El precio del helado se duplica en un mes en Argentina, que lidia con una grave inflación

Por Anna-Catherine Brigida

BUENOS AIRES, 17 ago (Reuters) - Cuando Ernesto Acuña, dueño de un kiosco en Buenos Aires, recibió esta semana la nueva lista de precios de su proveedor de snacks, condimentos, refrescos y helados, se sorprendió al descubrir que los costos de algunos habían aumentado un 60% desde fines de julio.

La lista de precios, actualizada después de que el shock de las elecciones primarias derivara el lunes en una fuerte devaluación del peso y un aumento de las tasas de interés, subraya la enorme escala del desafío de Argentina para evitar que la inflación, que ya se encuentra en 113%, suba más rápido.

"Para la gente que viene al kiosco, un helado que antes salía 1.000 pesos, hoy le sale 2.000. Se fue al doble en 10 días", dijo Acuña, y agregó que los dueños de los 'kioscos' como él no sabían cómo reaccionar con sus precios de góndola.

"Los kiosqueros no sabemos si aumentar los precios en el día, o cuánto".

Las listas de precios de un importante proveedor nacional, analizadas por Reuters, mostraron un aumento promedio de 18% entre el 26 de julio y el 15 de agosto. Muchos aumentos se agruparon en torno al 25% y algunos precios se mantuvieron sin cambios, mientras que los helados y postres registraron los saltos más pronunciados.

El análisis sugiere que los mayoristas se están moviendo rápidamente para subir los precios después de la volatilidad del mercado esta semana, lo que generará una mayor inflación en agosto mientras el país lucha por evitar una hiperinflación como la que sufrió a fines de la década de 1980.

La lista de precios ofrece una ventana de cómo estos impactos del mercado se transmiten a los propietarios de pequeñas empresas y, finalmente, a los clientes. Las empresas que venden de todo, desde productos de limpieza hasta piezas de automóviles, se han apresurado a adaptarse a los precios esta semana, suspendiendo las ofertas especiales y, en ocasiones, las ventas por completo.

El dueño de otro negocio, Juan Pablo Spagnolo, dijo que esperaba que los precios volvieran a bajar. Después de aumentos iniciales del 40% al 50%, Spagnolo dijo el miércoles que había recibido listas con aumentos más "razonables", que iban del 15% al ​​25%.

"Te estoy contando la realidad de hoy, pero la del lunes es completamente diferente", dijo Spagnolo.

Incluso los dueños con décadas de experiencia, como Acuña, están luchando para adaptarse a una inflación de tres dígitos que aumentará aún más en el período previo a las elecciones generales del 22 de octubre, para las que un economista libertario radical tomó la delantera.

Desde marzo, los dueños de negocios han recibido listas de precios actualizadas dos veces al mes, el doble de frecuencia que hace un año, comentó Acuña.

Cualquier noticia drástica como la devaluación del lunes puede dar lugar a una lista adicional, explicó. Los aumentos de precios son mucho más pronunciados que en años anteriores, al menos un 10% por mes, pero algunos productos experimentan aumentos mucho más altos.

Luego los propietarios deciden cómo trasladar estos aumentos de precios a los clientes, equilibrando una delgada línea entre mantener la rentabilidad y mantener una clientela estable, según Acuña.

Algunos implementan los aumentos de precios gradualmente para no asustar a la gente. Otros deciden aceptar pérdidas en algunos productos a favor de mantener sus clientes leales.

"Seguís tratando de comprar más barato, de buscar un buen precio, de meter promociones", dijo Acuña. “Seguís intentando que la gente siga viniendo a tu kiosco, que te prefieran… No queda otra opción”.

María Leguizamón, administradora de apartamentos de 48 años y cliente frecuente de la tienda de Acuña, dijo que tendrá que recortar gastos después de los aumentos de precios de esta semana, comprando menos carne y menos golosinas.

"Los precios se fueron por las nubes en todos los sentidos", dijo Leguizamon, y agregó que no culpa a los dueños de las pequeñas tiendas, que solo están tratando de sobrevivir. "Es una locura lo que estamos viviendo".

(Reporte de Anna-Catherine Brigida, escrito en español por Candelaria Grimberg; Editado por Nicolás Misculin)