Premio a Correa en Argentina reaviva polémica con grupos mediáticos
El presidente ecuatoriano Rafael Correa recibió el martes en Argentina un premio universitario a la libertad de expresión que reavivó la polémica en la región por su enfrentamiento con grupos mediáticos, al igual que sucede con los gobiernos del venezolano Hugo Chávez y la argentina Cristina Kirchner. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) había lanzado recientemente un fuerte llamado a los gobiernos de Argentina, Venezuela y Ecuador, entre otros, para que dejen de usar "maniobras" para coartar la libertad de expresión. Entre las maniobras, la entidad mencionó nuevas leyes de prensa o "persecuciones" judiciales contra periodistas. "La situación en América Latina es muy seria dado los monopolios mediáticos, su propiedad familiar y su descarado involucramiento en política", dijo Correa en un discurso en un parque público ante unos 3.000 estudiantes en la ciudad de La Plata, a 61 Km al sur de Buenos Aires, constató la AFP. La distinción al "Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular" fue instituida por la Facultad de Periodismo de la estatal Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y había sido entregada antes al presidente boliviano, Evo Morales, en 2008 y a Chávez en 2011. La SIP dijo en su informe que en Ecuador "no existe plena libertad de expresión y de información". El organismo que nuclea a empresas periodísticas agregó que "la justicia (ecuatoriana) sigue emitiendo sentencias penales basadas en figuras como el desacato y la injuria a las autoridades". "El premio se otorga a los presidentes latinoamericanos que trabajan en pos de la comunicacion popular", explicó a la AFP Sebastián Iasenza, director del departamento de graduados y profesor de Análisis de la Informacion de la Facultad de Periodismo. Iasenza dijo que "Correa está llevando a cabo una propuesta de comunicación alternativa comunitaria y a favor de la pluralidad de voces en los medios de comunicación". En un reciente incidente en Ecuador, el diario La Hora tuvo que rectificar una noticia sobre el gasto en publicidad oficial y pidió disculpas por orden de un juez ante una demanda del Gobierno. El fallo judicial mereció el repudio de la SIP que acusó al juez de haber actuado "influenciado" por el gobierno de Correa. Otro episodio se produjo cuando un juez negó un recurso de amparo contra la decisión de Correa de prohibir a sus ministros dar entrevistas a medios privados a los que acusa de difamar al gobierno. Antes de viajar a La Plata, Correa compartió un almuerzo con Kirchner, quien a su vez mantiene una lucha sin cuartel desde hace cinco años contra el grupo Clarín, el gigante multimediático de Argentina. En aplicación de la denominada Ley de Medios, el gobierno inicia este viernes un proceso de licitación de varias licencias de radio y TV en poder del grupo Clarín, tras denunciar que se rehúsa a acatar cláusulas antimonopólicas, cuya constitucionalidad la empresa cuestionó ante la Justicia, causas aún sin decisión. Clarín considera que Kirchner intenta acallar a la prensa y afirmó en un aviso pago que "la cosa está más que clara, a pesar de tanta confusión. Al Gobierno no le conviene que haya un grupo independiente que cuente lo que está pasando". En el caso de Venezuela, la SIP dijo en su último informe que "la alta polarización política es atentatoria para el libre ejercicio periodístico", en tanto que existe autocensura y falta de cobertura de temas cruciales, según el Comité para la Protección de los Periodistas. En cuanto a Bolivia, el gobierno acaba de justificar la intervención policial de un canal privado de televisión, de línea opositora, en la ciudad de Cochabamba (centro), con el argumento de que no tenía domicilio legal y había invadido otras frecuencias del espectro electromagnético. El presidente ecuatoriano Rafael Correa recibió el martes en Argentina un premio universitario a la libertad de expresión que reavivó la polémica en la región por su enfrentamiento con grupos mediáticos, al igual que sucede con los gobiernos del venezolano Hugo Chávez y la argentina Cristina Kirchner.