prioritario" de cara a las elecciones, los cuatro primeros puestos fueron la pobreza y la exclusión social, la salud, el empleo y la defensa y la seguridad, citados por el 31-33% de los encuestados, seguidos de la acción por el clima (27%).
Entre los votantes más jóvenes, menores de 25 años, el clima ocupó el primer puesto con un 33%. La agricultura y la ganadería ocupan el noveno lugar, con un 23%.
Pero la encuesta nos deja en la oscuridad en cuanto a políticas ecológicas más allá de la acción climática: no se plantearon preguntas, por ejemplo, sobre restauración de la naturaleza o biodiversidad; la palabra "medio ambiente" sólo aparece dos veces en el informe de 220 páginas, y "Green Deal" sólo se menciona una vez.
Los principales grupos políticos conceden a estos temas una importancia variable en sus programas electorales. Aunque hay puntos en común -todos coinciden en que es necesaria algún tipo de acción climática-, hay una enorme variación en el nivel de detalle y en los compromisos concretos.
Como era de esperar, los Verdes han situado la política climática y medioambiental en el centro de sus compromisos para la próxima legislatura.
Energía, aire y agua
Los Verdes se han comprometido a transformar el sistema energético de la UE para que dependa al 100% de la energía solar, hidráulica, eólica y geotérmica, y a eliminar progresivamente las energías fósiles para 2040, empezando por el carbón para 2030.
"La UE necesita un plan claro para la eliminación total del gas y el petróleo fósiles ya en 2035 y no más tarde de 2040", reza el manifiesto político de los Verdes.
Liderados por los legisladores Terry Reintke (Alemania) y Bas Eickhout (Países Bajos), los Verdes también prometen apoyar el desarrollo del transporte eléctrico barato y la infraestructura de recarga, y se comprometen a que la calidad del aire en la UE cumpla las directrices de la Organización Mundial de la Salud en 2030.
El Partido Popular Europeo (PPE), liderado por la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen (Alemania), también aplaude una estrategia para frenar la contaminación atmosférica y es la única fuerza política que se compromete a aumentar la producción mundial de hidrógeno, mientras que los Verdes piden cautela al afirmar que este combustible conlleva "mayores riesgos y costes tanto para los consumidores como para la industria" y debe "reservarse como reserva" en el sistema eléctrico.
En cuanto a la biodiversidad, los Verdes insisten en que, a partir de 2026, el 10% del presupuesto de la UE debe destinarse a objetivos de biodiversidad y se comprometen a presentar una Ley de Mares y Océanos y a crear un Fondo Europeo de Catástrofes Naturales, para reforzar la adaptación al clima.
Tanto Los Verdes como La Izquierda reclaman la prohibición de la privatización de los recursos hídricos, mientras que los socialistas y el PPE se refieren a la "protección y gestión del agua" y a la intención de "aplicar una estrategia para el agua", respectivamente.
La Izquierda, liderada por el eurodiputado Walter Baier (Austria), quiere aumentar el objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del 65% al 55% para 2030 y adelantar la fecha del objetivo de neutralidad climática de 2050 a 2035.
Los legisladores de la Izquierda quieren desmantelar "la economía del todoterreno" mediante leyes que garanticen una producción de automóviles neutra en carbono y respetuosa con el medio ambiente. Piden prohibir los vuelos privados, dar prioridad a los trenes para trayectos de menos de dos horas y media y reactivar los trenes nocturnos.
El PPE busca la finalización y el desarrollo de las nuevas infraestructuras de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), consideradas cruciales para estructurar el territorio europeo y mejorar la eficacia del mercado único europeo. Se compromete a intensificar la investigación en los ámbitos de la energía, en particular la fusión nuclear, y a establecer una economía circular del CO2 en toda Europa.
Alimentación y pesticidas
En cuanto a los sistemas alimentarios, La Izquierda quiere establecer un modelo de política agroecológica para la Política Agrícola Común (PAC) basado en una agricultura sostenible desde el punto de vista medioambiental, que garantice unos ingresos justos a los agricultores. Los Verdes se comprometen a luchar por una reducción del 50% en el uso de pesticidas para 2030, mientras que los socialistas quieren "mejorar la producción de alimentos adoptando una agricultura y pesca sostenibles" y prometen reducir el uso de pesticidas basándose en las mejores prácticas nacionales, mejorar la gestión del suelo y proteger la biodiversidad.
"La UE tiene que reforzar el sector de las proteínas vegetales y fomentar la transición hacia dietas más basadas en plantas, basándose en propuestas políticas como el Tratado sobre productos vegetales", reza el manifiesto político de los Verdes.
