El mayor puerto privado de Latinoamérica quiere ser referencia en transición energética

São João da Barra (Brasil), 25 may (EFE).- Porto do Açu, el mayor complejo portuario e industrial privado de Latinoamérica y plataforma de exportación del 40 % del petróleo de Brasil, está invirtiendo para convertirse en una referencia en transición energética.

Localizado en el litoral norte de Río de Janeiro, el puerto está invirtiendo en proyectos de energía eólica, solar e hidrógeno verde, además de en la mayor termoeléctrica de ciclo combinado a gas de América Latina, en asociación con varias empresas.

"Desde el punto de vista de la transición energética estamos muy avanzados porque contamos con flexibilidad en varias fuentes", dijo el director de Administración Portuaria del complejo, Vinícius Patel, durante la visita de un grupo de medios invitados al lugar.

Los responsables del puerto no compartieron cifras de la inversión prevista en renovables, puesto que varios proyectos dependen de otras empresas, pero detallaron que ya hay intereses concretos para la construcción una planta solar y un proyecto piloto de una fábrica de hidrógeno verde, que deberá estar lista en 2025.

Asimismo, el complejo está implementando un plan para el desarrollo de al menos catorce parques marítimos de energía eólica, un sector que está a la espera de ser regulado en Brasil.

Multinacionales como Neoenergía, la filial de la española Iberdrola en Brasil, y las petroleras Shell, BP y Total Energies ya están vinculadas con algunos de los proyectos de energía renovables en el complejo.

De forma paralela, la empresa GNA está construyendo en el puerto la mayor termoeléctrica de Latinoamérica, con una potencia instalada de 3 GW e inversiones previstas de 10.000 millones de reales (unos 1.960 millones de dólares o 1.790 millones de euros) hasta 2025.

El puerto del petróleo y el hierro

Porto do Açu es una sociedad compartida entre el grupo Prumo (98 % del capital), a su vez controlado por la firma EIG y el fondo de inversión emiratí Mubadala, y el Puerto de Amberes, que tiene el 2 %.

En operación desde 2014, es el único puerto privado de Brasil y es resultado de inversiones en infraestructura por 20.000 millones de reales (cerca de 3.920 millones de dólares).

Para la próxima década, se prevén nuevas inversiones por unos 22.000 millones de reales (4.275 millones de dólares).

El complejo, con área de 130 kilómetros cuadrados, incluye la tercera mayor terminal de mineral de hierro de Brasil y un área industrial donde actúan 22 empresas y se levantan 11 terminales privados.

Con un crecimiento constante desde su entrada en funcionamiento, el puerto alcanzó 84,6 millones de toneladas de carga movilizadas en 2023, un avance de 27 % frente a 2022, con lo que se ubicó como segundo puerto de Brasil, solo por detrás del de Santos.

Y es que el Porto do Açu es una de las principales bases de apoyo logístico para las actividades de gas natural y petróleo del país y es responsable de la exportación del 40 % de todo el crudo producido en Brasil.

La idea de los propietarios del complejo es que en un máximo de diez años sea uno de los pocos puertos del mundo donde la industria fósil y renovable funcionen simultáneamente.

María Angélica Troncoso

(c) Agencia EFE