Profesor cubano vive una noche inolvidable en Las Vegas con sus dos campeones dominicanos

Ismael Salas tuvo un nueva noche de campeones. Si la República Dominicana vivió el sábado una jornada inolvidable con los triunfos de sus campeones Carlos Adames y Alberto Puello, para el maestro cubano será también una velada para el recuerdo.

Un reconocido entrenador desde hace mucho tiempo, Salas guió a Adames a una victoria por decisión unánime sobre Terrell Gausha para retener su faja de las 160 libras en versión del CMB, mientras que Puello superaba a Gary Antuanne Russell para apoderarse del cinturón interino del peso súper ligero en ese mismo organismo.

La victoria de Adames era esperada y se produjo sin grandes complicaciones por decisión unánime, porque el dominicano siempre llevó la voz cantante y en ningún momento se vio en apuros por parte de un hombre experimentado y con experiencia olímpica.

“Esta fue una victoria muy satisfactoria, habiendo defendido mi titulo de la manera que lo hice con una decisión contundente’‘, expresó Adames. “Era lo que quería tras haber pasado un año sin pelear. “¡Lo mejor está por venir! Quiero darle las gracias a la gente por haber venido a apoyarme”.

Pero el triunfo de Puello sobre Russell fue tan peleado como se esperaba y el quisqueyano tuvo que buscar muy profundo dentro de sí para responder al fuego del estadounidense, quien siempre vino hacia adelante tratando de desconcertar a su rival.

Al final, Puello se llevó una decisión dividida -aunque mereció ser unánime- gracias a una estrategia defensiva soberbia que hizo fallar mucho a su oponente y un contragolpeo eficiente que sacó de paso a un Russell que reconoció su derrota.

“Cuando celebré cayendo de rodillas al suelo, lo primero que hice fue darle las gracias a Dios, y luego dije ‘lo logré’, indicó Puello. “La barrera del peso y el tiempo pasado lejos de mi familia valieron la pena después de todo. El ser campeón se siente fenomenal, ya que este momento marca un antes y un después en mi carrera y en mi vida. Fue la mejor pelea de mi vida. Que ahora venga quien sea. Estoy listo para enfrentar a cualquiera”.

Para Salas debe haber sido una noche reconfortante, pues de esta manera les recuerda a todos la profundidad de su trabajo y dedicación, a pesar que no siempre los resultados de sus boxeadores hayan sido victoriosos, algo por lo que suelen atravesar los mejores entrenadores.

Los éxitos de Puello y Adames reafirman que el profesor de Las Vegas sigue tan vigente como siempre.