Los legisladores de izquierdas están dispuestos a presentar una ley europea de Renta Básica que obligue a los países de la UE a "garantizar legalmente a todos unos ingresos mínimos que cubran las necesidades básicas para una vida digna", incluyendo, entre otras, alimentación, vivienda y energía.
El Partido de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ALDE) quiere reformar la PAC para "eliminar las cargas burocráticas" e introducir nuevas normas para los cultivos modificados genéticamente con el fin de aumentar la productividad y reducir el volumen de pesticidas utilizados. Los liberales también prometen fomentar las donaciones de alimentos para "evitar su desperdicio".
"Para 2040, la UE podría perder otros 6,4 millones de explotaciones agrícolas, una asombrosa disminución de más del 60% en comparación con 2016", advierte el manifiesto del PPE, señalando que los agricultores deben tener "un futuro y defender el diálogo en lugar de los enfoques verticalistas".
Apoyar las inversiones
Liderados por el comisario europeo de Luxemburgo, Nicolas Schmit, los socialistas han centrado su campaña en promesas generales de apoyo a las inversiones para la transición verde, como en la llamada Ola de Renovación, destinada a hacer que los edificios de toda Europa sean más eficientes energéticamente.
Estas promesas coinciden con las del PPE, que quiere fomentar las inversiones para integrar más el mercado europeo de la electricidad y el gas, la eficiencia energética y los proyectos industriales de balance cero, incluidas las tecnologías limpias.
Lo mismo ocurre con ALDE, que defiende las inversiones en "todo tipo de renovables", incluida la energía nuclear, "complementadas con tecnologías de eliminación, captura y almacenamiento de carbono ".
"Debemos garantizar que el objetivo de interconexión eléctrica de la UE de al menos el 15% se alcance en 2030", reza el manifiesto de ALDE. Quiere ampliar el ámbito de aplicación del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) para cubrir todos los sectores contaminantes de carbono restantes y permitir la descarbonización de todos los tipos de transporte.
Los socialistas y el PPE en el Parlamento, junto con ALDE, con Marie-Agnes Strack-Zimmermann (Alemania) como candidata principal, quieren "aumentar la colaboración pública y privada y las inversiones" en capacidad de red y almacenamiento y acelerar la eficiencia energética. Quieren "simplificar, acortar y acelerar" la digitalización de los procedimientos de concesión de licencias y permisos de proyectos de energías renovables y eficiencia energética.
Plásticos y contaminación química, materias primas
Los socialistas hacen referencia a la lucha contra la contaminación por plásticos y productos químicos, en particular los PFAS, un compromiso compartido por el PPE, que promete "reforzar la estrategia europea de reducción de residuos y la estrategia europea sobre plásticos".
Los Verdes también han prometido aumentar el alcance de los impuestos existentes sobre los plásticos y han insinuado la aplicación del "principio de quien contamina paga" en todos los sectores.
"Lucharemos por una Europa libre de tóxicos para 2030, eliminando progresivamente el uso de los productos químicos más nocivos mediante una ley de productos químicos más estricta", rezaba el manifiesto de los Verdes, señalando la intención de luchar por una reducción del 50% en el uso de pesticidas para ese mismo año.
Refiriéndose a la importancia de las materias primas críticas, los legisladores del PPE quieren "promover una estrategia común europea de recursos, identificando los recursos existentes en todo el mundo". ALDE es la única fuerza política que se refiere al desarrollo de una estrategia europea para la bioeconomía, incluyendo el uso sostenible de la biomasa.
La Izquierda insiste en que la UE "no debe asignar a los países candidatos el papel de proveedores de materias primas baratas", como está haciendo actualmente, argumenta el partido. En cuanto a los Verdes, defienden "acuerdos comerciales remodelados" para proteger los derechos sociales, el medio ambiente y el clima cuando se busquen materias primas críticas para la transición verde de la UE.
"Presionaremos para mejorar los acuerdos bilaterales de comercio e inversión con disposiciones de sostenibilidad vinculantes y sancionables. En concreto, el Acuerdo de París, el acuerdo sobre biodiversidad de Kunming-Montreal, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los convenios fundamentales de la OIT", rezaba el manifiesto de los Verdes.
Sin presentar un manifiesto oficial, el partido Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) ha prometido proteger el medio ambiente a "un coste que podamos permitirnos" con medidas "sensatas y sostenibles" que no supongan "cargas costosas" para las empresas y los países de la UE. Los legisladores conservadores, que no han designado un candidato principal, se comprometen a reducir las emisiones, mantener el aire limpio y proteger la fauna, la flora, los pescadores y el océano.