Pide Iglesia no prohibir nacimientos en lugares públicos

Juan Carlos Cortés

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 31 (EL UNIVERSAL).- La Iglesia católica exhortó a los ministros de la Suprema Corte, especialmente a quienes componen la Primera Sala, a que evalúen, en el ejercicio de la laicidad positiva, no prohibir los nacimientos, ya que ello atenta contra la libertad de fe de los ciudadanos.

Esto luego de darse a conocer que en los próximos días la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) debatirá un proyecto de sentencia respecto a un amparo en revisión del municipio de Chocholá, Yucatán.

El Centro Católico Multimedial (CCM) explicó que la sentencia sería del proyecto de amparo en revisión 216/ 2022 de la ponencia del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, cuyo acto reclamado es la colocación de “objetos decorativos” referidos al nacimiento de Jesucristo en los meses de diciembre y enero en los bajos del ayuntamiento de Chocholá, estado de Yucatán, entre otros.

Detalló que el recurso promovido por el quejoso, identificado como Miguel Fernando Anguas Rosado, buscaría “determinar si la potestad del ayuntamiento del municipio de Chocholá de colocar símbolos religiosos en espacios públicos es violatoria de la libertad religiosa, y de los principios constitucionales del Estado laico y el principio de igualdad y no discriminación”.

Resaltó que en sus argumentos, el proyecto del ministro Alcántara Carrancá induce a una teoría del símbolo para llegar a la conclusión de que los “símbolos religiosos son cuestionados, pues tienden a generar ideas que provocan contradicciones, inconsistencias e incluso falacias en el conocimiento. Sin embargo, para evitarlas, las religiones han propugnado por establecer que sus símbolos, lejos de oponerse a la razón, contienen su propio logos, su propia racionalidad y promueven su propio pensamiento”.

Dijo que en conclusión, y tras afirmar que el Juzgado de Distrito no fue al fondo del nacimiento como “símbolo religioso ideado por la Iglesia cristiana con el propósito de influir en las ideas de quienes lo observan y, por tanto, destinado también a convertir su significado en conductas o comportamientos humanos, a nivel individual y colectivo que, eventualmente, propenden a transformarse en convencionalismos sociales”, determina que esas imágenes son adversas a los principios de laicidad y neutralidad del Estado en materia religiosa.