Un programa de UM aborda la “epidemia de soledad” para las personas mayores | Opinión

Cuando Randy Letzler se trasladó a Miami desde Nueva York antes de la pandemia, conocía a dos personas: su hija y su nieta. Con la esperanza de hacer algunos amigos y mantenerse ocupada, la actriz jubilada se unió a Osher Lifelong Learning Institute (OLLI) de la Universidad de Miami (UM).

A las pocas semanas se produjo la pandemia y Letzler, de 72 años, se alegró de contar con una red de nuevos amigos que siguieron reuniéndose en Zoom para conversar y asistir a clases, ayudándose mutuamente a sobrellevar el aislamiento del cierre.

“OLLI se convirtió en un hogar para mí”, dijo Letzler, quien también enseña improvisación y preside el Comité Social de OLLI. “Son amistades para toda la vida”.

Para muchos en nuestra comunidad, no siempre es fácil encontrar esas amistades, sobre todo más tarde en la vida. Se nos advierte repetidamente, en los telediarios o en artículos de revistas, sobre los peligros de lo que se ha considerado una “epidemia de soledad” nacional.

En mayo, el Dr. Vivek Murthy, el secretario de Salubridad de Estados Unidos, dijo que la soledad y el aislamiento son una crisis de salud pública. Instó a los responsables políticos a promover un “cultivo de la conexión” a través de programas públicos, infraestructuras como parques y bibliotecas y un transporte público más accesible para facilitar la conexión entre las personas.

Incluso antes de la pandemia, cerca de la mitad de los adultos estadounidenses experimentaban “niveles mensurables de soledad”, un hecho que aumenta el riesgo de padecer problemas físicos y mentales, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, demencia y depresión.

A medida que nos acercamos a las fiestas navideñas, sabemos que esta época del año puede agravar los problemas de aislamiento de muchas personas de nuestra comunidad. Las películas y los anuncios de televisión muestran una imagen idealizada de la alegría navideña que, lamentablemente, no es la realidad para todo el mundo.

En una encuesta hecha a 2,000 personas por la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI), el 66% dijo sentirse solo durante las fiestas y cerca del 50% dijo no poder estar con sus seres queridos; otro 27% dijo estar alejado de al menos parte de su familia.

¿Cuál es la solución para toda esta soledad y aislamiento?

Como dijo el secretario de Salubridad, es un problema cuya cura “se esconde a plena vista”. Es engañosamente sencilla, aunque no necesariamente fácil de crear a escala: una mayor conexión social entre individuos y comunidades.

El año que viene celebraremos en UM el 40 aniversario de un programa que cuenta con un importante historial de mejora de las conexiones sociales y reducción de la soledad entre los adultos mayores de 50 años. Empezó en 1984 como Institute for Retired Professionals (IRP) y algunos de sus primeros miembros siguen con nosotros.

En la actualidad, OLLI de UM ofrece unas 350 clases al año sin créditos, así como eventos especiales, oportunidades de voluntariado y ciclos de conferencias a casi 800 miembros. Lo más importante es que el programa ofrece a sus miembros un sentido de pertenencia, una conexión social vital y un compromiso intelectual.

Nuestro lema es “Manténgase curioso, manténgase conectado”, porque, cuando las personas están involucradas y activas, viven más tiempo y con mejor salud. Sabemos que la necesidad existe.

En 2024, conmemoraremos cuatro décadas de conexión social con una celebración inaugural en marzo, en la que participará la ex presidenta de UM Donna E. Shalala, y con actos especiales a lo largo del año.

Algunos de nuestros miembros ya empezaron a celebrar sus conexiones con OLLI. Una de mis historias favoritas de OLLI de este año es la del grupo de mujeres que se hacen llamar “global posse”. Se conocieron hace unos años en un curso OLLI sobre política mundial.

Empezaron a reunirse fuera de clase e invitaron a su maestra a participar, discutiendo las noticias internacionales del día. Al final urdieron un plan para viajar juntas a Grecia, en donde exploraron el país, su historia y su cultura.

Vicki Luther, una de las miembros, que preside nuestro Concejo Asesor OLLI, lo expresó en una publicación: “Aquí estamos en Grecia, recorriendo las islas y pasándolo en grande simplemente pasando el rato con las demás, todo porque nos conocimos en una clase de OLLI hace varios años”.

Ese es el legado de nuestro OLLI en UM. Esperamos con ilusión las próximas cuatro décadas.

Rebecca MacMillan Fox es la decana de la División de Educación Continua e Internacional de UM, que alberga OLLI, el cual celebrará una jornada de puertas abiertas para posibles miembros de 10 a.m. a 1 p.m. el martes 9 de enero en el campus de Coral Gables. Inscríbase en línea.

MacMillan Fox.
MacMillan Fox.