Polémica: la drástica decisión de una provincia para reducir los costos de un festival icónico

Como todos los años, la fiesta se celebra en el Teatro Griego Frank Romero Day
Como todos los años, la fiesta se celebra en el Teatro Griego Frank Romero Day - Créditos: @Marcelo Aguilar

MENDOZA.- En medio de la crisis económica nacional, de los ajustes a las provincias y del reclamo ciudadano de mayor austeridad en el uso de los fondos públicos, son cada vez más las jurisdicciones que determinaron suspender sus celebraciones tradicionales. Sin embargo, la provincia decidió avanzar con la realización de la Fiesta Nacional de la Vendimia, uno de las celebraciones populares más reconocidos a nivel internacional, que tendrá un costo superior a los 1600 millones de pesos, con cientos de actores y bailarines en escena, que cobrarán de caché más de 250.000 pesos.

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Así, a pesar de algunas voces disonantes, la posición del gobierno de Mendoza es tajante: defiende con uñas y dientes su concreción, y considera, principalmente, que representa una oportunidad de generación de empleo local.

La fecha prevista para el acto central de “Coronados de historia y futuro”, el nombre que tendrá este año la fiesta, y las repeticiones, donde se presentan espectáculos musicales, serán del sábado 2 al lunes 4 de marzo próximos en el teatro griego Frank Romero Day. Por lo tanto, a dos meses de que se concrete, se aceitan los mecanismos oficiales para realizar un festejo “lo más austero posible”, indicaron a este diario fuentes del Ejecutivo provincial, lo que significa que ya no habrá sobre el escenario figuras de la música que cobren en dólares.

“Mendoza va a llevar adelante la Fiesta Nacional de la Vendimia; desde luego que estamos trabajando muy duro con el tema de poder tener números que sean razonables a la hora de producirla, y que podamos desarrollarla en marzo tanto para los mendocinos como para los turistas”, comentó a LA NACIÓN, Diego Gareca, subsecretario de Cultura, que hizo hincapié en la postura de las máximas autoridades locales y en la importancia de adaptar el festejo a la realidad de los recursos disponibles. “Siempre fue la intención del gobernador Alfredo Cornejo hacer la fiesta. La austeridad tendrá que ver con mayor control de los presupuestos a la hora de lanzar las licitaciones y que los artistas que convoquemos para las repeticiones sean nacionales, no internacionales”, agregó el funcionario, sin revelar los nombres de los posibles elegidos. Soledad Pastorutti y Lali Espósito fueron las estrellas argentinas que brindaron sus shows en el teatro griego en la Vendimia 2023; años anteriores lo hicieron Abel Pintos y Fito Páez, entre otros.

De todos modos, a la espera de conocer más detalles de lo que serían los contratos con reconocidos cantantes, que suelen llegar a pedir más de 200 millones de pesos, hay otros costos que llaman la atención. Por ejemplo, el montaje estructural del escenario saldrá 280 millones de pesos, casi 200% más que el año pasado, de acuerdo con la última licitación publicada en el Boletín Oficial en las últimas horas. Al mismo tiempo, el precio de la entrada viene siendo muy bajo: en la edición 2023 el ticket valía en promedio 1500 pesos, sin diferenciar entre el público mendocino y el turista. Esta situación está siendo revisada en el seno del gobierno provincial, aunque, por ahora, se evalúa llevar el costo de la entrada a 3000 pesos. En tanto, no hay sustento del sector privado, en cuanto a algún auspicio.

Razones

“Vendimia no solo es arraigo cultural y recreación. Hay que hacer la fiesta porque es empleo; hace circular mucha plata en diversos rubros. Es una inversión, pero se deberían repasar los costos, más allá de que la demanda de sofisticación del espectáculo siempre crece, sobre todo con el turismo internacional”, contó a este diario una alta fuente del oficialismo provincial, que conoce a fondo el movimiento vendimial. Y agregó: “Por caso, el valor de la entrada para el visitante debería ser mucho mayor, como ya cuestan otros festivales en el país. Lo que paga el extranjero es irrisorio. También, hay que darle más uso al teatro y mantenerlo activo durante el año; y por supuesto contar con el apoyo del sector privado. Las grandes bodegas desde hace tiempo miran para otro lado”.

Desde el gobierno local, a diferencia de las explicaciones que ponen sobre la mesa otras provincias y municipios del país, atentos a la compleja situación de la Argentina, insisten en la necesidad de no frenar la histórica fiesta. Por ejemplo, San Juan ya postergó la Fiesta Nacional del Sol, que se realizará recién en octubre. Además, hay comunas mendocinas que ya pusieron freno a la realización de tradicionales festivales musicales como “Rivadavia Canta al País”.

“Hemos priorizado garantizar el sueldo de la familia municipal, las obras fundamentales y la calidad de servicios. Tuvimos en cuenta los problemas de inflación y de la macro para los próximos meses ya que se espera un enfriamiento de la economía. Por eso, haremos una vendimia departamental austera con un homenaje a los productores. En cuanto a la fiesta nacional depende del gobernador, y de la decisión que ellos tomen. Yo hubiera hecho otro tipo de espectáculos con una importancia más profunda con el tema retenciones, el crédito a la cosecha y la recuperación del precio del vino. Estamos muy convencidos de que hay que priorizar otros temas”, expresó Ricardo Mansur, intendente de Rivadavia y exdirigente radical, quien se sumó a las filas del partido vecinal Sembrar.

También se apeló a reducir la duración de las celebraciones, como en el Festival de la Tonada, en el departamento de Tunuyán.

Otros sitios, también pusieron pausa a las celebraciones: el Festival de la Vendimia de Catamarca y el de Fortines Ranchos del municipio bonaerense de General Paz ya anunciaron la suspensión de los eventos por la crisis económica. El municipio catamarqueño de Tinogasta y la comisión directiva del Club Juventud Unidad compartieron un comunicado en el que anuncian la suspensión del evento vendimial a raíz de “los altos costos que requiere organizar y realizar un festival de esta magnitud, la historia y trayectoria del mismo y sobre todo considerando la realidad económica que atraviesa el país. Es necesario ser responsables y conscientes de las principales prioridades de la gestión municipal”. Ya se habían dado de baja el Festival Nacional de la Chacarera y al Nacional de la Salamanca en Santiago del Estero, mientras que en La Rioja se hizo lo mismo con la Fiesta Nacional de la Chaya.

“Para Mendoza hacer la fiesta es generar trabajo en un contexto económico adverso para el país. Es generar trabajo no solo para el sector artístico, que es el gran protagonista, sino que todo el proceso de licitaciones públicas, con financiamiento público, cuenta con 100% de proveedores de Mendoza, con alto nivel técnico en empresas de sonido, iluminación, pantallas y escenarios”, destacó Gareca. “Todo el dinero que Mendoza invierte se queda en la provincia, durante cuatro meses que dura todo el proceso. Hacer la fiesta es generar trabajo en un contexto adverso y siendo muy conscientes de que el resto de las provincias vienen suspendiendo sus festivales. Hay que entender la posibilidad de optimizar los recursos públicos y hacer los esfuerzos para poder concretarla y generar trabajo en esta alta temporada de verano”, completó Gareca, responsable del área cultural de la provincia del oeste argentino.