Presidente sudafricano trata de insuflar confianza a su electorado antes de legislativas cruciales

Unos simpatizantes del ANC se congregan frente al estadio FNB de Johannesburgo el 25 de mayo de 2024 (Phill Magakoe)
Unos simpatizantes del ANC se congregan frente al estadio FNB de Johannesburgo el 25 de mayo de 2024 (Phill Magakoe)

"Haremos más y lo haremos mejor", prometió el sábado el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa durante el último gran mitin del Congreso Nacional Africano (ANC), partido en el poder en Sudáfrica desde hace 30 años -cuando terminó el apartheid-, antes de las elecciones legislativas del próximo miércoles a las que acude debilitado.

En un estadio de Johannesburgo, la capital económica del país, Ramaphosa insistió ante sus partidarios vestidos de amarillo y verde, los colores del ANC, en los avances logrados desde el final del apartheid.

Unos 27,6 millones de electores deberán decidir, según él, "si el país continúa avanzando o da marcha atrás hacia su terrible pasado".

Cyril Ramaphosa, de 71 años, reiteró, como hizo la víspera en su visita a las calles de Soweto, que una victoria del ANC era inevitable.

Sin embargo, los últimos sondeos indican que el ANC podría perder su mayoría parlamentaria por primera vez en su historia, con entre un 40% y 60% de intención de voto.

Esto le obligaría a forjar alianzas para mantenerse en el poder, ya que será el nuevo Parlamento el que designará al próximo presidente en junio.

- "El ANC, mi segundo Dios" -

Nkululeko Sibeko, de 37 años, acompañado por su novia, explicó que "es importante estar aquí esta vez, porque el ANC está realmente en apuros" de cara a las elecciones del miércoles.

"Hay que darles otra oportunidad", afirmó, reconociendo que algunos responsables del partido "se comportaron mal", en alusión a la corrupción que salpica a la formación, que gobierna desde la elección de Nelson Mandela en 1994.

Para Sibeko, el mayor fracaso del actual presidente es su incapacidad para proporcionar servicios básicos a la mayoría de los sudafricanos, que sufren cortes de electricidad y escasez de agua.

Nomea Njeto, una desempleada de 53 años que vive en una vivienda social, recuerda por encima de todo su gratitud al antiguo movimiento de liberación, que libró a la población negra del racista y brutal sistema del apartheid.

"Al menos intentan mejorar nuestras vidas", declaró esta mujer que luce gafas negras y rastas. Antes, "era triste y doloroso, no teníamos nada. Ahora, al menos, tengo casa", concluyó.

Katherine Mzuza, de 48 años, expresa la misma gratitud: "El ANC es mi segundo Dios. Crecí con ellos, mi sangre es amarilla y verde".

"Tenemos casas, escuelas, centros de salud gratuitos, todo gracias al ANC", aseguró, incluso si muchos de sus conciudadanos se quejan de unos servicios públicos decadentes.

Ramaphosa, que habló durante un discurso de una hora y media de todos los proyectos en curso y subrayó las mejoras, llamó a sus partidarios a madrugar el miércoles para votar por el ANC y asegurar una victoria con un 70% de votos.

- Mitines de la oposición -

La formación hegemónica hasta ahora no es la única que se movilizará este último fin de semana de campaña electoral, en el que la oposición también tiene previsto reunirse.

Los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, izquierda radical) apoyaron el sábado en un estadio de Polokwane, en el noreste, a su provocador líder, Julius Malema, que prometió que "si los jóvenes votan" el miércoles, "derrocaremos a un gobierno de criminales".

El partido, que apuesta por el descontento creciente de las clases más desfavorecidas, cosecha un 10% de intención de voto.

Y la Alianza Democrática (DA, centro), primer partido de la oposición con un 25% de intención de voto, celebrará su último gran acto el domingo en los suburbios de Johannesburgo, en presencia de su líder John Steenhuisen, con el eslogan "Salvar a Sudáfrica".

La campaña estuvo no obstante ampliamante acaparada por el expresidente Jacob Zuma, de 82 años, antiguo gran pilar del ANC, cuyo nuevo partido dio la sorpresa alcanzando hasta un 14% de intención de voto.

El domingo celebrará su último mitin en la provincia de Mpumalanga, en el este del país, un bastión tradicional del ANC.

Si bien Zuma, a la cabeza de un partido populista llamado como el brazo armado del ANC durante el apartheid, Umkhonto We Sizwe (MK), fue declarado inelegible debido a una condena en 2021, su rostro aparecerá en las papeletas de voto, ya impresas.

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