El PP se moviliza contra la amnistía a Puigdemont antes de la investidura de Feijóo

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a los expresidentes, Mariano Rajoy y José María Aznar (Crédito: AFP).
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a los expresidentes, Mariano Rajoy y José María Aznar (Crédito: AFP).

BARCELONA.- Cuando faltan solo 48 horas para el inicio de la sesión de investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el partido conservador movilizó a miles de sus seguidores contra la negociación entre el PSOE y los independentistas catalanes, todo un reconocimiento de que no dispone de los apoyos suficientes para formar un Gobierno. En el acto, participaron todos los dirigentes históricos del partido, un gesto de unidad con el fin de arropar a un Feijóo que vio su autoridad debilitada la semana pasada.

Todos los discursos tuvieron un mismo objetivo: arremeter contra una posible amnistía para los políticos y activistas catalanes que participaron en la organización de un referéndum de autodeterminación el 2017. Esta es la principal condición que plantean los partidos independentistas catalanes, y especialmente Junts, el partido del expresidente Carles Puigdemont, para ofrecer sus votos decisivos para que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, sea investido de nuevo presidente del Gobierno.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a los expresidentes, Mariano Rajoy y José María Aznar(Crédito: AFP)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a los expresidentes, Mariano Rajoy y José María Aznar(Crédito: AFP)

Lo que hacen sólo tiene un nombre: indignidad”, ha gritado Feijóo, que ha acusado al PSOE de ser “cómplice” y a Sánchez de ser “el responsable”. El acto se celebró en una abarrotada plaza Felipe II, situada en el acomodado barrio de Salamanca de la capital. Según la Policía Nacional, asistieron unas 40.000 personas, mientras que el PP elevó la cifra a 65.000.

Uno de los argumentos más repetidos desde el estrado es que una amnistía violaría la Constitución, el principio de la “igualdad” de los ciudadanos frente a la ley, e incluso la unidad de España. “Si los políticos no son iguales frente a la ley, es una cacicada inaceptable”, proclamó Feijóo, a lo que la multitud reaccionó coreando “Puigdemont a la prisión!”.

Masiva marcha del PP contra la “cacicada” y la “indignidad” de la amnistía (Crédito: AFP).
Masiva marcha del PP contra la “cacicada” y la “indignidad” de la amnistía (Crédito: AFP).

Después de un mes de consultas con los diversos partidos y actores sociales, Feijóo no ha sido capaz de obtener ningún nuevo apoyo, por lo que se mantiene ligeramente por encima de los 170 diputados, una cifra insuficiente pues la mayoría absoluta está cifrada en 176 diputados. Así pues, la única esperanza de Feijóo es que al menos cuatro legisladores díscolos socialistas decidan saltar la trinchera y respaldar su investidura.

De hecho, en los últimos días, desde las filas populares se ha alentado esta posibilidad, algo que Feijóo hizo de nuevo el domingo con un mensaje dirigido a la bancada socialista. “Podrán ser expulsados y señalados por un PSOE que ya no es un partido de Estado, pero serán señalados por la mayoría de españoles como hombres y mujeres de Estado, que es lo que importa”, dijo el líder del PP.

La semana pasada, dos dirigentes históricos del PSOE, el expresidente Felipe Gonzalez, y su mano derecha, Alfonso Guerra, manifestaron su oposición frontal a la amnistía, e incluso dedicaron a Sánchez adjetivos como “desleal”. Además, algunos barones territoriales actuales, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el expresidente de Aragón, Javier Lambán, también han expresado sus reservas sobre una hipotética amnistía. Ahora bien, han rechazado categóricamente que un grupo de diputados tránsfugas socialistas hagan presidente a Feijóo.

En el acto tuvo un papel central la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que se llevó la ovación más fuerte del acto, y a la que muchos analistas ya señalan como la próxima líder del PP si finalmente Sánchez es investido presidente. Asimismo, también se dirigió a los asistentes el expresidente José María Aznar, que fue quien convocó el acto la semana pasada en una comparecencia, lo que se interpretó como una desautorización al liderazgo de Feijóo. En un primer momento, Aznar apuntó a la celebración de una manifestación. Sin embargo, días después, y ante el temor de que se sumara al actola ultraderecha de VOX, visualizando la alianza entre ambos, se optó organizar un gran mítin de partido.

José María Aznar López (Crédito: AFP).
José María Aznar López (Crédito: AFP).

Una ansiada votación

Mientras el PP convocaba a una multitud en Madrid, Sánchez pasó el domingo en Barcelona, en la fiesta anual del Partido Socialista de Cataluña. Una vez más, el presidente en funciones se mostró optimista ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con los partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes. “Habrá un Gobierno progresista!”, proclamó entre los aplausos de los asistentes. Sánchez defendió su política de “diálogo” con los independentistas catalanes como la mejor política para garantizar “la convivencia” entre los diversos pueblos que forman España. Sin embargo, no dio ninguna pista sobre en qué situación están las negociaciones, que los socialistas siempre han defendido que deben ser discretas.

Pero antes de cualquier pacto, será Feijóo quien acuda al Parlamento para solicitar su confianza. La sesión de investidura se iniciará el martes con un debate, pero la votación final no será hasta el miércoles. En caso de no alcanzar la mayoría absoluta de los votos (176), los días siguientes se repetirá la votación en la que a Feijóo le bastaría una mayoría simple, es decir que hubiera más síes que noes, una opción que se aventura igualmente difícil. A falta de una sorpresa mayúscula, la sesión será un puro trámite antes de que el rey Felipe VI encargue la formación del Gobierno a Sánchez, que tendrá un máximo de dos meses para negociar con los partidos independentistas.