En plena guerra entre Israel y Hamás, Trump culpa a Biden del conflicto

El ex presidente Donald Trump culpó el miércoles al presidente Joe Biden y a su administración del letal ataque de Hamás contra Israel e insistió en que ese ataque nunca se habría producido si él siguiera en la Casa Blanca.

En un discurso ante sus partidarios en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en West Palm Beach, las declaraciones de Trump fueron más un repaso a su propia trayectoria en Oriente Medio y una denuncia de Biden que una afirmación de solidaridad con el aliado más cercano de Estados Unidos en la región.

Se jactó de la decisión de su administración de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén –y por el módico precio de solo unos cientos de miles de dólares– y repitió su infundada afirmación de que las elecciones presidenciales de 2020 estuvieron plagadas de fraude y actividades ilícitas, argumentando que si no hubieran estado “amañadas”, Israel nunca habría sido atacado.

“Si las elecciones no estuvieran amañadas, no habría nadie que siquiera pensara en entrar en Israel”, dijo Trump. “Las elecciones fueron amañadas. Muy tristemente amañadas. Pero acabaremos con ellos la próxima vez y será más grande de lo que nadie ha visto nunca”.

Bajo su liderazgo, “tuvimos paz”, dijo Trump. “Y luché por Israel como ningún presidente en la historia, pero entonces llegó el corrupto Joe Biden y arrojó a Israel a los yihadistas sedientos de sangre”.

Trump, que fue invitado a hablar por el grupo Club 47 USA, también aprovechó los combates en Israel para avivar la preocupación de que la frontera sur de Estados Unidos es vulnerable a ser infiltrada por terroristas y se jactó de que, durante su mandato en la Casa Blanca, había impuesto una prohibición de viajes para mantener fuera de Estados Unidos a personas de determinados países, principalmente de Oriente Medio y el norte de África.

Los comentarios de Trump se produjeron cuatro días después de que militantes de Hamás lanzaran una incursión en Israel, que provocó el ataque más letal contra el Estado judío en al menos 50 años. Israel respondió declarando la guerra y lanzando un aluvión de ataques contra la Franja de Gaza. Los combates han causado hasta ahora más de 2,000 muertos, entre ellos al menos 14 estadounidenses.

Trump argumentó que no había duda de que Biden era responsable de la desfachatez del ataque de Hamás. Acusó a Biden de allanar el camino para una transferencia de $6,000 millones de fondos congelados a Irán, que apoya a Hamás desde hace tiempo, a cambio de liberar a cinco rehenes estadounidenses, y lo calificó como “el día más vergonzoso de la historia de nuestro país”.

También exigió a Biden que “detenga toda financiación” a causas y organizaciones que prestan ayuda a los palestinos, alegando que esos mismos grupos apoyan el terrorismo en la región.

“Bajo mi liderazgo, estaremos con Israel al 100% y no les dejaremos fracasar”, dijo Trump, que en un momento dado señaló que el representante federal Matt Gaetz –a una semana de desbancar al ex presidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy– se encontraba entre el público.

Las declaraciones de Trump se hicieron eco de las de otros republicanos, que han afirmado que Irán estaba detrás del ataque de Hamás contra Israel. Altos funcionarios estadounidenses e israelíes han afirmado que aún no han descubierto ninguna evidencia de que Irán estuviera implicado en el ataque, aunque han culpado a Teherán en general de financiar y entrenar a militantes de Hamás a lo largo de los años.

Estados Unidos ya ha emprendido una serie de acciones para ayudar a Israel en su esfuerzo bélico, transfiriendo municiones y trabajando para reabastecer la llamada “Cúpula de Hierro”, el sistema de defensa antiaérea destinado a defender a Israel de los disparos de cohetes. El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, también dijo que Estados Unidos estaba trasladando un portaaviones al Mediterráneo oriental como medida disuasoria para los adversarios que pudieran tratar de involucrarse en el conflicto.

Biden, por su parte, ha condenado sin ambages el ataque de Hamás contra Israel, calificándolo de ejemplo de “maldad sin adulteración”. Antes del discurso de Trump el miércoles, la campaña de reelección de Biden envió un correo electrónico a reporteros describiendo al ex presidente como “demasiado peligroso para liderar a Estados Unidos en el escenario mundial”.

“Mientras Trump sigue mintiendo sobre su historial, el presidente Biden está centrado en proporcionar un apoyo firme a Israel y liderar la escena mundial”, dice el correo electrónico.

Las declaraciones de Trump no se limitaron a la actual guerra entre Israel y Hamás. Arremetió contra los diversos cargos penales que enfrenta actualmente, llamándolos las “acusaciones de Biden”, y apuntó a un puñado de sus rivales para la nominación presidencial republicana de 2024, incluido el gobernador de la Florida, Ron DeSantis.

Repitiendo un argumento usado a menudo, Trump afirmó que DeSantis nunca habría ganado la gubernatura en 2018 si no hubiera sido por su apoyo. También arremetió contra las altísimas tarifas de seguros de propiedad de la Florida e instó a DeSantis a abandonar su candidatura presidencial y regresar a la Florida para hacer frente a la crisis.

“Las familias de la Florida están siendo golpeadas mientras él está afuera en su campaña fallida”, dijo Trump, recordando a sus partidarios su enorme ventaja en las encuestas en las primarias de 2024.