Así es el común fetiche sexual que parece no gustarle a Whoopy Goldberg

Tener interés sexual por los pies es más común de lo que imaginas. (Getty Images)
Tener interés sexual por los pies es más común de lo que imaginas. (Getty Images)

A la comediante Whoopi Goldberg no le gusta la podofilia, como se le conoce al intenso interés sexual que tienen algunas personas por los pies. Esa fue la conclusión que sacaron los espectadores de un popular programa de televisión estadounidense cuando la comediante se levantó de su asiento y salió del escenario al escuchar un comentario sobre el fetiche por esa parte del cuerpo humano.

El incidente ocurrió en una emisión en vivo del programa The View, luego de que analista política Farah Griffin expresara su opinión sobre el caso de una persona que escribió al diario The Guardian para quejarse de que su esposa era quien establecía los parámetros de su relación y dejó de permitir que él masajeara sus pies al enterarse de que le producían placer sexual.

Griffin comentó que le parecía bien satisfacer el fetiche de tu pareja dentro de lo razonable, mientras Whoopi se alejaba del set. Al explicar el motivo de su partida, la polémica artista respondió con humor: "Estaba tan enamorada de lo que estabas diciendo que sentí que necesitaba tomar un respiro para poder recuperarme y poder regresar al mesa. Así que me levanté, me alejé y me recuperé".

 Whoopi Goldberg /  REUTERS/Lucas Jackson (UNITED STATES - Tags: ENTERTAINMENT PROFILE)
Whoopi Goldberg / REUTERS/Lucas Jackson (UNITED STATES - Tags: ENTERTAINMENT PROFILE)

El tabú de los pies

La reacción de Whoopy refuerza la creencia de que la podofilia es una perversión aberrante, cuando en realidad se trata de un fenómeno mucho más común e inofensivo de lo que muchos piensan.

En el libro Tell Me What You Want, el investigador Justin J. Lehmille dijo que de los 4.000 participantes en un estudio sobre preferencias sexuales, el 14% afirmó haber tenido una fantasía sexual en la que los pies o los dedos tenían mucha relevancia. Aunque agregó que una persona que fantasee eventualmente con los pies no significa tenga podofilia.

El fetiche por los pies es una forma de parcialismo, que es el acentuado interés por una parte específica del cuerpo. Es muy común escuchar a los hombres heterosexuales decir que se enloquecen por los senos o las caderas de las mujeres, mientras que otras formas de parcialismo, como la atracción por los pies, es considerada una rareza aunque ocurra con frecuencia.

El parcialismo por los pies, los senos o cualquier otra parte del cuerpo está considerado una parafilia, como se le conoce a los intereses, impulsos, fantasías o comportamientos sexuales persistentes y recurrentes de marcada intensidad que involucran objetos, actividades o situaciones atípicas.

El parcialismo por alguna parte del cuerpo es, de lejos, el fetiche más común, según una investigación realizada en 2006 por un equipo integrado por académicos de la Universidad de Bolonia, la Universidad de L'Aquila y la Universidad de Estocolmo, que analizó el contenido de cientos de chats de internet sobre perversiones y fantasías sexuales.

En esos foros digitales, los pies y los dedos de los pies destacaron por ser las partes del cuerpo más fetichizadas, luego de excluir las zonas que tradicionalmente despiertan mucha atracción como los glúteos.

Pero sentirse excitado por los pies de tu pareja no significa tener un desorden patológico. "Los fetiches no significan que tengas un problema mental o que no puedas establecer relaciones sexuales o románticas saludables", dijo Lehmille en Men’s Health.

Los especialistas consideran que una persona tiene un desorden parafílico si la persistencia y la intensidad es exagerada y si causan malestar o deterioro significativo en las relaciones sociales, laborales o familiares. También si ese deseo es tan fuerte que podría causar daños a otros.

Si te sientes ansiosa o deprimida por tu fijación por los pies o crees que te puede llevar a cometer un acto ilegal, es importante que consultes con un profesional de la salud mental. Pero si sólo se trata de una preferencia sexual, los conocedores recomiendan que explores sus posibilidades.

Los orígenes

El interés sexual por los pies ha despertado la curiosidad de muchos estudiosos de la mente humana. El neurólogo austríaco y creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, especuló que algunas personas sexualizan los pies porque en su inconsciente los relacionan con los penes.

A finales del siglo XX, el neurocientífico V. S. Ramachandran postuló una explicación mucho más racional en su libro Phantoms in the Brain: Probing the Mysteries of the Human Mind, al estudiar la forma en que las conexiones cruzadas del cerebro pueden provocar que las personas con extremidades amputadas experimentan el síndrome del miembro fantasma.

Ramachandran dice que el área del cerebro que recibe las señales del tacto podiátrico está justo al lado de la parte que recibe la estimulación genital. Y sugiere que es posible que hasta las personas sin patologías neurológicas tengan algún tipo de conexión cruzada, "lo que explicaría por qué nos gusta que nos chupen los dedos de los pies".

Otros ofrecen explicaciones más simples, basada en la fisiología básica, que señalan que algunos sienten excitación sexual porque los pies tienen muchas terminaciones nerviosas.

Entre gustos y colores

El fetiche por los pies se manifiesta de múltiples maneras, dependiendo de las preferencias individuales de quien lo practique.

La educadora sexual Niki Davis-Fainbloom dijo en su blog Being Sexual que aunque algunos se excitan con sus propios pies, lo más común es que las personas con ese fetiche se exciten con los pies de otras personas, particularmente si es alguien que te gusta.

El disfrute puede provenir sólo de la observación, mientras que algunos sienten un placer intenso al tocar y saborear los pies de otros. Y así como algunas prefieren a los hombres rubios y otras a los morenos, las preferencias por los pies puede ser muy variadas. Algunas se vuelven locas por los pies grandes y malolientes y otras los prefieren limpios, secos y con la pedicura.

No es infrecuente incorporar a los pies dentro del juego sexual, como lamer los pies durante el coito, masturbar con los pies o incluso penetrar con el pie.

Si sientes curiosidad por explorar si sientes placer sexual por los pies puedes dar o recibir un masaje en los pies, besar algunas partes de tus pies (si tu flexibilidad lo permite) o la de un compañero sexual, enviar fotos de tus pies a tu pareja, o masturbarse con los pies.

Los expertos dicen que el fetiche por los pies generalmente no involucra ningún riesgo para la salud. Pero si tienes pensado explorar opciones de contacto físico con una pareja, es recomendable que tengan las uñas bien cortadas y que tus pies y los de tu pareja no tengan ninguna herida o cortadura.

Algunas enfermedades de transmisión sexual, como los herpes genitales, la sífilis y el Virus de Papiloma Humano, se transmiten por contacto con la piel.

Fuentes: Advocate, WebMd, The Guardian, BusinessInsider, Freud, ABC.

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