La Policía checa se agencia un Ferrari confiscado contra el crimen

La Policía de la República Checa ha presentado con un vídeo y varias fotografías compartidas en redes sociales a la nueva estrella de su equipo para patrullar las carreteras y dar caza a los delincuentes. No se trata de un agente de hoja impoluta y condecoraciones varias, sino de un Ferrari confiscado que ha sido tuneado y acondicionado para convertirse en parte del parque móvil policial, como recoge el comunicado oficial del cuerpo.

Así luce el Ferrari de la Policía de la República Checa incautado y que se ha quedado el cuerpo para patrullar. (Foto: Policía de la República Checa)
Así luce el Ferrari de la Policía de la República Checa incautado y que se ha quedado el cuerpo para patrullar. (Foto: Policía de la República Checa)

El modelo, que ahora luce un color gris plateado y las pegatinas que lo identifican como un coche policial, es un Ferrari 458 Italia capaz, señalan en The Guardian, de alcanzar los 321 kilómetros por hora. Según han explicado, antes de pasar por el taller y ser acondicionado este clásico italiano era de color rojo y su fin ahora es que lo usen para perseguir coches robados y frenar carrera ilegales.

Sobre el precio, precisan en el citado medio británico que si bien un modelo como este puede rondar los 127.000 euros, a la policía checa les ha salido gratis al ser incautado. Solo han pagado poco más de 8.700 euros por colocarle las bandas laterales, pintarlo y añadirle, entre otras cosas, una sirena con luces en la parte superior. El cálculo oficial es que no ha costado más que un Skoda. También han especificado que, al ser un automóvil con unas características tan especiales, solo será conducido por agentes especialmente preparados para ello.

Jiří Zlý, jefe del departamento de tránsito de la policía, ha explicado que el objetivo del Ferrari es ser usado contra los delincuentes “más agresivos” de las carreteras checas. En The Guardian recuerdan que no es la primera vez que la policía usa deportivos en el trabajo. En Italia, por ejemplo, cuentan con Lamborghini y los usan para el traslado urgente y rápido de sangre y órganos.

A diferencia del deportivo de la policía italiana, que fue entregado por el fabricante al cuerpo, el Ferrari de los agentes checos procede de una confiscación. “Mantenemos algunos vehículos para funciones oficiales. Sin embargo, estos no son autos tan lujosos como los Ferrari”, dice la policía en su comunicado, en el que especifica que este no es ni el más raro ni el más valioso y que solo el pasado año confiscaron 900 vehículos. Este en concreto estuvo una década parado. El destino final de la mayoría suele ser la venta y “lo recaudado se utiliza para cubrir los daños causados por el infractor”.

Zlý ha detallado que “el vehículo se utilizará en una unidad a nivel nacional y contamos con su despliegue contra los piratas más agresivos de las carreteras checas. También podemos utilizar su potencial a la hora de perseguir vehículos robados que pasan por nuestro territorio hacia países vecinos. La gama de tareas que realizará el vehículo es realmente amplia”.

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