EEUU lo acusó de espiar para Rusia, y también tenía conexiones con López Obrador

Antes de su sentencia de junio por ayudar a Rusia a espiar a Estados Unidos, Héctor Cabrera-Fuentes pidió clemencia. Sus abogados argumentaron que era un investigador de renombre mundial sobre enfermedades cardiovasculares, y un modelo a seguir por su trabajo caritativo en el empobrecido estado mexicano de Oaxaca.

La trayectoria de Cabrera-Fuentes comenzó desde sus humildes orígenes en el pequeño pueblo de El Espinal, conocido por su picante estofado oaxaqueño y su colorida ropa floreada durante las fiestas. Ascendió hasta convertirse en un médico de prestigio internacional antes de verse envuelto en el escándalo de espionaje.

Los reporteros del Organized Crime and Corruption Reporting Project, OCCRP, y del Miami Herald también han descubierto que esta improbable saga incluyó paradas en el Palacio Nacional de México, el lugar de trabajo oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el palacio, Cabrera-Fuentes se reunió en numerosas ocasiones con funcionarios implicados en la elevada ambición de López Obrador de construir un ferrocarril a través del sudeste de México, el cual podría poner en peligro algunas rutas marítimas mundiales y desafiar al Canal de Panamá.

Cabrera-Fuentes había estado viviendo en Singapur, y el gobierno mexicano esperaba contar con él para atraer inversiones de la potencia financiera asiática, según el alcalde de El Espinal, Hazael Matus Toledo, quien dijo haber asistido a reuniones entre altos funcionarios del gobierno y el científico convertido en espía.

“La última reunión iba a ser un martes. Lo arrestaron un domingo”, dijo Matus a OCCRP.

No está claro cómo se conectó el gobierno de López Obrador con Cabrera-Fuentes, o qué papel él estaba desempeñando exactamente en el desarrollo del proyecto ferroviario. Sin embargo, el Corredor Transístmico es ampliamente visto como una apuesta del presidente populista para atraer inversiones asiáticas y una amenaza potencial para la hegemonía estadounidense en la región.

La oficina del presidente no respondió a las solicitudes de comentario sobre la relación de Cabrera-Fuentes con el gobierno mexicano.

Hasta ahora no se había informado del alcance de las conexiones políticas de Cabrera-Fuentes en México, pero se ha escrito mucho desde su arresto en 2020, especialmente cuando se filtraron detalles sobre las acusaciones de espionaje y su otra familia secreta en Rusia.

La escuela secundaria en El Espinal a la que asistió Cabrera-Fuentes
La escuela secundaria en El Espinal a la que asistió Cabrera-Fuentes

Para quienes en México respetaban sus logros científicos y conocían su labor benéfica ayudando a reconstruir zonas dañadas por terremotos y financiando estudios en el extranjero, es difícil aceptar las acusaciones en su contra.

“Es una vil mentira”, insistió Román Cruz Ortiz, un ingeniero químico que se convirtió en mentor de Cabrera-Fuentes tras conocerlo cuando era estudiante de preparatoria de 16 años interesado en la ciencia.

Cabrera-Fuentes se declaró culpable en febrero y fue sentenciado a cuatro años de prisión en Estados Unidos por trabajar como agente extranjero no registrado, ayudando a Rusia a espiar a un informante en Miami. El informante había compartido información sobre los servicios de inteligencia rusos con el gobierno de Estados Unidos.

Estos pocos detalles fueron esbozados en una declaración jurada del FBI en apoyo de la denuncia penal en febrero de 2020. También reveló que Cabrera-Fuentes, de 37 años, dijo a los agentes de contrainteligencia del FBI que tenía dos esposas y dos grupos de hijos pequeños, uno en México y otro en Rusia.

El FBI describió a Cabrera-Fuentes como un “cooperante”, usado por la inteligencia rusa para proporcionar “una capa de ofuscación” entre él y el objetivo.

