De Polifemo al chupacabras, una exposición examina a las criaturas míticas en Miami

Miami, 6 jul (EFE).- El sur de Florida, con una parte de su territorio todavía salvaje y su particular mezcla de culturas, tiene su propio apartado en la exposición "Criaturas míticas: dragones, unicornios y sirenas", que este sábado abrirá sus puertas en Miami para mostrar la intersección entre ciencia y leyenda.

El "Mono apestoso" de los Everglades, un especie de homínido gigante y con pelo en el cuerpo similar al "pie grande" o al "yeti", el chupacabras y la sirena forman la trinidad floridana en una exposición que rastrea las raíces naturales y culturales de algunas de los mitos más conocidos en el mundo.

Desde este sábado y hasta entrado 2024 el Museo de Historia de Miami acogerá la muestra itinerante creada por el Museo de Historia Natural de Nueva York en colaboración con otros museos de Canadá, Australia y EE.UU.

Entre otras cosas, la exposición presenta representaciones de criaturas míticas, algunas del mismo tamaño que se les atribuye, junto a fósiles u otros elementos naturales que podrían ser el origen de mitos como los gigantes, los cíclopes o las sirenas.

Así, en una vitrina se expone un enorme hueso de mamut que pudo ser visto en la antigüedad como el fémur de un hombre gigante y la calavera de un elefante enano con un hueco correspondiente a un cuerno a la altura de los ojos que podría haber dado pie a la leyenda del cíclope, el gigante Polifemo de la Odisea que solo tenía un ojo.

EXPLICAR LO INEXPLICABLE

Natalia Crujeiras, directora del Museo, dice a EFE que las criaturas míticas han servido para explicar lo inexplicable y contar historias, pero también para mostrar valores opuestos.

Un unicornio bañado de una luz rosada como símbolo de pureza y singularidad contrasta en esta exposición con la figura de un "Kraken" o calamar gigante de ojos luciferinos que simboliza la maldad.

"Siempre que traemos una exhibición internacional o nacional hacemos una investigación específica para Miami, para centrarla y traerla a casa", dice Crujeiras a EFE en un recorrido por la exposición al llegar a la sección "Mithic Miami".

Del "mono apestoso" (Skunk Ape en inglés), que forma parte de las leyendas de los indios miccosukees con el nombre de "Esti Capcaki" (hombre alto), existen referencias escritas desde 1818.

En la exposición se muestra un video de un supuesto mono apestoso corriendo por los Everglades, un inmenso humedal que empieza donde termina Miami por el oeste.

El video fue tomado por Dave Shealy, el mayor estudioso del "mono apestoso", quien desde hace 40 años sale casi a diario al encuentro de este homínido del que se dice que mide más de 7 pies de alto (2,35 metros) y espanta por su olor a huevos y carne podridos.

Shealy afirma haberlo visto varias veces en la reserva nacional Big Cypress, parte de los Everglades.

Los interesados en Skunk Ape pueden obtener más información a través de unos teléfonos que sirven para escuchar mensajes grabados por Shealy y el arqueólogo Robery Cart.

Lo mismo hacen un sacerdote de vudú, el haitiano Jude Papaloko Thegenus, y el director de comunicación del zoológico de Miami, Ron Magill, para hablar de la sirena y el chupacabras, respectivamente.

EL CHUPACABRAS Y LA SIRENA SE DAN LA MANO

Crujeiras dice que en el caso de las sirenas, de las que hay referencia en la Odisea y en las crónicas americanas de Cristóbal Colón, no solo son vistas como criaturas mitológicas, sino que son asociadas a una divinidad de religiones de origen africano.

Sobre el chupacabras, un fenómeno que empezó en Puerto Rico y se volvió internacional, Crujeiras dice que llegó al sur de la Florida en 1996, cuando se empezaron a reportar ataques a animales.

"Fue visto como un problema de Seguridad Pública porque la gente que tenía animales se empezó a armar y amenazar con que iban a matar a quien se les acercara", cuenta la directora del museo.

Ron Magill tuvo un papel importante en calmar a la población y a la vez desmitificar al chupacabras, al realizar frente a las cámaras de los medios necropsias en la que se vio como los animales tenían órganos y sangre en sus cuerpos y no se los habían "chupado".

La exposición muestra también que muchas de las criaturas míticas son compartidas por culturas de distintos continentes, como el dragón, presente en el imaginario de Asia y Europa, y también de América (la serpiente emplumada de los aztecas), aunque con distinto significado.

Ana Mengotti

(c) Agencia EFE