Mientras los poderosos se fijan en el Nikki Beach, funcionarios electos asisten gratis a su costoso evento

Las estrellas se dejaron ver el pasado fin de semana en Carbone Beach, un restaurante pop-up de cuatro noches en South Beach para celebrar el Gran Premio de Miami, que contó con un bar de caviar, una cena de cuatro platos organizada por el chef Mario Carbone y actuaciones musicales sorpresa de Diana Ross, Diddy y Lauryn Hill. Entre los invitados estaban Jeff Bezos, Jimmy Butler, Ivanka Trump y Jared Kushner.

También asistieron varios funcionarios electos de Miami Beach.

Que los funcionarios recibieran entradas de cortesía, valoradas en $3,000 cada una, está dando de qué hablar a los habitantes de la ciudad preocupados por posibles conflictos de interés en relación con el futuro de la sede de Nikki Beach, así como entre expertos que dijeron que los regalos podrían contravenir las leyes éticas estatales.

El anfitrión de Carbone Beach fue Major Food Group, matriz del aclamado restaurante Carbone. Según los documentos de la ciudad, el evento fue producido por Boucher Brothers, que opera concesiones en Miami Beach.

Estas dos entidades están en el centro de las discusiones sobre el futuro de Nikki Beach, el club diurno frente al mar. Funcionarios municipales de Miami Beach votaron el mes pasado dar a Boucher Brothers una ventaja en las negociaciones para gestionar la propiedad, en vista que el contrato de arrendamiento en vigor vence en 2025. Los directivos de Boucher entablaron conversaciones con Major Food Group para abrir allí un restaurante.

La idea de dar una ventaja a Boucher Brothers provocó reacciones en contra por parte de los propietarios de Nikki Beach y de los habitantes, que dijeron que el futuro del complejo debería decidirse mediante un proceso de licitación. Se espera que la cuestión se vuelva a estudiar en una reunión de la Comisión la semana que viene.

“Asistir a un evento no influye en modo alguno en mi voto, evidentemente, porque voté contra de lo que querían”, dijo el comisionado Alex Fernández, quien junto con Steven Meiner se opuso a la propuesta del comisionado Ricky Arriola el mes pasado. “Hay actos públicos a los que se nos pide que asistamos, porque tienen lugar en una ciudad mundialmente famosa y [la gente] quiere ver a sus funcionarios municipales locales participar”.

Pero al aceptar las entradas a Carbone Beach, los funcionarios municipales también se toparon con dudas sobre el cumplimiento de los estatutos éticos de la Florida.

Los funcionarios electos no pueden aceptar regalos por valor de más de $100 de proveedores municipales ni de nadie que haya cabildeado al gobierno municipal en los últimos 12 meses, ni tampoco de los clientes a los que esos grupos de presión representan.

Los representantes de Boucher Brothers y Major Food Group figuran como cabilderos activos de la ciudad de Miami Beach en asuntos no relacionados con Nikki Beach y Boucher Brothers es también un proveedor de la ciudad.

El año pasado, cuando Fernández y los comisionados Kristen Rosen González y David Richardson incluyeron las entradas de Carbone Beach en sus formularios de divulgación de regalos, mencionaron a Major Food Group como donante. Eso podría indicar una violación de las normas estatales sobre la aceptación de regalos de grupos de cabildeo o de sus clientes, dado que las entidades vinculadas a Major Food Group estaban registradas en ese momento para cabildear a la ciudad sobre cuestiones relacionadas con los restaurantes HaSalon y Carbone del grupo.

Que este año también se hayan infringido las normas éticas depende de quién pagó las entradas, algo que los funcionarios que asistieron a Carbone Beach la semana pasada no parecen saber con certeza.

Los que asistieron —el alcalde Dan Gelber y los comisionados Fernández, Arriola y Laura Domínguez— dijeron que no estaba claro qué entidad pagó sus entradas o si American Express, patrocinador del evento, puede haber ayudado a cubrir los costos.

Los representantes de Boucher Brothers, Major Food Group y Carbone Beach no respondieron a las múltiples preguntas de Miami Herald.

