Muchas piedras por recolocar en Alepo siete meses después del terremoto

Hana al Saleh

Alepo (Siria), 30 ago (EFE).- Frente a las ruinas de un edificio destruido por el terremoto que el pasado febrero sacudió la ciudad siria de Alepo, Um Mohammad lamenta como se le "clavan cuchillos en el corazón" cada vez que pasa por ese lugar, donde una montaña de escombros aún sin retirar sirve de recuerdo permanente a la tragedia.

El seísmo con epicentro en Turquía dejó más de 6.000 muertos en Siria y sacudió con especial fuerza a Alepo, la capital comercial del país, que asumió al menos 447 de los decesos, 1.057 heridos y 73.000 familias que se quedaron sin hogar, según datos oficiales.

La propia Um Mohammad, de 60 años, perdió en la catástrofe una casa familiar y su residencia, que afirma no está en posición de reconstruir por sus propios medios.

"Ya no tenemos capacidades, nuestros ánimos están machacados, nuestra salud mental quedó destruida debido a los altos precios y todo. Nada es posible con esta vida tan cara", sentencia la mujer en declaraciones a EFE, mientras la crisis económica continúa agravándose en el país.

Entre tanto, ajeno a la peligrosidad de la estructura, el vecino Mohammad Ateeq emerge del esqueleto del edificio destruido, donde todavía acude a regar las plantas en un balcón que desafía la ley de la gravedad, con la esperanza de que sigan vivas si algún día puede regresar a la que un día fue su hogar.

ESCASEZ DE RECURSOS

Los vecinos del barrio están esperando a recibir compensaciones del Fondo Nacional de Ayuda para iniciar la reconstrucción, un proceso para el que se han prometido cuantías equivalentes a unos 16.000 dólares en el caso de edificios con licencia y otras más bajas para los inmuebles informales.

Sin embargo, esos montos difícilmente serán suficientes ante los elevados precios de los materiales de construcción y las constantes pérdidas de valor de la lira siria frente al dólar, a lo que se suma que muchos de esos productos ni siquiera están disponibles en los mercados debido a las sanciones internacionales contra Siria.

Frente a un inmueble en el que murieron varias personas, Abu Omar recuerda los "difíciles" momentos vividos tras la tragedia y, después de una breve pausa para llorar, explica que están "esperando por las promesas de las agencias gubernamentales para rehabilitar este edificio y otro cercano".

No muy lejos, otro ciudadano reposa sobre una de las piedras desprendidas de una vivienda destruida, en la que solían vivir varias familias de hasta tres generaciones y en cuyo sótano se ubica una almazara, antes del terremoto un oasis de oportunidades de trabajo para los residentes.

"Perdí mi medio de vida, los daños resultantes del seísmo fueron enormes para mi. Hasta los muebles de la casa, me dejó con tan solo algunas prendas de ropa", lamenta el hombre, que se identifica como Abu Ahmad, de 57 años.

PATRIMONIO Y TURISMO

El impacto del terremoto en Alepo transcendió más allá de los barrios residenciales y extendió sus tentáculos también por la Ciudad Vieja, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1986, dejando su huella incluso en unos históricos mercados tradicionales con cerca de 7.000 años de vida.

Los daños en los puntos de interés cultural causan, a su vez, importantes pérdidas económicas a los actores estatales y privados que vivían del turismo, un sector clave para la urbe.

Entre ellos están los hoteles y establecimientos turísticos ubicados en las inmediaciones de la Ciudadela de Alepo, una imponente estructura medieval en el corazón de la Ciudad Vieja que todavía permanece cerrada al público debido a los daños sufridos por la sacudida.

La ciudadela, símbolo de la urbe, ya había quedado afectada por las batallas entre las fuerzas gubernamentales y la oposición ocurridas en Alepo entre 2012 y 2016, en el punto álgido del conflicto armado iniciado hace cerca de doce años en el país árabe.

Y, una vez más, el terremoto volvió a dejar grietas en sus paredes y daños en su entrada, en el minarete de la Gran Mezquita, en el edificio con la Torre del Molino, la fachada del Salón del Trono y los muros nororientales de la fortaleza.

"Un equipo de trabajo de la Dirección General de Antigüedades y Museos en Damasco documentó los daños causados por el terremoto, después de la visita de una delegación de la UNESCO (...) Luego comenzaron las labores de restauración", explicó a EFE el director del sitio, Mohammad Nour Habaq.

Según el responsable, el Fondo Sirio para el Desarrollo está trabajando en la entrada principal de la ciudadela, una fase que estima se completará para comienzos del próximo octubre, y más adelante el órgano se centrará en devolver el resto de partes dañadas a su antigua gloria.

(c) Agencia EFE