Presionado tras su apoyo sin restricciones a la ofensiva de Israel, Biden recalcula su postura sobre la guerra
WASHINGTON.- Joe Biden brindaba un discurso en una recepción de campaña del Partido Demócrata en Minneapolis, Minnesota, cuando una mujer en la audiencia lo interrumpió. “Señor presidente, si le importa el pueblo judío, como rabino, necesito que llame a un cese al fuego ahora”, dijo la mujer. Otros participantes le gritaron que se sentara, que se fuera, pero Biden los cayó y, sorpresivamente, le respondió. “Creo que necesitamos una pausa”, dijo el mandatario. Biden aclaró después que una pausa significa “dar tiempo” para poder evacuar a los prisioneros, una referencia a los rehenes en manos de Hamas.
La frase de Biden marcó un giro en la posición de la Casa Blanca, que hasta el momento ha mostrado un respaldo contundente a la ofensiva desplegada por Israel en repuesta al brutal ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre, que dejó 1400 muertos. El respaldo de la administración de Biden se ha mantenido a pesar de las crecientes críticas y la ola de repudio global que ha tenido la respuesta israelí por el enorme impacto humanitario de los bombardeos en la Franja de Gaza, que ya han dejado más de casi 9000 víctimas, de las cuales 3650 son niños, según el Ministerio de Salud gazatí controlado por Hamas. Biden ha puesto en duda esas cifras.
El recálculo que mostró Biden llega en momentos en los que arrecian protestas en Estados Unidos y el resto del mundo contra la ofensiva israelí y cae el apoyo a Biden entre los jóvenes por su manejo de la nueva crisis en Medio Oriente. Varios países han pedido un cese al fuego o han comenzado a tensar o directamente a romper sus vínculos con Israel por los bombardeos en Gaza, incluido el ataque al campo de refugiados de Jabalya, que recibió una nueva condena de las Naciones Unidas. Y la estrategia de Estados Unidos frente al conflicto ha comenzado a generar inquietud, malestar y disensos puertas adentros de la administración y en el Departamento de Estado.
Biden ha prometido en numerosas ocasiones un firme y perdurable apoyo a Israel, y ha reiterado que el Estado judío tiene el derecho a defenderse del ataque terrorista de Hamas. Biden también ha dicho que Israel debe “operar bajo las reglas de la guerra”, protegiendo a la población civil. Biden habló el fin de semana una vez más con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y reiteró que Israel debe defenderse “de manera compatible con el derecho internacional humanitario que prioriza la protección de los civiles”.
Pero quienes exigen un alto al fuego creen que Biden y su administración han sido demasiado permisibles y en los hechos le han dado un cheque en blanco al gobierno de Netanyahu permitiendo la seguidilla de bombardeos que han arrasado con gran parte de la Franja de Gaza y han dejado miles de víctimas civiles.
Ahora el gobierno norteamericano planea urgir al gobierno israelí de Benjamin Netanyahu a aceptar una serie de “pausas” en su ofensiva para permitir que la ayuda humanitaria llegue a Gaza, y a la vez puedan salir los rehenes en manos de Hamas.
“Realmente no estamos hablando sólo de una pausa. Estamos explorando la idea de hacer tantas pausas como sean necesarias para seguir enviando ayuda y seguir trabajando para sacar a la gente de forma segura”, dijo el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, en la tradicional conferencia diaria de la Casa Blanca.
Kirby se preocupó por remarcar que estas “pausas” no implican un cese al fuego, una movida que la Casa Blanca todavía se rehúsa a respaldar a pesar de la creciente presión internacional sobre Washington y Tel Aviv. Kirby dijo que las pausas deben tener un fin concreto, y reiteró que los dos únicos objetivos serían permitir la salida de rehenes de Gaza y el ingreso de ayuda humanitaria. Kirby de hecho volvió a defender el derecho de Israel de atacar Gaza al citar las últimas declaraciones del líder de Hamás, Ghazi Hamad, quien prometió replicar el ataque del 7 de octubre hasta aniquilar Israel, un país que, dijo, “no tiene lugar en nuestra tierra”.
“Estos tipos quieren borrarlos del mapa, ni siquiera creen que tienen derecho a existir”, dijo Kirby.
El mensaje de la Casa Blanca llegó luego de que el presidente Biden reveló el miércoles que Netanyahu había acordado detener brevemente los bombardeos el 20 de octubre para permitir la liberación de dos estadounidenses, Judith Raanan, de 59 años, y su hija, Natalie Raanan, de 17.
Mientras el gobierno de Biden ajusta su estrategia en Medio Oriente, el Congreso se prepara para discutir el paquete de ayuda a Israel y Ucrania solicitado por la Casa Blanca, que suma más de 100.000 millones de dólares e incluye también fondos para Taiwán, ayuda humanitaria para Gaza y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera. Los republicanos tienen en carpeta un plan para brindar 14.300 millones de dólares en ayuda a Israel recortando el financiamiento de la agencia recaudadora de impuestos, el IRS, dando pie a un enfrentamiento con el Senado, de mayoría demócrata, y la Casa Blanca.
“Estamos en una situación desesperada como nación”, dijo el flamante presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. “Queremos proteger, ayudar y asistir a nuestro amigo Israel, pero también tenemos que mantener nuestra propia casa en orden”, insistió.