Pompeya declara la guerra a las palomas y sus corrosivas defecaciones con el arma definitiva

Gianna sale de noche para vigilar las excavaciones arqueológicas de Pompeya. Es una soldado vigilante y eficaz, llamada a controlar el territorio y defender la 'domus' de Pompeya del guano de las palomas.

Durante el cierre por la emergencia del COVID en 2020, el cierre del parque favoreció el anidamiento de un número excesivo de palomas, que ahuyentaron a otras especies y pusieron en peligro los restos arqueológicos con su guano, especialmente corrosivo y que también puede causar daños irreversibles en los elementos arquitectónicos de la ciudad antigua.

El Parque Arqueológico de Pompeya es un patrimonio frágil, que hay que proteger equilibrando todos los elementos que lo componen, como explica el arquitecto Paolo Mighetto, responsable del Parque Arqueológico de Pompeya:

"Un componente que es precisamente el arqueológico, el mineral, los ladrillos, las piedras, toda la parte material, todo lo que ha sufrido esta arquitectura, con los terremotos, la erupción y demás. Y luego está el componente natural, que es el componente hecho por el verdor, las plantas y también los animales, por nosotros mismos, que somos componentes de este patrimonio".

Las excavaciones de Pompeya traen a la mente la arqueología, el arte, la historia, pero éste es un auténtico parque natural donde mantener el equilibrio de las especies animales y vegetales es al menos tan importante como conservar los restos de la antigua ciudad.

La cetrería como solución ante la plaga de palomas en Pompeya

Y así, para eliminar las aproximadamente 2.000 palomas que habían hecho de la antigua ciudad de Pompeya su hogar durante el periodo de encierro, se contrataron aves rapaces adiestradas para localizar a las palomas en sus nidos dentro de la domus y eliminarlas simulando movimientos de caza. Hay ciudades europeas que han votado por la exterminación de esta especie debido a la superpoblación.

La cetrería es la solución natural controlada ante este tipo de plagas
La cetrería es la solución natural controlada ante este tipo de plagas - Luca Palamara

Ratoneros, halcones sagrados y halcones peregrinos componen un equipo de 10 rapaces que desde hace dos años salen a patrullar tres o más veces por semana para eliminar especies invasoras y dañinas como palomas, urracas y cuervos.

Un equipo de cuatro cetreros entrena a las rapaces en la identificación de las especies que hay que ahuyentar y en la simulación de una acción depredadora, que sólo tiene que ahuyentar a las otras aves. Una actividad necesaria por la particular naturaleza de las palomas.

La paloma tiende a reproducirse e infestar los entornos de forma exponencial, yendo a ocupar todos estos nichos y entornos que vamos a buscar por la noche durante nuestras intervenciones

"Se restablecen los equilibrios dentro de los hábitats. Si la presencia de especies plaga puede provocar un empobrecimiento de la biodiversidad, con nuestro trabajo conseguimos restablecer el equilibrio y así otras especies pueden asentarse y reproducirse en paz".  

La cetrería también la practicaban los antiguos habitantes de Pompeya. Hoy es un método ecológico que respeta el medio ambiente y a los animales, incluso a los que Gianna ayuda a mantener alejados de los valiosos restos arqueológicos.