Programa atrae a jóvenes de color a la atención médica más temprano que tarde

Jayline Pérez, de 21 años, se graduó tres semestres antes de lo previsto en la Universidad Roosevelt en diciembre de 2021. Como sus padres y abuelos sólo habían ido a la escuela hasta la primaria, ella le da crédito a Rush Education and Career Hub, o REACH, por haber cambiado su futuro.

“Crecí sin saber realmente que la universidad era una opción para mí”, dijo. “REACH fue uno de los únicos medios que tuve, además de mi escuela secundaria, animándome a ir a la universidad”.

Ahora Pérez estudia para el examen de admisión a la escuela de medicina y espera hacer una carrera de medicina. La neurociencia le interesa, pero quizá cambie de opinión. Pérez también está trabajando con su mentora, la doctora Susan López, directora de diversidad, equidad e inclusión para la educación médica de posgrado en Rush University Medical Center, ayudando con la investigación de disparidades de salud por COVID-19 (trabajando con los datos de los pacientes de COVID-19 para ver las diferencias en los resultados según la necesidad de interpretación en español) y organizando “campamentos de entrenamiento” de pre-medicina para adolescentes afroamericanos y latinos.

El camino de Pérez hacia el cuidado de la salud comenzó cuando se unió a REACH durante su tercer año en la escuela secundaria, como parte de After School Matters (ASM). La habitante de Belmont Cragin estaba interesada en el cuidado de la salud hasta cierto punto, pero su pasantía de verano en Rush University Medical Center con el programa MedSTEM Explorers de REACH, una sesión con aprendizaje práctico y desarrollo de habilidades, hizo que se quedara. Recuerda que la orientación del programa le dio un sentido de pertenencia.

“Vi que la mayoría de los participantes en el programa eran mujeres... es como si dijera: ‘Vaya, hay mujeres que se parecen a mí’”, dijo. “Fueron capaces de entender mis luchas, y estuve rodeada de estudiantes que tienen una historia muy similar a la mía. Siempre sentí que la gente no me entendería por mi origen cultural. Crecí aquí, en Northwest Side, y con todas las barreras que tuve que seguir saltando para evitar las trampas de la pobreza. Cuando trajeron a otros estudiantes así, definitivamente pude resonar con ello, porque me di cuenta de que no era la única”.

Comenzó con REACH en 2018, pero sus emociones al encontrar la verdad detrás de las palabras “La representación importa” siguen siendo evidentes años después.

“No sólo nos estaban dando experiencia clínica, como trabajar con pacientes o tener esa comunicación con otros proveedores de atención médica, ese tipo de recursos”, dijo Pérez. “También estaban desarrollando el sentido de creer en nosotros mismos. Cuando hay pasantes ayudando a un paciente, incluso si es sirviendo agua o trayendo algunas toallas, estás haciendo algo por ellos, y para mí fue como ‘Realmente puedo ayudar, realmente puedo ir más allá’”.

En 2021, de los estudiantes atendidos por REACH, el 75 por ciento eran mujeres, el 90 por ciento eran habitantes de West Side, el 88 por ciento eran afroamericanos o latinos y el 65 por ciento eran primera generación de universitarios. El programa le proporcionó a más de 180 pasantes de la escuela secundaria y la universidad más de 25,000 horas pagadas de aprendizaje basado en el trabajo y ayudó al 50 pr ciento de los pasantes de MedSTEM Pathways y al 100 por ciento de los Exploradores de MedSTEM a obtener una o más credenciales reconocidas por la industria (es decir, RCP, primeros auxilios/salvavidas básicos, técnico de flebotomía o técnico de ECG). Rush Education and Career Hub es una vía para que los estudiantes desde preescolar hasta la universidad participen en oportunidades de enriquecimiento en ciencias y matemáticas; su misión es aumentar la diversidad en las profesiones STEM y de atención médica.

“No quiero que nuestros estudiantes se limiten a transportar pacientes. Sí, pueden empezar por ahí, pero quiero que sean capaces de hacer más cosas si lo desean”, dijo la directora ejecutiva de REACH, Rukiya Curvey Johnson. “Deberían ser los médicos, deberían ser los científicos de investigación, deberían ser algunos de los anestesistas, y, entonces, ¿qué podemos hacer para que estén directamente en ese camino y puedan  acceder a salarios más altos y por lo tanto a más prestaciones y a una calidad de vida más feliz o mejor?”.

Curvey Johnson lleva cinco años en REACH y es el antiguo director ejecutivo de STEM e iniciativas estratégicas de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS). Habiendo estado en el lado de la educación durante años, dijo que vio a REACH como una oportunidad para ser capaz de informar al sector de la industria. Con 10 escuelas asociadas en el lado oeste y buscando más, Curvey Johnson quiere que cada estudiante de REACH sienta lo que Pérez siente por su futuro: un sentido de propiedad, confianza, autoagencia y una oportunidad de devolverle algo a las personas.

“Eso es algo que tratamos de cultivar en todos nuestros estudiantes”, dijo. “Construir un sentido de autoeficacia acerca de lo que pueden hacer para hacer activamente un cambio, para ser un solucionador de problemas de la comunidad, para también ser capaz de abordar algunas de las disparidades que ven, pero también simplemente llevar a otros consigo. El hecho de que Jayline haya dado un paso adelante con su hermana y haya codirigido nuestro programa de campo de entrenamiento de la escuela de medicina es simplemente fenomenal. Lo que es increíblemente importante es ese tipo de relación, y tener este tipo de apoyo de los compañeros para participar y ayudar a animarte”.

No es necesario que sepan qué camino quieren seguir en el ámbito de la salud, solo tienen que mostrar interés. Es ese interés el que REACH quiere despertar. La herramienta de orientación profesional de REACH le permite a los jóvenes explorar el campo según sus gustos.

“Puedes darle clic a ‘Me gusta ayudar a la gente’ y te llevará a un par de carreras que se alinean con eso, y tendrás la oportunidad de participar y ver no solo nuestros programas, [sino] también otros programas alrededor de la ciudad, así como actividades que pueden hacer que puedas ayudar más y profundizar en ese interés”, dijo Curvey Johnson.

En cuanto a Pérez, no ha hecho más que empezar. Su labor de retribución continuará, “si Dios quiere, como estudiante de medicina dentro de un año”, dijo. También quiere ser un recurso para otros que se parezcan a ella en esa capacidad.

“Uno de los factores de las disparidades en la atención médica es que no hay muchos profesionales de la medicina que provengan de comunidades subrepresentadas”, dijo Pérez. “Ellos (REACH) están formando a esos profesionales. Sé que están muy abiertos, no solo a la atención médica sino también a las tecnologías de la información y a otros programas. Espero que un día eso evolucione para ayudar a otra persona, ya sea como paciente o no, para acabar cerrando esa brecha”.