El ex comisionado de Miami Beach Michael Gongora publicó en Facebook su asistencia a Carbone Beach, que contó con la actuación de Diana Ross, el jueves 4 de mayo de 2023.
El ex comisionado de Miami Beach Michael Gongora publicó en Facebook su asistencia a Carbone Beach, que contó con la actuación de Diana Ross, el jueves 4 de mayo de 2023.

Las infracciones de las leyes estatales sobre regalos a funcionarios públicos pueden acarrear sanciones civiles de hasta $10,000 y castigos tan severos como la suspensión o destitución del cargo.

“Hay que tener cuidado”, dijo Caroline Klancke, directora ejecutiva de Florida Ethics Institute (FEI). “Si la entidad que proporciona [el regalo] recibe dinero para persuadirlo, no debería aceptar regalos de ellos”.

Una actuación íntima

El jueves, en Carbone Beach, Gelber entregó una llave de la ciudad al presidente ejecutivo de American Express Stephen Squeri. La esposa de Gelber y dos miembros de su equipo también asistieron a la velada, dijo el alcalde, mientras Ross interpretaba éxitos como You Can’t Hurry Love y Stop! In The Name Of Love.

Fernández, Domínguez y el ex comisionado y actual candidato a la alcaldía Michael Góngora también asistieron el jueves. Fernández y Góngora llevaron a sus parejas, según las redes sociales.

“Maravillosa noche en Miami Beach, en American Express Carbone Beach, con una actuación íntima de la legendaria Diana Ross”, publicó Góngora en Facebook.

El domingo, la última noche del evento en la playa, cerca de 18 St., Arriola asistió con su pareja a la actuación de LL Cool J y Lauryn Hill.

El Comisionado de Miami Beach Ricky Arriola fue fotografiado en Carbone Beach el domingo 7 de mayo de 2023.
El Comisionado de Miami Beach Ricky Arriola fue fotografiado en Carbone Beach el domingo 7 de mayo de 2023.

Klancke dijo que los funcionarios electos no deberían haber ido a la actividad si no estaban seguros quién pagaba sus entradas o si cumplían las leyes éticas.

“Es un acercamiento peligroso a la aceptación de regalos a un funcionario público”, dijo. “Deberían estar seguros sobre de quién aceptan cientos de dólares en regalos antes de aceptarlos”.

Gelber dijo que fue invitado por Jeff Zalaznick, copropietario de Major Food Group, mientras que Fernández dijo que se enteró del evento por Steve Boucher, copropietario de Boucher Brothers. Arriola dijo que consiguió sus entradas “a través de American Express”, pero no pudo aportar pruebas de que fueran pagadas por la empresa.

Meiner y Richardson dijeron que no asistieron y que no sabían si habían recibido una invitación. Rosen González no respondió a las preguntas de Herald sobre si ka habían invitado.

Góngora, por su parte, se negó a responder a preguntas sobre sus entradas, señalando que no está sujeto a los requisitos de divulgación de regalos como candidato a un cargo.

“En realidad, no es asunto de nadie adónde voy ni con quién”, dijo. “Es una de las ventajas de ser ciudadano privado. No necesito hablar de mi vida privada”.

Gelber le dijo a Herald que no estaba seguro de si los requisitos de divulgación de regalos aplicaban en este caso, porque asistía en su “capacidad oficial”, entregando una llave de la ciudad.

El año pasado, cuando Gelber asistió al acto y le entregó una llave ceremonial a Zalaznick, no declaró su entrada como regalo, según los registros.

El alcalde de Miami, Francis Suárez, quien también ha asistido a la actividad los dos últimos años, tampoco lo incluyó el año pasado en sus formularios de declaración de regalos. Las declaraciones se presentan trimestralmente.

Pero Klancke dijo que los funcionarios electos están sujetos a los requisitos de divulgación de regalos en la mayoría de los casos, incluso cuando asisten a un evento en su función oficial.

“La única razón por la que le ofrecen las entradas es porque es el alcalde”, dijo. “Por eso hay que proteger la independencia e imparcialidad”.