Política telefónica de Fresno Unified tiene 20 años. Maestros piden apoyo

El maestro de Estudios Sociales de Fresno High Peter Beck ha estado probando un nuevo método para evitar que sus alumnos se distraigan con los teléfonos durante la clase. Gastó el presupuesto de material didáctico del año pasado en tres cargadores, cada uno con diez puertos USB, y algunos cables.

“Cuando entremos, esto es lo que espero: que conecten su teléfono a un cargador. Estarán ahí durante toda la clase. Cuando falten tres minutos para terminar la clase, pueden ir a buscar sus teléfonos”, dijo Beck a sus alumnos.

Pero algunos estudiantes se han negado a dejar sus teléfonos para cargarlos. Reconoce que técnicamente tienen “derecho a negarse, porque no hay ninguna política”. Pero si se niegan a dejar de usar sus smartphones en clase, puede calificarlo de “desafío intencionado”, que va contra las normas.

En un caso, un alumno se negó a cooperar y él llamó al asistente de seguridad del campus y al subdirector. El incidente interrumpió la clase durante 25 minutos, y toda el grupo tuvo que trasladarse a otra aula para restablecer la enseñanza, dijo a The Bee. Habló con los padres del alumno, lo suspendió durante dos días, solo de su clase, y le permitió ponerse al día en sus tareas.

“No debería tener que llegar a ese punto. Desde entonces no me he ocupado de los problemas telefónicos porque tengo miedo de desencadenar otro (incidente)“, dijo. “Solo necesito orientación para saber qué hacer. No siento que (el distrito) me respalde si hago algo, porque no hay una política clara”.

“Todavía tengo a la mitad del grupo que se niega a conectar sus teléfonos. No puedo acudir a mi director. No puedo acudir a nadie”, continuó. “Cuando intento hacer algo con los teléfonos, los maestros me dicen: ‘Vamos, el niño no es un mal chico’, y la administración me dice: ‘Sabes, en realidad no tienes orientación sobre qué hacer por parte del distrito’. Y si tengo que llamar a cada padre cuyo hijo estuvo en el teléfono ... estaría trabajando toda la noche”.

Los alumnos consultan sus teléfonos todo el tiempo durante las clases, según explicaron maestros a The Fresno Bee, pero aparte de recordarles constantemente que guarden sus teléfonos, muchos maestro no saben qué hacer porque no existe ninguna orientación ni apoyo en todo el distrito para que los docentes disciplinen a los alumnos que infringen las normas. De hecho, la política de todo el distrito que prohíbe los “dispositivos portátiles de comunicación” en las aulas de Fresno Unified tiene ahora 20 años, antes de que los smartphones y las empresas de redes sociales se afianzaran en la sociedad.

Los maestros dijeron a The Bee que les preocupaba que hacer cumplir estrictamente el uso del teléfono pudiera enemistarles con el estudiante o con los padres por criticar potencialmente sus habilidades como padres. Quitarles los teléfonos a los alumnos pudiera considerarse como tocar indebidamente su propiedad. También señalan que las calificaciones deben basarse en el desempeño académico del alumno y no en su comportamiento, según las directrices de calificación del Departamento de Educación de California.

‘Un poco obsoleto’

El primer modelo de smartphone, un iPhone, también conocido como iPhone 2G, salió a la venta en junio de 2007. La aplicación Instagram se lanzó en 2010 y fue adquirida por Facebook en 2012. La app TikTok entró en el mercado estadounidense en 2017.

La política actual, en el manual de Padres y Alumnos 2023-24, entró en vigor en enero de 2004. Establece que los alumnos de secundaria y preparatoria pueden tener “dispositivos de comunicación portátiles” en el campus y con ellos durante las actividades patrocinadas por la escuela, pero deben mantenerlos apagados y fuera de la vista durante las clases. También dice que a los alumnos de primaria no se les permite poseer o usar “dispositivos portátiles de comunicación” en los campus.

La portavoz de Fresno Unified A.J. Kato dijo a The Bee en mensajes de correo electrónico el pasado viernes que una política actualizada está en preparación para el manual del próximo año escolar. No dio ningún otro detalle acerca de cualquier cambio en la política. The Bee también contactó al presidente de la junta escolar y a la oficina del superintendente en correos electrónicos enviados el jueves para este artículo.

La portavoz del distrito Nikki Henry dijo a The Bee en una respuesta por correo electrónico que las escuelas y los maestros pueden crear sus propias directrices específicas: “... las políticas son el umbral mínimo establecido para todo el distrito y las escuelas tienen la autoridad para construir sobre estas políticas para lo que funcione mejor en sus campus”.

