Más poder para Nicolás Maduro: avanza en Venezuela la polémica "ley antibloqueo"

"Va mi palabra y va mi vida en la Ley Antibloqueo". Nicolás Maduro apuesta fuerte por la ley que hoy llega a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para ser aprobada, pese a las protestas surgidas incluso en el seno del chavismo y sus aliados. Una ley que el propio "hijo de Chávez" asegura haber redactado para enfrentar las sanciones y reimpulsar la economía y que quiere imponer por vía de la urgencia, pese a que sabe que en enero, una vez llevada a cabo la fraudulenta elección parlamentaria del 6-D, contará con un Parlamento a su servicio.

"El país cree en mí, creen en la ley porque eso lo redacté yo. Hay un gran país que tiene la esperanza renovada, que repudia las sanciones y exige que se levanten", profirió anoche Maduro, una defensa a capa y espada que tendrá segunda parte en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que confirmará su constitucionalidad. "He demostrado lealtad absoluta al pueblo, a la Constitución, a los valores, he enfrentado riesgos, peligros, amenazas. Con ese aval ético y moral escribí la ley", confeso el "presidente pueblo" por televisión.

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Desde su irrupción ante la opinión pública y tras redactarse en secreto en la ANC, la Ley Antibloqueo ha cosechado la alarma de los constitucionalistas, que aseguran se trata de una herramienta totalitaria y antidemocrática para que Maduro siga concentrando poderes, además de suponer una amenaza contra los recursos del país y de tener la capacidad de eliminar otras leyes. Más poderes para quien ya tiene superpoderes.

Para el constitucionalista Juan Raffalli, hasta el derecho a la información queda en el aire, ya que la ley escrita por Maduro otorgaría confidencialidad a los documentos del Gobierno. Con la nueva ley, el Ejecutivo podrá actuar en secreto.

"Es una ley antiderecho, la negación misma del estado de Derecho. El jefe del Estado puede desaplicar normas jurídicas, decidir que ley le incomoda para desaplicarla", explica Raffalli.

En esta ocasión no sólo de la oposición parten las críticas. "Es un grave retroceso y no protege a los venezolanos", alertó el Partido Comunista. Hasta movimientos de base del chavismo han convocado una protesta, en repudio ante la imposición de una ley que temen vulnera la Constitución bolivariana de Hugo Chávez.

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Pese a haberse impuesto en 2017 para oficialmente redactar una nueva Constitución, la ANC no cumplió con semejante misión, dedicándose en cuerpo y alma a fustigar al Parlamento y a los opositores, además de asumir inconstitucionalmente sus funciones. A última hora Maduro ha decidido que la ANC sí dejará un "legado" a su pueblo, pese a lo ilegal de tal acción.

"Al pretender que su moribunda ANC le apruebe su ley antibloqueo nos está diciendo (al país) y al mundo que el Estado soy yo", resumió la internacionalista Magdalena Boersner.

"Es un proyecto que contradice en esencia a la propia Constitución. Se fortalece el carácter autoritario del gobierno. Es prácticamente privatizar los activos de la República bajo un manto de poca transparencia y mucha discrecionalidad", adelantó Provea, ONG de derechos humanos.

Maduro ha hecho oídos sordos a todas estas demandas, dispuesto a abrir "los caminos hacia un gran cambio para enfrentar y vencer la persecución criminal imperialista".

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Expertos económicos también avizoran que el gobierno bolivariano usará la nueva ley para crear cualquier mecanismo financiero en mercados nacionales e internacionales, sin límites de endeudamiento y sin importarle la presión contra sus activos internacionales.

Para Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, la Ley Antibloqueo también es un instrumento para la campaña del 6-D (elecciones parlamentarias no reconocidas por la oposición y por democracias occidentales y regionales). "Saben que la mayoría de los venezolanos responsabilizan a Maduro de la crisis, pero también cree que el bloqueo no produce cambios, amplifica la crisis y afecta a sus vidas. El gobierno intenta así diluir su responsabilidad y culpar a terceros", sentencia León.