El pulpo macho que llegó a un acuario para dar a luz
Cuando llega un nuevo animal a un acuario, siempre es un momento de alegría para sus responsables. Y cuando llegó un pulpo nuevo al Acuario y Centro de Educación Marina de la Universidad de Georgia, no fue distinto. Prepararon el tanque, lo celebraron, y le pusieron nombre al pulpo.
Octavio, que así decidieron llamar al macho de pulpo que habían conseguido, resultó ser toda una atracción. Pasa el tiempo nadando por su tanque, reconociendo su entorno, acercándose a las paredes… siendo “sociable”, en definitiva. Hasta que un buen día decidió esconderse en una cueva de su tanque y permanecer allí sin dejarse ver.
Al cabo de unos días, uno de los responsables del acuario percibió algo extraño en el agua del acuario cuando fue a visitar a Octavio. Miles de pequeñas partículas que flotaban en el agua… y que, al analizarlas, resultaron ser crías de pulpo.
Porque Octavio era, en realidad, Octavia. Era una hembra de pulpo y no un macho como creían en el acuario. Un error que tampoco es tan extraño, ya que las diferencias entre machos y hembras en pulpos son mínimas – en términos técnicos se dice que el dimorfismo sexual es bajo – y consiste en pequeñas diferencias en el tercer par de tentáculos.
Octavia, según dedujeron los responsables del acuario, llegó al acuario después de procrear. Los días en que se dejaba ver fueron los días en que reconocía el entorno para asegurarse de que era un lugar apropiado para criar, y cuando se convenció se retiró a un lugar resguardado para dejar entrar el semen – las hembras de pulpo son capaces de mantener el semen almacenado durante meses.
La mala noticia es que el nacimiento de las crías supone el fin de Octavia. Las hembras de pulpo se dedican a sus crías de manera absoluta. Tan absoluta que incluso dejan de alimentarse, con lo que mueren al cabo de un tiempo – los machos suelen morir justo después de la cópula.
Por suerte, las crías fueron detectadas a tiempo, recogidas y separadas para que no les faltasen espacio ni alimentos. Algunas permanecerán en el acuario, otras han sido cedidas a centros de investigación, y algunas liberadas en la naturaleza. Y en algún momento, ellas también darán la vida por sus crías.
Me enteré leyendo aquí.