La nueva presidenta de la junta escolar de Fresno, Susan Wittrup, reconoció en una respuesta por correo electrónico que la política actual está “un poco obsoleta”, y dijo que la junta está deseando revisar una política actualizada. Dijo que anima a los maestros a trabajar con sus líderes en el lugar y los superintendentes de instrucción para explorar diferentes estrategias para minimizar la distracción de los estudiantes para el aprendizaje.

Los estudiantes saben que no se hace cumplir

Manuel Bonilla, presidente de la Fresno Teachers Association, dijo que no hay suficiente responsabilidad por el comportamiento de los estudiantes con respecto a los smartphones, enviando el mensaje equivocado sobre el valor del tiempo de instrucción.

“Si la cultura no es responsabilizar por las cosas, lo que sucede es que todo se empuja hacia la gente más abajo”, dijo. “Las directrices son importantes porque lo que señalan es lo que valoramos. Ya sea sobre otras cosas o sobre los teléfonos móviles, el mensaje, aunque esté implícito, es que no valoramos ni respetamos el tiempo de instrucción”.

The Bee habló con otro veterano maestro de preparatoria que dijo que cita la política de 2004 al principio de cada semestre para recordar a los alumnos que pongan sus teléfonos “fuera de la vista, fuera de la mente” durante la clase. Pero también reconoció que los estudiantes saben que el distrito no hará cumplir la política con ninguna consecuencia.

El instructor de preparatoria, con más de 30 años de experiencia, pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar con The Bee sobre la política del distrito. Dijo que con cada año que pasa, los smartphones son más visibles y distraen más en clase. Dijo que muchos estudiantes ahora actúan como si colocar los teléfonos boca abajo en el escritorio, incluso encima de las tareas del curso, fuera educado. Dice que ha tenido que acercarse a los alumnos para pedirles que guarden sus teléfonos seis o siete veces durante una clase de 54 minutos. Dice que es habitual que cuatro o cinco alumnos de cada clase que imparte se pasen toda la clase concentrados en sus pantallas y con los auriculares puestos, incluso cuando se les acerca. Dice que puede oír la música a través de los auriculares.

Algunas escuelas crean normas

Algunas escuelas de Fresno están adoptando iniciativas novedosas para regular el acceso a los teléfonos móviles en las aulas. Bullard High School ha puesto en marcha el programa “Yondr Pouch”, que obliga a los alumnos a guardar sus teléfonos móviles en una funda y a usar un equipo de desbloqueo especializado para liberar el teléfono.

Hoover High School aplica una rigurosa política de ausencia de teléfonos en toda la escuela. Los alumnos pueden llevar sus teléfonos encima, pero si sacan el dispositivo durante la clase, los maestros avisan a la seguridad del campus y acude el subdirector. O le entregan el teléfono al subdirector o el alumno abandona la clase.

“Está funcionando porque el director está presionando, se acerca físicamente al estudiante y le pregunta si quiere dárselo al maestro o dármelo a mí, y después se dirige al maestro: ‘¿Cómo es que está dejando que el estudiante lo use?”, dijo Patrick Sauceda, instructor de educación especial en Hoover High School.

Dado que no existen directrices para todo el distrito, lo más habitual es que la mayoría de las escuelas y los maestros no tengan el apoyo necesario para regular el uso de los teléfonos móviles. Puede convertirse en una tarea abrumadora, sobre todo para los maestros, porque tienen que convertirse en los creadores y ejecutores de las normas, y toda la responsabilidad y las consecuencias recaen en los individuos, dice Bonilla.

“Los maestros no tienen incentivos para hacer cumplir la prohibición de los teléfonos, se debaten entre satisfacer a los padres, ser muy cuidadosos con lo que dicen y hacer su trabajo”, dijo Ofir Turel, profesor en asuntos de comportamiento y gestión en la adicción a la tecnología, que antes de incorporarse a la Universidad de Melbourne enseñaba en la Universidad Estatal de California en Fullerton. “Intentan caminar por la delgada línea, lo cual es difícil”.

El aprendizaje no siempre puede ser divertido, y con los teléfonos móviles presentes, los maestros están agotados para competir con los smartphones por la atención de los alumnos, dijeron Beck, los maestros de Estudios Sociales de Fresno High y otros educadores entrevistados por The Bee.

“Soy como un animador al 75% porque tengo que mantener la atención de la generación Nintendo”, dijo Beck. “El distrito no hace nada para discutir la política de teléfonos móviles. Pudiera ser tan sencillo como que el año pasado tuvimos niños atropellados por vehículoss, así que tuvimos que hacer la campaña ‘Oye, ten cuidado cuando andes afuera’, ¿qué tal ‘Oye, vamos dejar los teléfonos móviles’”.