Dos puestos clave necesitan llenar los Marlins para competir. Una mirada a los posibles movimientos en el equipo

Aquí un paquete de seis notas de los Marlins:

▪ Los Marlins cometieron varios errores en el invierno pasado y entre los más sobresalientes estuvo no firmar un jardinero central natural que pudiera batear con consistencia el pitcheo de Grandes Ligas.

El club de Miami lo intentó, pero no pudieron concretar nada entre los peloteros que tenían como objetivos (incluido Byron Buxton de Minnesota) en una agencia libre ausente de buenos candidatos.

En su lugar acordaron con los jardineros de las esquinas Avisail García y Jorge Soler. Los peces no querían gastar el dinero en Nick Castellanos.

Esto es un error que no se puede repetir.

Los Marlins tampoco pueden confiar en que los prospectos en el sistema de granjas resolverá el problema en la primera base.

Es probable que los peces intenten adquirir un jardinero central veterano a través de un intercambio y utilicen su excedente de abridores. Si no pueden, entonces los dominicanos Bryan De La Cruz o Jesús Sánchez podrían ocupar la posición.

“No estoy seguro de que tengamos un verdadero jardinero central en nuestra nómina”, expresó Don Mattingly antes de despedirse como manager del equipo, puesto que ocupará a partir de ahora Skip Schumaker.

“Bryan De La Cruz se ha visto bien allí y JJ Bleday también. Bleday ha tenido algunos problemas con el fildeo cerca de la cerca, pero aparte de eso ha sido bastante sólido. Esos son los únicos muchachos que tenemos con los que te sientes bien jugando como jardinero central’’.

Pero Bleday no puede ser un candidato fuerte para cubrir esa posición en 2023. Bateó solo .167 (cinco jonrones, 16 impulsadas) en 204 turnos al bate. Su OBP de .277 no fue lo suficientemente bueno como para proyectarlo como titular.

De la Cruz, por su parte, tuvo un excelente último mes de temporada que lo coloca en buena posición para ser el cuarto o quinto jardinero la próxima primavera, como mínimo.

Cerró la campaña con promedio de .252, con 13 cuadrangulares y 43 remolcadas en 329 turnos al bate.

¿Ha demostrado De la Cruz que puede ser un abridor de Grandes Ligas?

“Es difícil decir que no pueda serlo”, comentó Mattingly.

“¿Puede hacer eso en el transcurso de la temporada, día tras día? Tiene que haber abierto algunos ojos al hecho de que está bateando con poder y promedio. Solo viendo sus últimos turnos al bate te das cuenta que es un pelotero diferente al que vimos en partes anteriores del año”.

El sólido trabajo de Sánchez en Jacksonville luego de ser bajado del equipo grande también lo pone en juego para el puesto de jardinero central.

Participó en 78 partidos en esa posición con los Marlins la temporada pasada.

Pero, ¿pueden los Marlins entregarle el tiempo completo en la pradera central a De la Cruz o Sánchez, quienes se adaptan mejor a jugar en el jardín izquierdo o el derecho?

Eso sería arriesgado. Entre los posibles candidatos externos para la posición podrían incluirse a Michael A. Taylor, de Kansas City (.254, 9 jonrones, 43 impulsadas en 124 encuentros) y Adolis García, de Texas, (.250, 27 vuelacercas, 101 remolcadas impulsadas en 156 juegos).

El cubano García batea de por vida .243 y disparó 31 bambinazos como novato en 2021.

Aparte de la estrella de los Yankees Aaron Judge y Brandon Nimmo, de los Mets (un cliente de Scott Boras que será costoso), el grupo de jardineros centrales en la agencia libres es pésimo, lleno de bateadores que promedian menos de .200.

Más allá de Nimmo, el jugador mejor pagado en esa lista es Kevin Kiermaier, quien bateó .228 con 7 jonrones y 22 impulsadas en 63 partidos para Tampa antes de que una lesión en la cadera y una cirugía terminaran su campaña en julio.

Nimmo promedió .274 con 16 cuadrangulares y 64 remolcadas en 151 juegos.

▪ En cuanto a los puestos en las esquinas de los jardines, los peces podrían decidir que están cubiertos con García, Soler, De La Cruz y Sánchez.

García y Soler no tuvieron un buen año y el cubano se recupera de una lesión en la espalda. Sánchez estuvo mal durante tres meses y luego recuperó su poder en Jacksonville.

Soler también podría terminar como bateador designado.

“Sánchez es muy talentoso”, señaló Mattingly.

“Este chico puede tener un gran impacto en el club. Tiene poder y es fuerte físicamente. Solo debe ser regular en el rendimiento. Si agregas a un Soler sano y Sánchez y De la Cruz siendo consistente todo el año, de repente tu alineación se ve muy diferente’’.

“Es muy importante para la organización si Sánchez tiene esa consistencia. Sabemos que existe esa posibilidad porque tiene muchas habilidades’’.

