El presidente tunecino compara el impacto de la corrupción con bombardeos israelíes en Gaza

Túnez, 15 oct (EFE).- El presidente tunecino, Kais Said, comparó este domingo el impacto de la corrupción y el desfalco en la sanidad pública con los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, que han dejado en ocho días 2.670 muertos y al menos 9.600 heridos.

"Los impactos de la corrupción no son menores que de los bombardeos contra los hospitales de Gaza", aseguró el mandatario durante su visita al hospital regional de Bizerta, a 80 kilómetros de la capital, en la que acusó del retraso de las obras de renovación a grupos de presión con el fin de destruir el sistema sanitario, que "no dispone de un mínimo requerido".

En un video compartido por Presidencia, Said recorrió el servicio de maternidad y pediatría junto al gobernador de Bizerta y señaló las obras paralizadas, los escombros y basuras amontonados así como la falta de escáneres operativos en la mayoría de establecimientos hospitalarios del país, por lo que "en Túnez el que no tiene dinero, muere".

Horas antes, el ministro de Exteriores, Nabil Ammar, mantuvo conversaciones telefónicas con media decena de responsables europeos, incluido su homólogo español, José Manuel Albares, en las que instó a sus interlocutores a asumir su responsabilidad política y moral para imponer el cese inmediato de "la agresión brutal e inhumana" de Israel contra Gaza.

El país magrebí reivindicó de nuevo este domingo su apoyo al derecho de los palestinos a un Estado independiente con Jerusalén como capital y envió un avión con 12 toneladas de material médico y antibióticos en coordinación con la Media Luna Roja de Palestina y Egipto además de alimentos básicos.

El Ministerio de Sanidad gazatí denunció una "limpieza étnica" después de que los ataques israelíes hayan matado a 2.670 personas y herido a 9.600 en represalia por el ataque sin precedentes de la organización islamista Hamás- con miles de cohetes y la infiltración de milicianos en suelo israelí- que dejó el pasado 7 de octubre 1.400 muertos y 3.500 heridos.

Desde entonces, el Gobierno israelí ha impuesto un cerco sobre este enclave y diferentes organizaciones internacionales como la ONU reclaman que levante el estricto bloqueo, que le priva de acceso a agua, electricidad, combustible o cualquier tipo de mercancía; para poder enviar ayuda humanitaria y evacuar a enfermos y heridos.

(c) Agencia EFE