Pero la mayor parte de la información sobre su arresto en el aeropuerto de Miami sigue siendo clasificada, oculta al público por razones de seguridad nacional de Estados Unidos en virtud de la Ley de Protección de la Información Clasificada. El blanco del espionaje, la razón por la que se le pidió que Cabrera-Fuentes espiara al objetivo, e incluso los lugares de Miami donde tuvo lugar, se ocultaron incluso a sus abogados defensores y siguen siendo secretos, según informó OCCRP.

Cabrera-Fuentes está cumpliendo ahora su sentencia en el sur de Florida, y podría salir en un año por buena conducta. No ha hablado con los medios de comunicación desde su arresto y, a través de su abogado rechazó una entrevista con OCCRP.

“Creo que la sentencia de cuatro años refleja que el propio tribunal reconoció que las contribuciones humanitarias y científicas eran muy, muy importantes a nivel social”, dijo su abogado, Ronald Gainor.

Héroe local, paria político

El legado de Cabrera-Fuentes sigue siendo fuerte en su pueblo natal de El Espinal, donde la gente todavía recuerda sus buenas obras y admira la destreza intelectual que le llevó a publicar más de 100 artículos académicos. En el momento de su arresto, realizaba investigaciones sobre enfermedades cardíacas financiadas por una beca conjunta de la Universidad de Duke en Carolina del Norte y la Universidad Nacional de Singapur.

Manifestación en El Espinal, Oaxaca, en apoyo a Cabrera-Fuentes
Manifestación en El Espinal, Oaxaca, en apoyo a Cabrera-Fuentes

Pero la mayoría de los aliados políticos de Cabrera-Fuentes lo han abandonado.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, se deshizo en elogios hacia Cabrera-Fuentes cuando el científico dirigió un equipo que desarrolló una nueva crema para tratar úlceras, quemaduras y otras heridas. En un momento dado, Murat incluso proporcionó un helicóptero para transportar a los científicos a una reunión en El Espinal.

Pero el alcalde de El Espinal, Matus, dijo que Murat se negó a interceder ante las autoridades federales en favor de Cabrera-Fuentes una vez que fue arrestado. (Murat no quiso hacer ningún comentario).

Matus dijo que viajó a la capital, Ciudad de México, para solicitar al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que interviniera en el caso de Cabrera-Fuentes. Pero cuando se presentó a su cita y dijo al personal que estaba allí para hablar de Cabrera-Fuentes, la reunión se canceló y le dijeron: “Es un tema delicado, amigo”.

Cabrera-Fuentes incluso ha desaparecido del sitio web del Instituto Tecnológico de Monterrey, una de las principales universidades de México donde era coordinador del Centro de Biotecnología.

Pero algunos amigos y colegas descartan por completo las acusaciones de espionaje.

Los estadounidenses querían silenciar a Cabrera-Fuentes porque lo consideraban “una amenaza” debido a sus logros científicos, especialmente su trabajo sobre la regeneración celular en víctimas de infarto, dijo su antiguo mentor, Cruz.

“Digamos que lo veían como un peligro, como ha sucedido con muchos personajes en la historia que han aportado mucho a la ciencia”, dijo en entrevista en un restaurante rústico de la cercana Ixtaltepec.

Román Cruz Ortiz, mentor de Cabrera-Fuentes en secundaria
Román Cruz Ortiz, mentor de Cabrera-Fuentes en secundaria

“Conozco la calidad humana de Héctor, conozco su capacidad intelectual y profesional, no creo ni creeré nunca eso de lo que le acusan”, agregó Cruz.

Cruz recordó cómo el estudiante de la preparatoria, ávido de conocimientos, se acercó a él para pedirle ayuda para aprender más de lo que sus maestros podían ofrecer.

“Vino a pedir apoyo para aprender química”, recordó entre sorbos de agua mineral. Desde ese día, ayudó a Cabrera-Fuentes a estudiar todos los sábados desde las 4:30 a.m. hasta las 8 a.m.

La tutoría le llevó a interesarse por la biología molecular durante toda su vida, y Cabrera-Fuentes pasó a estudiar en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Luego asistió a la Universidad de Puebla, donde ganó una beca para estudiar medicina en Rusia.

