Tres postres para el Día de Acción de Gracias que son fáciles de compartir, incluso en una pandemia

Una fina capa del clásico relleno de limón recubre la mezcla de arándanos, como si fuera un glaseado, en estas barras de limón con arándanos, en Nueva York, el 5 de noviembre de 2020. (Johnny Miller/The New York Times).

Aunque es poco probable que puedas compartir una rebanada de tarta con un amigo que no es parte de tu burbuja este Día de Acción de Gracias, de todos modos puedes hornear y compartir estos pequeños postres individuales sin la ansiedad latente de provocar que alguien se enferme.

Incluso la logística de cortar una tarta entera y repartir rebanadas puede parecer demasiado complicada en este momento. Para evitar eso y devolverle a la repostería la alegría terapéutica que debe tener, opta por lo pequeño con estas versiones de tartas de nuez, arándano y camote (también conocido como batata o patata dulce). Ya sea que los lleves a la puerta de algún ser querido o los compartas en una reunión al aire libre con cubrebocas y distanciamiento social, estos postres previamente racionados esquivan los nervios tipo baile de secundaria de querer —y no querer— acercarse a los demás.

Algunos reposteros ya han comenzado a hacer delicias más pequeñas. Cheryl Day, autora de libros de cocina, chef y propietaria de Back in the Day Bakery en Savannah, Georgia, vio que los pedidos de pasteles grandes estaban disminuyendo, así que empezó a vender más pastelitos, o magdalenas, y luego versiones miniatura de esos pastelillos. “Son todo un éxito”, dijo Day por teléfono.

“Para el Día de Acción de Gracias, la gente aún anhela el consuelo de las tradiciones, así que estamos haciendo barras de tarta de calabaza”, mencionó. “Tal vez solo hay dos personas en casa, entonces solo compran un par de barras”.

Minitartas de camote con coco rallado, en Nueva York, el 5 de noviembre de 2020. (Johnny Miller/The New York Times).
Minitartas de camote con coco rallado, en Nueva York, el 5 de noviembre de 2020. (Johnny Miller/The New York Times).

Al momento de convertir postres en bocadillos de porciones individuales, es importante considerar el empaque en el que los entregarás. Paola Velez, repostera ejecutiva en La Bodega de Compass Rose en Washington D. C., lo comprobó de primera mano este verano. Como cofundadora de Bakers Against Racism, Velez ayudó a organizar ventas de pasteles a gran escala con entregas sin contacto para la era pandémica. Dijo que se quedó impresionada con los reposteros de la ciudad de Nueva York que optimizaron el espacio de las cajas genéricas para entrega de alimentos al llenarlas de pastelitos cuadrados.

Para sus empaques, Velez se inspira en su ascendencia dominicana. “En la cultura latina utilizamos diferentes contenedores para guardar cosas que por lo general no se almacenan así”, explicó. “Si compras una lata de galletas, te quedas con la lata para guardar agujas de costura o un pastel. Reusamos y readaptamos los recipientes que tenemos en casa. Es divertido de ver, digo, imagina un pastel de ron en una caja de metal”.

Sin importar como empaquetes estos postres, serán una sorpresa verlos como versiones portátiles de tartas, que aquí definimos como “corteza más relleno”.

Un sándwich con galletas de mantequilla en el exterior y un relleno suave de praliné de nuez reproduce el sabor de la mejor base de una tarta, en la que el relleno derretido se carameliza en la corteza. La “corteza” de estas galletas es crujiente y está repleta de nueces. En las tartas miniatura de camote, un relleno delicado conjunta leche de coco con ron y reposa con facilidad sobre la base hecha de galletas Graham especiadas cuando se hornean en moldes para minipasteles. Aunque las barras de limón parecen más adecuadas para una venta de pasteles que para el Día de Acción de Gracias, esta versión comienza con una simple mermelada de arándanos. Su sabor evoca las fiestas y agrega un toque ácido que es refrescante después de una cena abundante y un largo año.

Aunque todos estos postres se mantienen frescos si se guardan, es más placentero prepararlos cuando se sabe que la mayoría se regalará.

“Decidí repartirlos en los pórticos de amigos que no podían salir”, dijo Day. “Es una sensación especial poder dejar algo que preparaste con una nota personal”.

Minitartas de camote

Rinde para 2 docenas de tartas miniatura

Tiempo total de preparación: 1 1/4 horas, más tiempo para enfriar y refrigerar

Ingredientes:

Para el relleno:

1 camote mediano (285 gramos), pelado y cortado en trozos de 2,5 centímetros

1/2 taza/100 gramos de azúcar

2 cucharadas de mantequilla sin sal, ablandada

1 cucharadita de especias para tarta de calabaza

1/4 de cucharadita de sal de mar fina

1/2 taza/120 mililitros de leche entera de coco, sin azúcar, bien agitada

1 cucharadita de ron oscuro o extracto de vainilla

1 huevo grande, a temperatura ambiente

1/2 taza/45 gramos de coco rallado sin azúcar

Para la base:

5 galletas Graham enteras, finamente molidas (2/3 de taza/80 gramos)

2 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida y fría

1 cucharada de azúcar

1/2 cucharadita de especias para tarta de calabaza

1/4 de cucharadita de sal fina de mar

Preparación:

1. Empieza el relleno: Prepara una olla de vapor. Cuece el camote al vapor a fuego medio alto durante 15 o 20 minutos hasta que esté tan tierno que se deshaga. Pasa el camote a un procesador de alimentos y mezcla hasta que quede un puré suave. Como alternativa, puedes machacarlo y revolverlo con un batidor firme hasta formar una mezcla homogénea.

