Un pueblo suizo masificado estudia cobrar una entrada al estilo de Venecia a los visitantes que lleguen en coche

Un pueblo suizo masificado estudia cobrar una entrada al estilo de Venecia a los visitantes que lleguen en coche

Lauterbrunnen es un bucólico pueblo de montaña enclavado en el esplendor paisajístico natural de los Alpes.

Con sus valles verdes y aterciopelados, sus imponentes acantilados y las sublimes cataratas Staubbach, de 300 metros de altura, la zona es un idilio inenarrable. Los visitantes acuden en masa, y la aldea de 2.400 habitantes no da abasto.

Esta semana, las autoridades locales anunciaron que estaban considerando la posibilidad de introducir un impuesto similar al de Venecia para los turistas, en un esfuerzo por frenar el turismo excesivo.

Un pueblo suizo víctima de las redes sociales

No hay duda de que Lauterbrunnen es una de las mejores fotos en las redes sociales: las estruendosas cataratas Staubbach han sido fotografiadas miles de veces.

Pero las prisas por conseguir contenido 'instagrameable' del sensacional paisaje se están convirtiendo en un quebradero de cabeza para los residentes.

Los aparcamientos y el transporte público están abarrotados de visitantes y las carreteras están llenas de basura. Los precios de los alquileres también suben porque los propietarios se aprovechan de los turistas que pagan más.

"Nos sentimos como empleados de un parque de atracciones", declaró el año pasado el párroco Markus Tschanz a la radio pública suiza 'SRF'.

Lauterbrunnen estudia una tasa de entrada al estilo de Venecia

Las autoridades locales han creado un grupo de trabajo para establecer formas de gestionar la afluencia de turistas.

Una de las propuestas es seguir el ejemplo de Venecia y cobrar a los visitantes una entrada de entre 5 y 10 francos suizos, según informó la semana pasada el sitio suizo de noticias 'Berner Zeitung'.

Al igual que en la ciudad de los canales, los visitantes que pasen el día en Lauterbrunnen tendrán que pagar mediante una aplicación para teléfonos inteligentes. Sin embargo, la tasa sólo se aplicaría a los que lleguen en coche; los que lleguen en transporte público no tendrán que pagar.

Los huéspedes que hayan reservado alojamiento también estarían exentos. Si la medida recibe luz verde, no entrará en vigor este verano. Antes habrá que pulir varios detalles, entre ellos cómo introducir una tasa para un espacio natural y cómo llevar a cabo los controles.

Los críticos han advertido de que las tasas de entrada no resuelven los problemas de afluencia de visitantes. Esta semana se han publicado nuevos datos que demuestran que la tasa de estancia de un día en Venecia, actualmente en vigor en periodo de prueba, no ha reducido el flujo de turistas.