Entre la política y el mal sueldo, los maestros están más presionados que nunca y las cifras lo demuestran

Antes del primer día de clases del año pasado, Laura Leigh Rampey añadió una frase a su programa de estudios, algo así como: “Esta es una clase de nivel universitario y hay temas que pueden incomodar a los estudiantes”.

Este año, la profesora de Matemáticas avanzadas de MAST Academy, en el Viaducto Rickenbacker, de nuevo decidió añadir una advertencia similar. Esta vez incluyó texto de su contrato que garantiza la libertad académica.

Rampey , de 58 años, una veterana profesora de más de tres décadas, se refirió a una discusión en el aula que suele ocurrir a principios de año y que se deriva de un problema en un libro de texto de Estadísticas que analiza los efectos de un tratamiento médico.

“Cuando le preguntó a los alumnos qué es lo que ven, alguien acaba diciendo: ‘Bueno, solo clasificaron el género como masculino y femenino’”, dijo Rampey.

Laura Leigh Rampey, veterana profesora de Matemáticas de MAST Academy que imparte clases de Matemáticas avanzadas, mientras se prepara para el inicio del curso escolar. Carl Juste cjuste@miamiherald.com
Laura Leigh Rampey, veterana profesora de Matemáticas de MAST Academy que imparte clases de Matemáticas avanzadas, mientras se prepara para el inicio del curso escolar. Carl Juste cjuste@miamiherald.com

El debate sobre cómo enfocar las inevitables discusiones en el aula de temas que han sido considerados inapropiados por algunos padres y políticos subraya la mayor concienciación que tienen los profesores ante el nuevo año escolar, en momentos que hay varias nuevas leyes estatales que limitan lo que pueden enseñar y dan a los padres un mayor papel en las decisiones d qué se enseña.

Este es solo uno de los elementos que ha puesto a prueba una fuerza laboral ya escasa en todo el estado. En los últimos años, los maestros han soportado el estancamiento del salario, el aumento el costo de la vida en el sur de la Florida y una pandemia que los puso a ellos y a sus métodos bajo el microscopio.

El resultado, dijo Rampey, es un entorno en que los maestros, especialmente los jóvenes educadores, tienen más miedo de asumir riesgos y se desaniman a enseñar de forma creativa.

“Estamos creando un clima en que los profesores hacen una de estas tres cosas”, dijo Rampey. “Cumplirán las órdenes del estado, lo que significa dejar de lado [temas] que no deberían dejar de lado; desafiar al estado y poner en peligro sus empleos, o marcharse para enseñar en otro lugar o dejar la profesión por completo”.

Personas que podrían haber planeado “quedarse unos cuantos años más [...] ahora pueden optar por salirse lo antes posible”, dijo. Para algunos, eso probablemente se pondrá a prueba este curso escolar y ocurre en momentos que las escuelas del sur de la Florida enfrentan la escasez de maestros.

Laura Leigh , veterana profesora de Matemáticas de MAST Academyse prepara para el inicio del curso escolar.. Carl Juste cjuste@miamiherald.com
Laura Leigh , veterana profesora de Matemáticas de MAST Academyse prepara para el inicio del curso escolar.. Carl Juste cjuste@miamiherald.com

Los maestros se van en medio de la pandemia

En las escuelas públicas del Condado Broward, unos 1,400 maestros renunciaron y otros 1,030 se jubilaron entre marzo de 2020, el comienzo de la pandemia, y junio de 2022, según el distrito escolar. Las razones personales, la reubicación o aceptar otro trabajo fueron las tres principales razones que la gente citó para irse, según las entrevistas de salida registradas por el distrito.

El pasado curso escolar 2021-22 fue el de mayor número de maestros que dimitieron o se jubilaron en el distrito en la última década, con la salida de 1,122.

A partir del 4 de agosto, el distrito escolar tenía 280 vacantes de instrucción, en comparación con 525 en el mismo momento del año pasado. El distrito tuiteó el martes —una semana antes que las clases deben comenzar— cómo se estaba contratando maestros, especialistas en medios de comunicación y asesores.

Pero en general, el índice de salida de este personal en el curso 2021-22 —7.39%— está “donde el distrito suele estar”, dijo la superintendente escolar de Broward, Vickie Cartwright.

En Miami-Dade hay un número similar de vacantes en las aulas. Hasta el miércoles —una semana antes del comienzo de las clases— había unas 225 vacantes en el distrito. La semana pasada, unos 400 educadores recién contratados participaron en la orientación, según funcionarios. Al comienzo del curso 2021-22, el distrito tenía alrededor de 100 vacantes menos, dijeron funcionarios del distrito.

Desde el curso escolar 2019-20, los funcionarios dijeron que el distrito “experimentó un aumento de 128 en el personal de instrucción que se ha retirado antes de lo previsto.” El distrito no reveló el número de renuncias o jubilaciones.

