La puerta giratoria del Congreso: desentrañando el mito de la reelección en México (Parte 2)

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Con el anuncio de la presidenta electa Claudia Sheinbaum sobre una nueva reforma que busca eliminar la reelección legislativa, este tema ha vuelto al centro de la discusión política en México. Aunque la reforma de 2014 presentó la reelección como una herramienta para mejorar la rendición de cuentas y profesionalizar la labor legislativa, es fundamental evaluar si realmente ha cumplido con estos objetivos o si ha creado dinámicas que favorecen más a los actores políticos establecidos que a la representación ciudadana.

En esta segunda entrega de nuestro análisis sobre la reelección legislativa en México (primera parte, acá), profundizamos en los hallazgos de un estudio exhaustivo realizado a lo largo de tres años. Este trabajo, que constituye una continuación de nuestra exploración inicial sobre el tema, arroja luz sobre los efectos reales de una de las reformas políticas más significativas de la última década en nuestro país.

El experimento democrático: de la teoría a la práctica

La reelección legislativa, introducida en 2014, se presentó como un paso hacia la modernización democrática de México. La premisa era lógica: permitir que las personas representantes buscaran mantenerse en sus cargos incentivaría un mejor desempeño y una mayor responsabilidad ante los electores. Esta idea se basa en la teoría de la “conexión electoral”, que sugiere que la posibilidad de reelección motiva a los representantes a ser más receptivos a las demandas de sus electores.

Sin embargo, como suele ocurrir con las grandes ideas en política, la realidad ha demostrado ser considerablemente más compleja que la teoría. La implementación de la reelección en México ha revelado una serie de desafíos y resultados inesperados que merecen un análisis detallado.

El estudio que fundamenta este análisis se basó en un amplio corpus de datos, incluyendo 5,112 biografías de diputados, 17,891 intervenciones en debates plenarios, información sobre 3,181 candidaturas en 2021 y 2024, 15,113 iniciativas de ley, 9,055 proposiciones con punto de acuerdo y 611,500 votos individuales. Esta vasta cantidad de información nos permitió el uso de técnicas de análisis estadístico avanzadas para revelar patrones y tendencias significativas.

Metodología: el poder de los números

Antes de adentrarnos en los resultados, es importante entender la metodología empleada en este estudio. Quienes realizamos este estudio usamos una combinación de análisis de regresión logística y modelos de efectos fijos para evaluar la relación entre diversos factores de desempeño legislativo y las probabilidades de reelección. Estas técnicas son cruciales para establecer relaciones causales y no simplemente correlaciones. Permiten aislar el efecto de variables específicas mientras controlan otros factores que podrían influir en los resultados.

Desmitificando al legislador mejorado

Se podría esperar que la posibilidad de reelección motivara a las diputaciones a destacar en su labor, presentando más iniciativas, participando activamente en los debates y mostrando un compromiso ejemplar con su función representativa para que sus partidos (primero) y el electorado (después) los premie con su reelección. Curiosamente, el estudio revela que la realidad dista mucho de este escenario ideal.

Factores como la presentación de iniciativas (excluye proyectos de relevancia menor como cambios de nombres a comisiones, nominación e días feriados etc.), la participación en debates o incluso la disciplina en las votaciones no tienen un impacto significativo en las probabilidades de reelección de una diputación. En términos estadísticos, esto significa que los coeficientes asociados a estas variables no son diferentes de cero, indicando una falta de relación predictiva con la reelección.

Desempeño legislativo y éxito en reelección. Procesos 2021 y 2024

Gráfica con el Desempeño legislativo y éxito en reelección. Procesos 2021 y 2024
p ( ** < 0.01, *** < 0.001).
n para 2021=361; n para 2024=251
Nota: El gráfico omite resultados de intercepto y variables de control partidista introducidas en cada modelo.

 

Este hallazgo plantea una pregunta incómoda: si el desempeño legislativo no es determinante para la reelección, ¿qué factores están realmente influyendo en este proceso? Los datos sugieren que variables como la afiliación partidista y la fortaleza del partido en determinados distritos tienen un peso mucho mayor en las probabilidades de reelección que el desempeño individual de cada congresista.