Sánchez promedió .205 en 94 encuentros para Miami la temporada pasada antes de ser relegado a Jacksonville donde bateó .308, con seis vuelacercas y 27 remolcadas en 42 partidos.

El pelotero dominicano reconoció que estaba de acuerdo con la evaluación de Mattingly de que los lanzadores hicieron ajustes después de verlo prosperar en 2021 (.251, 14 jonrones en 64 juegos) y él no hizo lo suficiente para contrarrestar esa adversidad.

“No pude ejecutar el plan de juego y eso es algo que estoy tratando de mejorar”, sentenció Sánchez.

“Simplemente tenga que conocer mejor a los lanzadores que voy a enfrentar cada día’’.

▪ En cuanto a la primera base, el plan para 2022 parecía bastante simple: Garrett Cooper y Jesús Aguilar compartirían las funciones de inicialista y bateador designado y luego le pasarían las riendas a Lewin Díaz la próxima temporada.

Pero Díaz no ha sido consistente con el bate. Promedió .169 en 160 turnos esta temporada y tiene .181 en 321 turnos en su carrera en las Mayores.

Conectó cinco jonrones en esta campaña y lleva 13 en 112 juegos de por vida, pero con su bajo promedio y el mal contacto, el poder no parece suficiente para convencer a los Marlins de que está listo para ser titular.

Entonces, Miami necesita encontrar un primera base esta temporada baja aunque se quede con Cooper (es elegible para el arbitraje para una temporada final). Para ello tratará de adquirirlo en un cambio por pitcheo o firmando un agente libre.

La clase de inicialistas en la agencia libre está liderada por el cubano José Abreu (.304, 15 jonrones y 75 impulsadas para los Medias Blancas), Josh Bell (.266, 17, 71 para Washington y San Diego) y Trey Mancini (.239, 18, 63 para Baltimore y Houston).

Otras opciones: Yuli Gurriel (.242, 8, 53 para Houston). Bateó .319 en 2021.

Donovan Solano (.284 en 80 juegos para Cincinnati) y Brandon Drury (.263, 28, 87 para Cincinnati y San Diego) también pueden jugar en primera y otras posiciones.

Es casi seguro que los Padres retendrán a Wil Myers, quien tiene una opción del equipo de $20 millones y recibirá un millón si es liberado.

Promedió .261, 7, 41 en 77 juegos.

Es probable que Minnesota le pague $3 millones a Miguel Sanó y no ejerza la opción de comprar de $16 millones del equipo.

Sanó jugó solo 20 partidos por problemas en la rodilla y no es una respuesta.

Anthony Rizzo (.224, 32, 75 en 130 juegos para los Yankees) tiene una opción de pelotero de $16 millones.

Es probable que los Marlins utilicen a un pitcher, posiblemente Pablo López, para adquirir un jardinero central o un inicialista.

▪ El tercera base en 2023 podría ser Joey Wendle o Jordan Groshans, elegible para el arbitraje, con Brian Anderson como opción.

Y Jon Berti también puede jugar la antesala, aunque su promedio de .240 (OBP de .324) lo convierte en un titular de reserva, a pesar de sus 41 bases robadas, líder en la Liga Nacional.

▪ Los Marlins enfrentan algunas decisiones difíciles sobre algunos de sus jugadores elegibles para el arbitraje.

MLBtraderumors.com proyecta que Wendle obtendría $5.4 millones en el arbitraje, suponiendo que la opción mutua de $6.3 millones sea rechazada.

Los otros salarios proyectados en el sitio web para los peloteros de los peces elegibles para el arbitraje son:

Cooper ($4,1 millones), Dylan Floro ($4,2 millones), Anderson ($5,2 millones), Jacob Stallings ($3,3 millones), Berti ($2,4 millones), Pablo López ($5,6 millones), Jesús Luzardo ($2 millones), Tanner Scott ($2,7 millones), Elieser Hernández ($1,8 millones), Cole Sulser ($1 millón) y Jeff Brigham ($800,000).

▪ Aunque Mattingly bateó .307 en su carrera en Grandes Ligas, indicó que no había mucho que pudiera hacer para ayudar a desarrollar a los jóvenes bateadores del equipo, la mayoría de los cuales han tenido problemas ofensivos.

“Es difícil como manager involucrarse demasiado con el bateo, es realmente difícil tener un impacto en el bateo”, aseguró.

“Simplemente no tienes tiempo. Tienes que estar en la jaula de bateo con los muchachos”.

▪ Miami tiene alrededor de $45 millones garantizados en la nómina para la próxima temporada, según Jason Martínez, de Roster Resource.

Eso no incluye posibles aumentos de arbitraje para Wendle, Cooper, Stallings, Berti, López y Anderson.

Incluso si López es canjeado, los primeros cuatro en esa lista podrían impulsar la nómina por encima de los $60 millones.

El propietario del club de Miami, Bruce Sherman, se negó a decir si la nómina aumentará de $80 millones.

Pero se cree que está abierto a un aumento modesto.