2. Mientras tanto, prepara la base: Calienta el horno a 176,6 grados Celsius. Cubre con revestimientos de papel 24 copas de un molde para magdalenas. Mezcla las galletas Graham molidas con la mantequilla, el azúcar, las especias para tarta de calabaza y la sal en un tazón hasta que se incorporen bien.

3. Divide la mezcla en partes iguales en los revestimientos para pastelitos (aproximadamente 1 cucharadita llena por copa). Con un tapón de corcho o la punta de tu dedo, presiona con fuerza las migajas de galleta hasta formar una capa uniforme. Hornea de 6 a 8 minutos hasta que los bordes estén dorados.

4. Mientras se hornea la corteza, termina el relleno: Mezcla el azúcar, la mantequilla, las especias para tarta de calabaza y la sal hasta que estén bien combinadas, luego incorpora 3/4 de taza de camote, la leche de coco y el ron hasta que quede una mezcla suave. Incorpora el huevo y combínalo bien.

5. Cuando esté lista la base, reparte el relleno en las cortezas calientes (aproximadamente 1 cucharada por copa). Espolvorea el coco rallado encima. Regresa el molde al horno y reduce la temperatura a 162,7 grados Celsius.

6. Hornea de 30 a 35 minutos hasta que el coco esté dorado y las tartas se asienten. Deja enfriar el molde en una rejilla hasta que esté a temperatura ambiente, luego guárdalo en el refrigerador. Deja las tartas reposar al menos 2 horas hasta que estén frías.

Galletas tipo sándwich de tarta de nueces

Rinde de 20 a 24 galletas

Tiempo total de preparación: 1 1/2 horas, más tiempo para enfriar y refrigerar

Ingredientes:

Para las galletas:

1 1/2 tazas/150 gramos de mitades de nueces pecanas, tostadas

2 tazas/255 gramos de harina para todo uso, y más para extender la masa

1 taza/225 gramos de mantequilla sin sal (2 barras), a temperatura ambiente

1/3 taza rellena/40 gramos de azúcar glas

1/3 taza rellena/75 gramos de azúcar moreno claro

1/2 cucharadita de sal marina fina

1 yema de huevo grande

1 cucharadita de extracto de vainilla

Para el relleno:

1/2 taza/115 gramos de mantequilla sin sal (1 barra)

1 taza rellena/220 gramos de azúcar moreno claro

1/3 de taza/80 mililitros de jarabe de maíz oscuro

1/2 cucharadita de sal marina fina

1 cucharada de bourbon o 1 cucharadita de extracto de vainilla

1 3/4 tazas/175 gramos de mitades de nueces pecanas, tostadas y picadas finamente

Preparación:

1. Haz las galletas: Mezcla las nueces y 1/2 taza/65 gramos de harina en un procesador de alimentos o licuadora y pulveriza hasta que las nueces estén bien molidas y solo queden pedruscos pequeños.

2. Con una batidora de pedestal con el accesorio de la paleta, bate la mantequilla, los azúcares y la sal a baja velocidad hasta que la mezcla esté cremosa y suave. Con una espátula raspa la masa que está en las paredes del tazón y añade la yema de huevo y la vainilla. Bate a velocidad media baja hasta que los ingredientes estén completamente incorporados. Con una espátula vuelve a raspar la masa que está en las paredes del tazón y agrega la mezcla de nuez y las 1 1/2 tazas de harina restantes. Bate a velocidad baja hasta que la masa se incorpore. Presiona formando cuatro cuadrados de 2 centímetros de grosor y cubre cada uno con una envoltura de plástico. Refrigera hasta que esté firme, al menos 3 horas y hasta 2 días.

3. Cuando esté lista para hornear, calienta el horno a 176 grados Celsius. Coloca un cuadrado de masa en una superficie muy bien enharinada y espolvorea más harina encima. Con un rodillo enharinado, extiende la masa hasta que tenga un grosor de 5 centímetros, moviendo y enharinando la masa según sea necesario para evitar que se pegue. Con un cortador redondo enharinado de 6,5 centímetros, recorta círculos, lo más pegados posible, y transfiérelos a una bandeja de hornear cubierta con papel vegetal, usa una espátula fina si es necesario; deja una distancia de 2 centímetros entre cada círculo.

