Por qué el nombre "Karen" se ha convertido en un insulto para ridiculizar a mujeres en EEUU

¿Por qué el nombre Karen es usado en redes sociales en Estados Unidos en tono satírico-peyorativo, para identificar a una persona de ciertas características y conductas que, con frecuencia, son consideradas impertinentes, insolentes, vinculadas a una falsa noción de superioridad o cargadas de equívocos?

El look de una 'Karen' que ha cobrado fuerza en memes en redes sociales. (Twitter/Sierra Schultzzie)
El look de una 'Karen' que ha cobrado fuerza en memes en redes sociales. (Twitter/Sierra Schultzzie)

El aludir a una “Karen” ha cobrado fuerza en memes y mensajes crítico-satíricos en redes sociales.

De acuerdo al portal Vox, usualmente se le llama “Karen” a una mujer de entre 30 y 40 años, con varios hijos, creencias en contra de la vacunación y una pretensión de superioridad y afán de control.

Además, una “Karen” con frecuencia tiene un estilo de pelo particular que es corto por atrás y largo al frente.

Al parecer, uno de los orígenes del uso peyorativo de “Karen” se dio en la red social Reddit, cuando un usuario difundió burlas e insultos contra su exesposa, que es de suponer se llamaba Karen, y luego otro usuario, de solo 17 años, retomó todo ello y creó un grupo especial dedicado a compilar y describir conductas de ominosas “Karens”.

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Por ejemplo, la que se quedó con la casa y los hijos para penuria de su exmarido, y también para la mujer de raza blanca y posición económica de clase media alta que incurre en prepotencia, hipocresía, clasismo y proclividad a creer en teorías anticientíficas, de acuerdo a Vox.

Eso, se añade, es también similar al uso del nombre Scrooge, el personaje de ‘Un cuento de Navidad’ de Charles Dickens que está cargado de codicia y menosprecio hacia los demás. Un ‘Scrooge’ es en el argot en inglés un individuo que antepone lo humano, incluso su propia familia, a su obsesión estéril por el dinero.

Y hay otros casos de vocablos usados, en memes y demás, para señalar punzantemente a cierto tipo de personas. Por ejemplo, la frase ‘OK Boomer’ es usada por millenials y otros jóvenes para identificar a una persona de mayor edad (de la generación de los ‘Baby Boomers’ nacidos entre mediados de la década de 1940 y mediados de la de 1960) que se queja de los jóvenes o tiene actitudes anticuadas o intolerantes hacia los modos contemporáneos.

Pero llamarle a una persona apodos o epítetos ofensivos o utilizar su nombre para vincularlo a alguna falencia real o imaginaria son prácticas usuales en multitud de circunstancias, edades y culturas.

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Así, una Karen puede ser una mujer que maltrata a trabajadores, o que cree que la tierra es plana y que no se debe vacunar a los niños y que, cuando algo no le agrada o se pliega a su deseo, exige “hablar con el gerente” incluso por cuestiones de poca monta.

Parcialmente, una persona es calificada como una “Karen” del mismo modo que en México y otros países se usa la etiqueta Lady o Lord para catalogar en redes sociales a una persona notoria por actitudes antisociales, prejuiciadas, prepotentes o cargadas de racismo, clasismo u homofobia. Los usos no son idénticos pero hay ciertas semejanzas entre uno y otro.

Aunque, en contrapartida, una “Karen” no tiene necesariamente que tener una actitud escandalosa o de confrontación. En realidad, el nombre Karen es usado en memes y mensajes de redes sociales para describir genérica y estereotipadamente a mujeres de raza blanca y estatus económico desahogado que sienten tener una suerte derecho a ser tratados de modo especial y exigen ese trato incluso en cuestiones poco relevantes, aunque no lo hagan de modo necesariamente rudo. De allí que señalar que es una persona del tipo que “habla con el gerente” es un ingrediente común del repertorio asociado con una “Karen”.

Con todo, llamarle “Karen” a una mujer que tiene cierto perfil o conductas tiene también un filo de machismo y prejuicio. Algunos lo critican por ser una suerte de fácil insulto antiburgués contra mujeres blancas de clase media alta y otros por tener una fuerte carga de sexismo: si la persona que se mostrase prepotente o ruda fuese un hombre, en algunos círculos se le alabaría por ser una suerte de macho dominante y no se le atribuiría un apelativo denigrante o ridiculizante.

Y otros deploran que personas cuyo nombre es Karen son en ocasiones agredidas con esa clase de memes simplemente por llamarse de ese modo y al margen de si tienen o no conductas o características del estereotipo. Quien se llame Karen y es tratada así ciertamente sufre un acoso injusto que resulta intolerable.

Pero, en cierto modo, también la persona que practica alguna de las conductas vinculadas con el meme de “Karen” puede sentirse ofendida o en desacuerdo con ser etiquetada de ese modo. Y ciertamente esos apelativos estereotipantes o ridiculizantes en ocasiones se quedan solo en la superficie y tienen su propia tendencia a la crueldad.

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Y, al final, está en duda si calificar y ridiculizar las actitudes o planteamientos asociados con el apelativo de “Karen” puede suscitar que ellas y en general la sociedad, se aparten de los componentes nocivos y antisociales de esa etiqueta o si, en su caso, alguien cambiaría de conducta por convencimiento de su impertinencia o meramente para evitar el ridículo.

El poder de la sátira es fuerte y, en contrapartida, como se comenta en Vox, al final lo ideal sería no solo evitar las conductas censurables que cometen las “Karen” sino también la propensión a la discriminación y acoso que pueden sufrir personas a las que se les aplica ese nombre o a quienes, al margen de cómo se comporten o qué crean, son agredidas solo por llamarse Karen.

El respeto mutuo y la discusión inteligente son, en todo caso, los antídotos para ambos extremos.