La calidad del discurso parlamentario: una promesa no cumplida

Otro aspecto analizado fue la sofisticación del discurso parlamentario. La hipótesis era que las diputaciones reelectas, con su experiencia acumulada, mostrarían una mayor complejidad y profundidad en sus intervenciones. Para evaluar esto desarrollamos un Índice de Complejidad Discursiva (ICD), que combina medidas de riqueza léxica, diversidad temática y complejidad sintáctica.

El ICD se calculó utilizando técnicas de procesamiento de lenguaje natural (NLP por sus siglas en inglés) aplicadas a las transcripciones de las intervenciones parlamentarias. Esta metodología se asiste de inteligencia artificial (IA) programada en Python y permite cuantificar aspectos del lenguaje que normalmente son difíciles de medir objetivamente.

Índice de Complejidad Discursiva (ICD) por condición de reelección (LXV Legislatura)

Gráfica con el Índice de Complejidad Discursiva (ICD) por condición de reelección (LXV Legislatura).
Gráfica con el Índice de Complejidad Discursiva (ICD) por condición de reelección (LXV Legislatura).

El estudio de la complejidad discursiva reveló que no existe una diferencia estadísticamente significativa entre las diputaciones novatas y las reelectas (considerando incluso el efecto de haber servido anteriormente en el congreso federal o en legislaturas locales). En otras palabras, la experiencia acumulada a través de la reelección inmediata en la cámara no parece traducirse en un discurso parlamentario más sofisticado o informado de las diputaciones.

Este hallazgo desafía la noción de que la permanencia consecutiva en el cargo necesariamente conduce a una mejora en la calidad del debate parlamentario. Plantea, además, interrogantes sobre los mecanismos de aprendizaje y desarrollo profesional dentro del poder legislativo. ¿Están las diputaciones reelectas realmente aprovechando su experiencia para enriquecer el debate legislativo? Los datos sugieren que no es así, al menos no de una manera mensurable.

ICD y distintas variables biográficas de las diputaciones. Matriz de correlación

Gráfica con el ICD y distintas variables biográficas de las diputaciones. Matriz de correlación
Gráfica con el ICD y distintas variables biográficas de las diputaciones. Matriz de correlación

Para entender las variaciones en el Índice de Complejidad Discursiva (ICD), analizamos mediante una matriz de correlaciones, el nexo entre el ICD y varias variables biográficas como sexo, experiencia gubernamental, reelección, principio electoral y experiencia legislativa. Los resultados indican que no hay una relación significativa (ni positiva ni negativa) entre el ICD y la reelección (véanse cuadros enmarcados en negro). Esto sugiere que la reelección no mejora (ni empeora significativamente) la complejidad del discurso parlamentario.

El inesperado beneficiario de la reforma

A medida que se profundiza en los datos, emerge una conclusión que podría resultar inquietante: la reelección parece estar beneficiando más a los partidos políticos que a la ciudadanía o a la calidad de la representación.

El análisis de los patrones de reelección muestra una fuerte correlación entre la probabilidad de ser reelecto y factores como la lealtad al partido y la posición del legislador dentro de la jerarquía partidista. Esto sugiere que los partidos políticos están utilizando la reelección como un mecanismo para buscar perfiles capaces, llamativos, pero sobre todo leales, y con ello mantener el control sobre sus bancadas.

En lugar de fomentar una competencia basada en el mérito y el desempeño, la reelección se ha convertido en un mecanismo que refuerza el control de los partidos sobre quiénes ocupan los escaños en el Congreso. Este fenómeno plantea serias dudas sobre la efectividad de la reforma para alcanzar sus objetivos declarados de mejora democrática.

Es importante notar que este patrón no es único de México. Estudios comparativos en otros países con sistemas de reelección legislativa han encontrado tendencias similares. Sin embargo, el grado en que esto ocurre en México es particularmente pronunciado, posiblemente debido a la fortaleza histórica de los partidos políticos en el sistema electoral mexicano.

Mirando hacia el futuro: Espacio para el optimismo cauteloso

Antes de declarar el fracaso total de esta reforma, es importante recordar que la reelección legislativa en México es aún una práctica relativamente nueva. Como todo cambio significativo en un sistema político, requiere tiempo para madurar y, posiblemente, ajustes en su implementación.

