Portugal pone fin a las “Golden Visas” y prohíbe nuevas licencias de Airbnb para hacer frente a la crisis inmobiliaria
LISBOA.- Portugal anunció el jueves un importante paquete de medidas para hacer frente a la crisis inmobiliaria, que incluye el fin de su controvertido programa “Visa dorada” (“Golden Visa”) y la prohibición de nuevas licencias para Airbnbs y otros alquileres vacacionales a corto plazo.
Los alquileres y los precios de la vivienda se han disparado en Portugal, uno de los países más pobres de Europa Occidental. El año pasado, más del 50% de los trabajadores ganaban menos de 1000 euros al mes, mientras que sólo en Lisboa los alquileres se dispararon un 37% en 2022.
Los bajos salarios, un mercado inmobiliario al rojo vivo, unas políticas que animan a los extranjeros ricos a invertir y una economía dependiente del turismo han dificultado durante años el alquiler o la compra para los portugueses, según los grupos de defensa de la vivienda. La tasa de inflación portuguesa, del 8,3%, ha agravado el problema.
El primer ministro Antonio Costa declaró que la crisis afecta ahora a todas las familias, no sólo a las más vulnerables.
No está claro cuándo entrarán en vigor las medidas, con un impacto de por lo menos 900 millones de euros (962,19 millones de dólares). Costa dijo que algunas se aprobarán el mes que viene y otras serán votadas por los legisladores.
Se introducirá un mecanismo para regular los aumentos de los alquileres, añadió, y el gobierno ofrecerá incentivos fiscales a los propietarios que conviertan propiedades turísticas en viviendas de alquiler para la población local.
La diputada del Bloque de Izquierda Mariana Mortagua criticó las medidas, afirmando que el gobierno estaba concediendo exenciones fiscales a propietarios que ya se habían “beneficiado de la especulación (inmobiliaria)”.
Las nuevas licencias para alojamientos turísticos, como Airbnbs, estarán prohibidas, excepto en las zonas rurales menos pobladas.
Los socialdemócratas dijeron que las medidas eran un “ataque” a los derechos de los propietarios y las empresas.
Para hacer frente a la escasez de vivienda, Costa dijo que el Estado alquilaría las casas vacías directamente a los propietarios durante un periodo de cinco años y las pondría en el mercado de alquiler.
“Visas doradas”
Portugal pondrá fin a su programa de Golden Visas, que ofrece pasaportes de la UE a ciudadanos extracomunitarios a cambio de inversiones, incluidas las inmobiliarias, y que ha sido criticado por disparar los precios de la vivienda y los alquileres.
El programa ha atraído inversiones por valor de 6800 millones de euros desde su puesta en marcha en 2012, la mayor parte de ellas en el sector inmobiliario.
Los grupos de vivienda dijeron que las medidas significarían poco si el gobierno seguía promoviendo otras políticas para atraer a extranjeros ricos a Portugal, como el “visado para nómadas digitales” introducido en octubre, que permite a los extranjeros con elevados ingresos mensuales por trabajos a distancia vivir y trabajar desde Portugal sin pagar impuestos locales.
En una pequeña protesta por la vivienda en Lisboa, la activista Andreia Galvao, de 23 años, acusó al Gobierno de incumplir las promesas que hizo en el pasado para hacer frente a la crisis de la vivienda.
“El objetivo era que en 2024 todos los portugueses tuvieran acceso a una vivienda de calidad; no parece que vaya a ser así”, dijo. “La situación es dramática”.
El grupo “La vivienda es un derecho” afirmó que las medidas no cambian el “sistema vigente”, en el que los grandes fondos de inversión inmobiliaria controlan una parte importante del mercado.
“Para la inmensa mayoría de la gente, los alquileres seguirán siendo inasequibles y comprar una casa seguirá siendo un sueño”, afirmó.
Agencia Reuters