4. Toma los restos, extiende y corta de nuevo. Si lo deseas, corta un borde de 2,5 centímetros de la mitad de las galletas con un cortador de galletas o el extremo ancho de una punta de pastelería. Si la masa se vuelve demasiado blanda para cortarla después de haberla extendido, métela al congelador hasta que vuelva a estar firme y puedas seguir trabajando.

5. Hornea hasta que estén doradas, unos 15 minutos. Repite con la masa restante. Pon las galletas a enfriar en rejillas colocadas sobre las bandejas.

6. Haz el relleno: Mezcla la mantequilla, el azúcar moreno, el jarabe de maíz y la sal en una pequeña cacerola y sujeta un termómetro de caramelo en una de las paredes de la olla si tienes uno. Pon a hervir a fuego medio alto, revolviendo de vez en cuando para derretir la mantequilla. Continúa hirviendo, revolviendo de vez en cuando, hasta que esté marrón oscuro y espese hasta la consistencia de la salsa de caramelo, de 2 a 4 minutos. El termómetro de caramelo debe registrar 110 grados Celsius. Retira del fuego y añade el bourbon con cuidado. Revuelve hasta que se incorpore, luego agrega las nueces hasta que se cubran todas por igual.

7. Voltea la mitad de las galletas. Con cuidado, saca una cucharada del relleno caliente y úntalo sobre una galleta ayudándote de otra cuchara. Espárcelo en una capa uniforme con la cuchara y muy suavemente presiona con otra galleta encima para formar el sándwich. Voltea el sándwich para que el relleno se fije bien de los dos lados. Repite con las galletas y el relleno restantes. Deja enfriar completamente.

Barritas de limón con arándanos

Rinde para 2 docenas de barritas

Tiempo total de preparación 1 hora, más tiempo de enfriamiento y refrigeración

Ingredientes:

Para los rellenos de arándanos y limón:

1 bolsa (12 onzas /340 gramos) de arándanos frescos o congelados

1 3/4 tazas/350 gramos de azúcar

De 2 a 3 limones grandes

1/4 de taza/30 gramos de harina para todo uso

1/8 de cucharadita de sal marina fina

3 huevos grandes, a temperatura ambiente

Azúcar en polvo (opcional)

Para la corteza:

Aerosol de cocina antiadherente

1 1/2 tazas/190 gramos de harina para todo uso

1/3 taza/65 gramos de azúcar

1 cucharadita de sal marina fina

1 cucharadita de extracto de vainilla

3/4 de taza/170 gramos de mantequilla sin sal (1 1/2 barritas), derretida y enfriada

Preparación:

1. Haz el relleno de arándanos: Mezcla los arándanos, 3/4 de taza/150 gramos de azúcar y 3 cucharadas de agua en un cazo mediano. Pela dos de los limones directamente en el cazo; reserva los otros limones. Pon a hervir a fuego medio alto, revolviendo de vez en cuando. Continúa hirviendo sin dejar de revolver de vez en cuando, hasta que las bayas se revienten y la mezcla se vuelva mermelada, de 7 a 9 minutos. Retira del fuego y reserva.

2. Haz la corteza: Calienta el horno a 176 grados Celsius. Cubre el fondo y los lados de una bandeja de hornear de 22 por 33 centímetros con una hoja grande de papel de aluminio pesado, asegurándote de que no queden espacios ni agujeros, luego cubre todo con bastante aerosol de cocina.

3. Bate la harina, el azúcar y la sal en un tazón mediano. Incorpora batiendo la vainilla en la mantequilla, y luego vierte la mezcla de harina. Revuelve hasta formar una masa. Presiona para crear una capa uniforme en el molde preparado. Hornea hasta que se dore por los bordes, se seque y se vea dorada de arriba, de 17 a 20 minutos.

4. Mientras se hornea la corteza, haz el relleno de limón: Exprime el jugo de los dos limones rallados. Deberías tener 1/2 taza. Exprime el jugo del otro limón, si es necesario.

5. Bate la harina, la sal y la taza restante de 200 gramos de azúcar en un tazón mediano. Añade los huevos y bate suavemente hasta que se incorporen. Añade el jugo de limón y revuelve ligeramente con el batidor hasta que esté suave.

6. Deja que la corteza se enfríe durante 5 minutos, y luego unta la mezcla de arándanos de manera uniforme sobre la corteza. Cuidadosa y lentamente vierte la mezcla de limón encima para crear dos capas distintas.

7. Regresa el molde al horno y hornea hasta que el relleno esté listo, de 18 a 22 minutos. Enfría completamente en el molde sobre una rejilla, luego refrigera hasta que esté frío y firme, al menos 2 horas. Con ayuda dl papel aluminio, saca las barritas del molde y colócalas sobre una tabla de cortar. Córtalas en 24 cuadrados, limpiando el cuchillo entre cortes para que queden exactos. Si lo deseas, cierne el azúcar en polvo sobre la parte superior justo antes de servir.

(EN VIDEO) Compromiso y pasión, claves del "savoir faire" del mejor pastelero del mundo

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