Lo que se necesita, más que un abandono prematuro de la idea, es un replanteamiento de cómo se puede hacer que la reelección cumpla verdaderamente con sus objetivos originales. Esto podría implicar:

  1. Una mayor transparencia en el proceso de selección de candidaturas dentro de los partidos. Esto podría lograrse mediante la implementación de primarias abiertas o la publicación detallada de los criterios de selección.

  2. Mecanismos más efectivos para que la ciudadanía evalúe el desempeño de sus representantes. Esto podría incluir la creación de plataformas digitales que permitan un seguimiento fácil y accesible de la actividad legislativa de cada diputado.

  3. Incentivos reales para que las personas legisladoras prioricen la calidad de su labor sobre las dinámicas partidistas. Esto podría implicar la vinculación de ciertos beneficios o recursos a medidas objetivas de desempeño legislativo.

  4. Una revisión de las reglas electorales para fomentar una competencia más centrada en el mérito. Esto podría incluir límites más estrictos en el número de términos que una persona representante puede servir, o la introducción de cuotas para nuevos candidatos.

  5. Programas de capacitación y desarrollo profesional para congresistas, diseñados para mejorar sus habilidades en áreas clave como el análisis de políticas públicas, la técnica legislativa y la comunicación efectiva.

La importancia de la educación cívica

Un aspecto que no se puede pasar por alto es el papel crucial de la educación cívica en el éxito de cualquier reforma política. Para que la reelección legislativa funcione como se pretende, es necesario que los ciudadanos estén bien informados sobre el desempeño de sus representantes y sean capaces de evaluar críticamente su labor.

Esto implica no solo proporcionar información, sino también desarrollar las habilidades necesarias para interpretarla. Los programas de educación cívica deberían enfocarse en desarrollar la capacidad de los ciudadanos para entender los procesos legislativos, evaluar la calidad de las leyes propuestas y comprender el impacto de las políticas públicas en su vida cotidiana.

Conclusión: un capítulo inconcluso en la historia democrática de México

La reelección legislativa en México se presenta como un experimento democrático cuyo veredicto final aún está por escribirse. Los datos actuales sugieren que, hasta ahora, no ha cumplido con las expectativas iniciales de mejorar significativamente la calidad de la representación o la rendición de cuentas.

Sin embargo, esto no significa necesariamente que la idea sea inherentemente fallida. Más bien, indica la necesidad de un análisis crítico continuo y de ajustes basados en la evidencia. La democracia, después de todo, es un proyecto en constante evolución, y la reelección legislativa es solo una pieza de este complejo rompecabezas.

Como ciudadanos, nuestro papel es mantenernos informados, cuestionar críticamente las reformas políticas y sus efectos, y participar activamente en el proceso democrático. Solo a través de un compromiso sostenido con estos principios podremos esperar que reformas como la reelección legislativa cumplan verdaderamente con su promesa de fortalecer nuestra democracia.

El camino hacia una representación más efectiva y responsable es largo y no está exento de desafíos. Pero con un enfoque crítico, basado en evidencia y orientado hacia el bien común, podemos aspirar a convertir la “puerta giratoria del Congreso” en un mecanismo que realmente sirva a los intereses de la ciudadanía y no solo a los de la clase política.

Esta segunda entrega de nuestro análisis no cierra el debate, sino que lo enriquece con nuevos datos y perspectivas, invitando a una reflexión continua sobre el futuro de nuestra democracia representativa. La reelección legislativa en México es un experimento en curso, y su éxito dependerá no solo de los ajustes institucionales que se realicen, sino también del compromiso activo de todos los actores políticos y de la sociedad civil en su conjunto.

* Sergio A. Bárcena es doctor en Ciencia Política por la UNAM. Actualmente profesor investigador de la escuela de humanidades del Tecnológico de Monterrey y director de la asociación civil Buró Parlamentario. Gustavo Urbina Cortés es Doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por el Centro de Estudios Sociológicos (CES) de El Colegio de México. Actualmente se desempeña como investigador de El Colegio de México. Oscar Medina es licenciado en Ciencias Políticas por la UNAM y actualmente cursa el programa de Maestría en Estudios Políticos y Sociales en la misma universidad.