Chantaje

Fue en Rusia donde Cabrera-Fuentes conoció a Aliya Valeyeva. Se casaron en algún momento entre 2005 y 2010 en la ciudad oriental de Kazán, donde él estudiaba, y las fotos muestran a la pareja con trajes ceremoniales de los tártaros, el principal grupo étnico de la región.

Valeyeva estuvo con Cabrera-Fuentes cuando éste estudió su doctorado en la ciudad alemana de Giesen. Ella fue a Rusia con sus hijos de visita y se le prohibió volver a Alemania, según la declaración jurada del FBI. Así fue como la inteligencia rusa pudo chantajear a Cabrera-Fuentes para que espiara.

El teléfono celular de Cabrera-Fuentes mostró que había habido interacción entre él y un encargado ruso. Según la declaración jurada, el agente prometió ayudar a Cabrera-Fuentes a sacar a su esposa y a sus hijas de Rusia.

Cabrera-Fuentes aceptó el trato y viajó a Miami con una visa de negocios para recabar información sobre el objetivo del espionaje ruso, una persona que previamente había pasado información al gobierno de Estados Unidos. Con él viajaba su esposa mexicana, Evelyn Dehesa Martínez.

Los documentos de acusación dicen que el encargado ruso instruyó a Cabrera-Fuentes, a través de un socio, para que alquilara un condominio en el complejo donde vivía el objetivo. Le dieron $20,000 dólares para el alquiler y un pago inicial para los gastos.

La pareja trabajó conjuntamente para vigilar al objetivo, y en el teléfono de Dehesa se encontraron fotografías de las matrículas del objetivo, según la acusación contra Cabrera-Fuentes.

Dehesa no ha hablado desde el arresto de su esposo, y los registros muestran que se le permitió regresar a México sin enfrentar cargos en Estados Unidos. El FBI se ha negado a proporcionar detalles sobre el papel que ella podría haber desempeñado en el espionaje.

Dehesa declinó una solicitud de entrevista. La esposa rusa de Cabrera-Fuentes no respondió a las solicitudes de comentario enviadas a través de LinkedIn y del sitio ruso de redes sociales VK.com, donde publica como Aliya Cabrera-Fuentes.

Antes de la sentencia de junio, los padres y hermanos de Cabrera-Fuentes enviaron cartas de apoyo en las que daban fe de su buen carácter y pedían clemencia. Pero dijeron a OCCRP que no querían hablar más del caso.

“No estamos abiertos a hacer ningún comentario considerando que en este momento la primera persona que debe hacerlo es el propio Héctor antes que el resto de la familia”, dijo su hermana en un correo electrónico.

Para los amigos de Cabrera-Fuentes y otros miembros de su familia, su implicación en un caso de espionaje internacional no concuerda con todo lo que saben del niño inteligente que siguió su pasión por la ciencia hasta la edad adulta.

Cabrera-Fuentes se crió en una casa de color rojo que compartía patio con familiares por parte de su madre. Entre ellos estaba su primo Rusbelt Fuentes, que hoy es director del grupo sin ánimo de lucro Por Oaxaca más Investigadores, que fue fundado por Cabrera-Fuentes y promueve a los jóvenes científicos de El Espinal y de todo el estado.

Fuentes dijo que su primo se inspiró particularmente cuando era niño en un libro sobre científicos pioneros que descubrieron microbios e inventaron vacunas para combatirlos, salvando millones de vidas.

“Él cuenta esa historia, que a los 11 años leyó ‘Cazadores de microbios’ y quedó impresionado”, dijo Fuentes en una entrevista en el patio de su casa en El Espinal, tomando la sombra en medio del abrasador sol del mediodía.

Juan Alpuche, un científico cercano a Cabrera-Fuentes, dijo que su amigo sólo pudo haberse visto arrastrado al espionaje contra su voluntad, para proteger a su familia.

“¿Pero premeditado? No lo creo”, dijo Alpuche.

Reportería adicional de Diana Manzo (Aristegui Noticias). Investigación de Karina Shedrofsky (OCCRP) y Tom Stocks (OCCRP).

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