La presión crece en Ecuador por desaparición hace 13 días de 4 niños en la que señalan a militares
La desaparición de cuatro niños que jugaban fútbol hace 13 días en Ecuador en la que involucran a supuestos militares agudizó el sábado la presión sobre las autoridades con la convocatoria de la presidenta de la Asamblea al ministro de Defensa y a mandos de las Fuerzas Armadas para comparecer por el caso.
El suceso, calificado como una presunta desaparición forzada en el comunicado de la titular del Legislativo, ocurrió en la noche del domingo 8 de diciembre cuando cuatro jóvenes de 11 años, dos de 14 y uno de 15 no regresaron a sus casas tras jugar un partido de fútbol en un barrio de Guayaquil, en la costa de Ecuador.
El padre de uno de ellos relató a la prensa local que cuando los menores caminaban hacia su casa, dos vehículos con personas vestidas de militares pasaron por la zona y todos los niños que salían de jugar fútbol huyeron. Cuatro de ellos fueron alcanzados por los uniformados y subidos a los autos. Desde entonces se desconoce su paradero.
En la denuncia que el padre presentó en la fiscalía indicó que las personas vestidas con prendas militares llevaban armas y dispararon al aire.
No se ha informado oficialmente si hay algún miembro del Ejército en investigación por este caso.
La presidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz, convocó al Pleno el próximo lunes y llamó a comparecer al ministro de Defensa, Jaime Vela, al defensor del Pueblo, Gian Carlo Loffredo, así como al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y al comandante del Ejército “para que informen sobre la presunta desaparición forzada de los menores de edad” en el sector de Las Malvinas, en la ciudad portuaria de Ecuador.
Las Fuerzas Armadas publicaron un breve comunicado el pasado jueves en el que dijeron estar colaborando con la Fiscalía “para esclarecer lo más pronto posible este caso” y apoyando la búsqueda junto a la policía de los cuatro menores. El documento no indicaba si la noche de la desaparición había un control de seguridad en esa zona del sur de Guayaquil.
“Yo extraño que mis hijos vengan y me digan ‘mami, ¿ya está la comida?'”, sollozaba entre lágrimas la madre de dos de los jóvenes en un vídeo difundido en redes. De los cuatro desaparecidos, dos son hermanos de una misma familia. También el padre de los dos jóvenes ha clamado por que sus hijos vuelvan a casa.
La presión se incrementó sobre las autoridades el sábado ante los pronunciamientos de colectivos indígenas, de la candidata presidencial Luisa González —de la opositora Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa— y del alcalde de Quito, Pabel Muñoz.
“Candidato de Carondelet, responde. El pueblo exige que des la cara y que devuelvan a nuestros niños”, publicó González, en una referencia al presidente Daniel Noboa, ante quien competirá en las elecciones de febrero.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, que ha llevado adelante fuertes protestas en los últimos años contra los gobiernos de turno, exigió “transparencia y celeridad” al ejecutivo, a la Fiscalía y a las Fuerzas Armadas “para encontrar con vida a los menores y sancionar a los responsables, sin importar su rango o vínculo institucional”.