El príncipe Enrique participa solo en servicio de Juegos Invictus del Reino Unido

LONDRES (Reuters) - El príncipe Enrique hizo una rara aparición pública en Reino Unido el miércoles cuando asistió a un servicio de agradecimiento para conmemorar el 10º aniversario de los Juegos Invictus, con la tensa relación con su familia dominando la atención.

Enrique, de 39 años, hijo menor del rey Carlos de Inglaterra, que ahora vive en California con su esposa estadounidense Meghan y sus dos hijos, se ha distanciado de los demás miembros de la realeza tras criticarlos tanto a ellos como a la propia institución en sus recientes memorias, entrevistas y documentales de televisión.

Aunque hizo una visita relámpago a Carlos de Inglaterra para un rápido reencuentro después de que el Palacio de Buckingham reveló que al rey, de 75 años, se le había diagnosticado un cáncer en febrero, padre e hijo no se reunirán en su último viaje.

"Desgraciadamente no será posible debido al apretado programa de su majestad", dijo un portavoz de Enrique, el duque de Sussex. "El duque, por supuesto, es comprensivo con la agenda de compromisos y otras prioridades diversas de su padre y espera verle pronto".

Mientras Enrique asistía en la catedral londinense de San Pablo al servicio religioso de los Juegos Invictus, el rey ofrecía la primera fiesta anual en el jardín del palacio de Buckingham, acompañado de otros miembros de la realeza. El jueves, el monarca también tenía previsto cumplir un compromiso en una base de entrenamiento militar.

Enrique era la única figura real en San Pablo para celebrar el evento deportivo internacional que fundó en 2014 para el personal militar herido en combate.

El príncipe, que llegó solo, sonriendo y saludando a una multitud fuera, iba a proporcionar una lectura, con el actor Damian Lewis recitando un poema a la congregación que incluía veteranos y personal de servicio herido.

Tras abandonar Reino Unido, Enrique se reunirá con su esposa Meghan, que no acudió con él a Londres, para una visita a Nigeria.

(Reporte de Michael Holden; Editado en español por Héctor Espinoza)