El nuevo presidente de la Cámara de Representantes de EEUU encara tareas| Opinión

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ya tiene un nuevo presidente. Este pasado miércoles 25 de octubre, el nombramiento de Mike Johnson, congresista republicano por el estado de Luisiana, pone fin a tres semanas de caos en el Capitolio de Washington.

La Cámara, en efecto, sufrió tres semanas de parálisis después de la destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre. En ese período, los republicanos intentaron tres veces elegir a un nuevo líder de la Cámara, sin conseguirlo, hasta que por fin se pusieron de acuerdo y nombraron a Johnson.

Terminó así el caos en el Congreso generado por la destitución de McCarthy, un hecho sin precedentes en el Capitolio. McCarthy perdió su puesto tras una moción de censura presentada el 2 de octubre por el congresista republicano de ultraderecha Matt Gaetz, que representa al distrito 1 de Florida.

El ala de línea dura del Partido Republicano apoyó la moción inmediatamente. Los extremistas estaban descontentos con McCarthy porque había llegado a un acuerdo con los demócratas para evitar el cierre del gobierno federal si se le negaba la financiación necesaria para su funcionamiento.

Johnson, un legislador ultraconservador y evangélico, elegido por primera vez en 2016, que hasta ahora no se había destacado en el escenario nacional, es un firme aliado del ex presidente Donald Trump.

Fue uno de los políticos que intentaron revertir la elección de 2020, que ganó por amplio margen el presidente actual, Joe Biden. Johnson apoyó las objeciones a los resultados electorales cuando el Congreso se reunió el 6 de enero de 2021 para certificar el triunfo de Biden, el mismo día que una turba de partidarios de Trump asaltó el Capitolio. Johnson también respaldó una demanda presentada por el estado de Texas para anular la elección de 2020.

El nuevo speaker de la Cámara enfrenta una tarea ardua y asuntos urgentes que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo. Entre los problemas que requieren una respuesta inmediata está el financiamiento del gobierno federal, que se vence el 17 de noviembre. Para evitar la parálisis del gobierno, la Cámara, dominada por los republicanos, debe trabajar con el Senado, de mayoría demócrata.

Otro punto urgente de la agenda es el envío de fondos para apoyar a Ucrania en su resistencia frente a la invasión de Rusia, y a Israel en su batalla contra la organización terrorista Hamas. En el Capitolio hay un gran respaldo bipartidista a Israel, pero muchos legisladores republicanos no quieren seguir enviando dinero a Ucrania.

El primer acto de Johnson como presidente de la Cámara ha sido presentar una resolución —rápidamente aprobada por los legisladores— en apoyo a Israel.

Entretanto, después de volar a Tel Aviv para reafirmar el apoyo incondicional de Washington, el presidente Biden ha intentado contener los devastadores bombardeos de la aviación israelí contra Gaza, que han causado un pavoroso desastre humanitario y la muerte de más de 5.000 palestinos, entre ellos muchos niños. Biden también ha condenado las agresiones de colonos israelíes contra palestinos en Cisjordania, que se han incrementado desde el 7 de octubre, y está insistiendo en la solución de dos Estados, uno israelí y uno palestino, para alcanzar por fin la paz en la volátil región del Oriente Medio.

Esa es la difícil situación ante la que Johnson estrena su mandato al frente de la Cámara de Representantes.

Andrés Hernández Alende es un escritor y periodista radicado en Miami. Sus libros más recientes son la novela La espada macedonia, publicada por Mundiediciones, y el ensayo Una plaga del siglo XXI, sobre la pandemia del COVID-19, a la venta en Amazon.

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