La Policía dispersa por la fuerza protestas laborales en Indonesia

Yakarta, 7 oct (EFE).- La Policía indonesia utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar anoche a miles de manifestantes que protestan en el país tras la aprobación de una polémica reforma legislativa centrada en leyes laborales.

Los enfrentamientos más importantes se registraron en dos ciudades de la isla de Java, Serang y Bandung, en la noche del martes donde al menos dos policías resultaron heridos por las piedras lanzadas desde la zona de los manifestantes.

Las autoridades, que aseguran a los medios locales que la situación permanece bajo control, no han comunicado datos sobre posibles heridos entre las personas que salieron a protestar, aunque sí informaron de la detención de 10 participantes, según el portal Detik.

Las manifestaciones, en su mayoría pacíficas, comenzaron el martes a lo largo del archipiélago y tienen previsto extenderse hasta el jueves.

Varios sindicatos llamaron a la huelga para mostrar su rechazo a una batería de leyes aprobadas el lunes por el Parlamento indonesio, que revisaba unas 70 leyes y regulaciones, encaminada según el Gobierno a la creación de empleos y atraer a inversores.

No obstante, los críticos con la reforma mantienen que los trabajadores pierden derechos laborales con las nuevas leyes, como el salario mínimo o algunas prestaciones por desempleo, y la flexibilización de las regulaciones ambientales dañará al entorno.

Durante un discurso previo a la votación, el ministro de Coordinación para Asuntos Económicos, Airlangga Hartarto, defendió que la reforma era necesaria para facilitar la inversión extranjera.

Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo y decimosexta economía mundial -tomando como referencia el Producto Interior Bruto-, está rezagado con respecto a otros países del Sudeste Asiático, como Vietnam o Tailandia, respecto a la inversión foránea.

Indonesia estima para este año una contracción del PIB entre un 0,6 y un 1,7 por ciento como consecuencia de las medidas impuesta para combatir la pandemia de la COVID-19, lo que supone la primera recesión que sufre el país desde la crisis financiera del Sudeste Asiático de 1997-98.

(c) Agencia EFE