Dawn Baglos, directora de Capital Humano de las escuelas de Miami-Dade, dijo que las áreas más difíciles de llenar son las Matemáticas de nivel superior y la Educación Especial, similar a las tendencias estatales.

El Informe de Áreas Críticas de Escasez 2022-23 del Departamento de Educación de la Florida mostró que para el próximo año escolar el estado necesita más profesionales que puedan enseñar Inglés e Inglés para hablantes de otros idiomas, estudiantes excepcionales o con necesidades especiales, Ciencias, Matemáticas y Lectura.

La Florida Education Association (FEA), una federación de sindicatos de maestros de la Florida, dijo que el número de vacantes de maestros anunciadas en todo el estado se disparó a 4,359 en enero de 2022, en comparación con a 2,135 en agosto de 2019, antes de la pandemia, un alza de 104%.

En el curso escolar 2019-20, los colegios y universidades de la Florida graduaron solo un tercio de los maestros necesarios para cubrir las vacantes en las escuelas del estado para el curso escolar 2020-21, unos 3,380 maestros de 9,080 necesarios.

Debido a la escasez, los distritos están contratando a personas que no están certificadas para enseñar esos cursos, según el informe. Para los estudiantes con necesidades especiales, por ejemplo, los maestros no certificados están enseñando casi el 20% de todas las clases impartidas en todo el estado.

Escasez de maestros: es complicado

El número relativamente pequeño de vacantes en los dos mayores distritos escolares de la Florida refleja una tendencia nacional.

En una muestra aleatoria de 291 líderes de distritos y redes subvencionadas entre el 28 de febrero y el 20 de abril, solo 17% de los distritos escolares a nivel nacional pronosticaban una gran escasez de maestros, según un informe publicado por RAND Co., una organización de investigación sin ánimo de lucro. En comparación, 58% pronosticaba una pequeña escasez, según los datos.

“Lo que podemos decir es que, a nivel nacional, no ha habido un éxodo de maestros”, dijo Heather Schwartz, directora del programa de Sistemas Educativos de Preescolar a 12 grado e investigadora principal de políticas en RAND.

De hecho, hay escasez, dijo, pero es probable que sea causado por una “confluencia de cosas”.

En la primavera de 2020, al inicio de la pandemia, algunos distritos pausaron la contratación para el año siguiente y no tuvieron en cuenta a los maestros que se jubilaban, se mudaban de distrito o dejaban la profesión. Por lo tanto, muchas escuelas entraron en el curso 2020-21 sin el personal necesario, dijo. (A nivel nacional la cifra es de alrededor de 8%, dijo).

Luego, la cantidad de personas que no van a trabajar por razones de enfermedad, menos personal de apoyo —puestos de personal no docente vieron las mayores tasas de rotación, dijo— y la falta de maestros suplentes dejó a los distritos luchando para mantener las escuelas abiertas, dijo Schwartz.

Además, los distritos contrataron más sustitutos, paraprofesionales y tutores el año pasado, una decisión que, según ella, fue probablemente en respuesta a los distritos que recibieron dólares de estímulo federal.

“Ahí es donde encontramos esa coincidencia”, dijo. “Ha habido una escasez de maestros, pero el problema mayor es la cantidad de ausencias”.

Tanto las escuelas de Broward como las de Miami-Dade han lanzado esfuerzos para contratar maestros. Ambos distritos celebraron eventos de contratación y continuarán reclutando a lo largo del curso escolar. De las más de 2,000 personas que asistieron, las escuelas de Broward contrataron a unas 560 personas, entre ellas unos 210 maestros.

Sin embargo, a pesar de los recientes esfuerzos de contratación, los funcionarios del distrito, entre ellos el superintendente de Miami-Dade, José Dotres, dijeron que el problema no se limita al sur de la Florida o a este curso escolar. En el discurso del regreso a clases el 5 de agosto, Dotres le dijo a los periodistas que el distrito ha estado trabajando para enfrentar las vacantes en las aulas desde antes de la pandemia.

En los últimos años, Miami-Dade ha aprovechado las asociaciones con las universidades y colegios locales para el personal y ofreció a los estudiantes universitarios un puesto de trabajo en el distrito para la transición después de graduarse, dijo Baglos.

Preocupación por los maestros que inician su carrera

A principios de este año, el gobernador Ron DeSantis firmó proyectos de ley de educación que limitan la forma en la que se enseñan temas de raza y el racismo en el aula, prohibiendo la instrucción relacionada con la identidad de género o la orientación sexual entre el preescolar y el tercer grado, potencialmente restringiendo esa instrucción para los niños mayores; también da a los padres el derecho a demandar a un distrito si creen que un maestro está infringiendo las reglas.

Dotres dijo que no atribuía los desafíos en la contratación a las leyes, pero algunos maestros del distrito, entre ellos Jennifer Desa, dijeron que podría ser un problema el próximo año.

