El presidente sirio, dispuesto a reunirse con Erdogan según el "contenido" de los encuentros

El presidente de Siria, Bashar al Asad, acude a votar en las elecciones parlamentarias, el 15 de julio de 2024 en Damasco (-)
El presidente de Siria, Bashar al Asad, acude a votar en las elecciones parlamentarias, el 15 de julio de 2024 en Damasco (-)

El presidente sirio, Bashar al Asad, dijo el lunes que está dispuesto a reunirse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en función del "contenido" de las conversaciones, en respuesta a un intento de acercamiento del dirigente de Turquía.

Los dos países, fronterizos, rompieron sus relaciones diplomáticas al inicio de la guerra civil en Siria, un conflicto que estalló en 2011 cuando una ola de protestas pacíficas contra el gobierno de al Asad fue brutalmente reprimida.

"Si reunirse (con Erdogan) produce resultados (...) y sirve a los intereses del país, entonces lo haría", declaró Asad en respuesta a una pregunta de periodistas.

"Pero el problema (...) está en el contenido de la reunión", añadió, considerando que "el apoyo al terrorismo y la retirada del territorio sirio" de las tropas turcas constituyen "la esencia del problema".

Asad reafirmó esta posición de su país en respuesta a Erdogan, que afirmó hace unos días que puede invitar "en cualquier momento" a su homólogo sirio a Turquía.

El presidente turco anunció después, el sábado, el fin inminente de la operación militar contra combatientes separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak y Siria.

"Sin discutir la esencia del problema, ¿qué sentido tendría el encuentro?", se preguntó de nuevo Asad, afirmando que tal cita debería "responder a los intereses" de ambos países.

"Es necesaria una reunión a cualquier nivel", añadió, precisando que "algunos mediadores" estaban organizando un encuentro "a nivel de seguridad".

Siria exige a Turquía desde 2022 que retire sus fuerzas, que controlan dos zonas fronterizas en el norte del país y ejercen una influencia en el noroeste -controlado por yihadistas-, antes de cualquier encuentro y normalización de las relaciones.

Al inicio de las protestas antigubernamentales en Siria, Turquía aconsejó a su socio Damasco que emprendiera reformas políticas y luego pidió la dimisión de Bashar al Asad.

En marzo de 2022, Turquía cerró su embajada en Damasco y el presidente Erdogan calificó a Bashar al Asad de "asesino" y "terrorista".

Ankara acogió entonces a los grupos de la oposición política siria y comenzó a apoyar a los rebeldes armados.

Pero Turquía insistió entonces en la necesidad de impedir que se abriera un "corredor del terror" -en palabras de Erdogan- en el norte de Siria, donde los kurdos establecieron una administración autónoma, rechazada tanto por Ankara como por Damasco.

En agosto de 2022, Turquía dijo por primera vez que quería reconciliar a la oposición y al régimen en Siria, provocando la ira de los opositores y rebeldes sirios.

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