Los últimos años han sido estresantes debido a la pandemia, dijo la profesora de Periodismo y Estudios Sociales de la preparatoria Miami Southridge. Pero el estrés de este próximo curso puede ser mayor que el de años anteriores: no solo los educadores y los estudiantes siguen tambaleándose por las secuelas del cierre de las escuelas y los contratiempos en el aprendizaje durante la pandemia, sino que ahora los maestros tienen que preocuparse por la posibilidad de “cruzar la línea” incluso por las normas de un solo padre.

Jennifer Desa, maestra veterana de Periodismo y Estudios Sociales, está preocupada por los nuevos proyectos de ley que impactan su forma de enseñar.
Jennifer Desa, maestra veterana de Periodismo y Estudios Sociales, está preocupada por los nuevos proyectos de ley que impactan su forma de enseñar.

“Vivimos en un condado en que hay un amplio abanico de opiniones, desde las más conservadoras hasta las más progresistas, y nunca sabes qué padre está observando tu clase [...] y eso da miedo”, dijo. El estrés diario de vigilar lo que se dice —y cómo podría interpretarse— “pasa factura”, dijo. No le sorprendería que la presión añadida llevar a algunos a dejar la profesión.

Esta preocupación es especialmente cierta en el caso de los nuevos maestros, dijo John Burkowski Jr., profesor de Estudios Sociales en la Academy for Advanced Academics (AAA), un programa de doble matrícula con sede en la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

Ha habido un cambio en la forma en la que el público ve la enseñanza y ha habido una “creciente dedicación a la idea de que los maestros se están convirtiendo en un enemigo público”, dijo Burkowski, de 41 años.

Como profesor con 16 años de experiencia, 15 de ellos enseñando Historia de Estados Unidos a nivel avanzado, no le preocupa cómo puedan reaccionar los padres o los estudiantes a su enfoque de enseñanza. En cambio, dijo, “me preocupa el personal de mi departamento [y] los profesores de mi asignatura”, especialmente los nuevos o los que acaban de ser asignados a la asignatura, dijo.

“¿Me preocupa que pueda haber un alumno o un padre que se tome algo a mal porque se haya envalentonado [por las nuevas leyes]?”, dijo. “Sí. No es algo con lo que quiera lidiar. Distrae el ambiente de aprendizaje”.

Malos sueldos, preocupación por seguir en la enseñanza

Para Renee Okenka, profesora que comienza su carrera con cinco años de experiencia, las preocupaciones por el próximo curso escolar se refieren principalmente a los factores de estrés financiero.

Cuando se mudó a Broward desde Michigan el año pasado, la profesora de la secundaria Western luchó por encontrar una vivienda asequible con su salario anual de $47,500 anuales. Finalmente, lo consiguió, pero a cambio de 40% de sus ingresos mensuales. Este verano, Okenka, de 26 años, aceptó un trabajo de camarera en un restaurante de Boca Ratón para cubrir sus gastos.

“Lo que me rompió el corazón fue darme cuenta que probablemente podría duplicar mi salario si aceptara algunos de esos trabajos a tiempo completo”, dijo.

Sin embargo, también le preocupan otros temas, como la seguridad, la inflación y las nuevas leyes de la Florida, las mismas normas por las que se tambalean los profesores veteranos.

“Mis alumnos me preguntaron el otro día: ‘Muchos profesores se han ido, ¿nos dejará usted también?’; intencionadamente no respondí a esa pregunta, porque, en primer lugar, nunca miento a mis alumnos y, en segundo lugar, no lo sé”, dijo. “No sé cuánto tiempo podré hacer esto. ¿Cuánto tiempo será sostenible?”.

Sacar la creatividad del aula

Por su parte, Cartwright, superintendente escolar de Broward, reconoció los retos que enfrentan los maestros. Sin embargo, dijo, “este es un momento en que tenemos reflexionar mucho volver a nuestro por qué. ¿Por qué nos dedicamos a la educación?”.

La mayoría de las veces, dijo, “es porque queremos marcar una diferencia positiva en la vida de los niños”. Además, añadió, aún queda mucho por determinar sobre cómo afectará la nueva legislación a las escuelas, y los funcionarios del distrito “van a tratar de hacerlo lo más blanco y negro posible para nuestro personal, de modo que sepan exactamente cuáles son los límites y puedan mantenerse dentro de ellos”.

Aun así, Rampey, la profesora de MAST Academy, cree que buena parte de la nueva legislación pretende “crear un clima de miedo entre los profesores”.

La enseñanza, argumenta, históricamente ha permitido a los maestros ser los expertos en el aula, los maestros aseguraban de que los estudiantes aprendieran los requisitos y los estándares: las nuevas restricciones sobre lo que se puede discutir en el aula están eliminando esa autonomía.

“La capacidad de probar diferentes métodos o metodologías —de ver lo que hacen mis alumnos y juzgar la mejor manera de proceder— está perdiendo esa creatividad”, dijo Rampey. “Y creo que eso le quitará la alegría al tipo de personas que querríamos que se dedicaran a la enseñanza”.