“El piano me eligió a mí”: Antonio López Gutiérrez, maestro de música, quien nació con discapacidad visual

Cuando tenía tres años, su abuelo le regaló un teclado pequeño. Al conocer este instrumento, José Antonio López Gutiérrez, ciego total desde el nacimiento, descubrió que al combinar sonidos podía tocar melodías y canciones que escuchaba en la radio y la televisión. 

En ese entonces no sabía nada de teoría musical. Fue hasta los siete años cuando recibió sus primeras clases en un taller de piano con un profesor ciego. Posteriormente, a los nueve años, ingresó a la Facultad de Música de la UNAM (anteriormente, Escuela Nacional de Música), para estudiar piano, solfeo y conjuntos corales; a partir de ahí, descubrió su vocación y, cuando llegó el momento indicado, decidió cursar la licenciatura en piano en la misma institución.

A sus 33 años, José Antonio, quien usa un bastón blanco como apoyo, tiene tres grandes sueños: ser productor musical, tocar con alguna orquesta o ensamble de cámara, y conocer Europa, en especial España y Alemania.

En entrevista, explica los retos de ser un pianista ciego y lo que busca expresar al público al tocar en sus conciertos.

¿Por qué elegiste el piano y no otro instrumento?

Yo diría, más bien, que el piano me eligió a mí. Mi abuelo me regaló mi primer teclado y más tarde me regaló dos más. Después, mi maestra, un primo y un amigo me regalaron cada uno un teclado. Al final tuve que vender todos estos objetos para comprarme un piano vertical acústico.

¿Cuál es tu mayor reto como pianista ciego?

La dificultad para estudiar alguna obra musical, ya que siempre necesito del apoyo de un músico normovisual que me ayude a leer la partitura. No obstante, como primeros recursos, utilizo el oído y la musicografía braille. 

Lee: “Si tienes un sueño, no pares hasta conseguirlo, y no permitas que nada te limite”: Arlet, violinista con discapacidad

¿Qué canciones te conmueve más interpretar y por qué?

Si hablamos de música comercial, mi favorita para interpretar son las baladas románticas de los años 70 y 80, además de la música instrumental y la católica. En cuanto a música de concierto se refiere, me encanta la barroca por dos razones: la primera, mi compositor favorito es Juan Sebastian Bach, y la segunda, por la polifonía, es decir, la interacción de varias líneas melódicas independientes que se entrelazan de tal modo que al escucharlas me las imagino como una conversación entre personas en la que cada voz o línea melódica representa a un personaje. En la música comercial, cada canción y melodía tiene lo suyo, algunas solo me gustan y otras me conmueven.

¿Cómo te entrenas para ser un pianista profesional?

A través de la práctica del instrumento y actualizando mis conocimientos musicales y generales. Dedicar ocho horas diarias sería lo ideal; sin embargo, por algunas otras actividades, no siempre es posible.

¿Cuáles son tus próximos planes?

Prepararme para dar conciertos como solista y en orquesta. Viajar y tener los medios para realizar producción musical.

¿Quién te ha apoyado más a lo largo de tu carrera y cuál ha sido el mayor halago que recibiste?

Mi mamá Teresa de Jesús. También agradezco infinitamente el apoyo de mi maestra de piano Adriana Sepúlveda. Y de los halagos, una estudiante de secundaria me dijo en una ocasión “que dios bendiga tus manos”.

¿Cuál es el concierto más emotivo que has dado y por qué?

El sábado 4 de marzo de 2017 fue un día significativo porque realicé mi concierto de titulación.

¿Qué te gusta expresarle al público cuando tocas el piano?

Expresar mis sentimientos y, sobre todo, reflejar lo que el autor quiso manifestar en la obra u obras musicales que tengo oportunidad de interpretar.

¿Consideras que la música es universal e inclusiva?

Es universal porque, por ejemplo, sucede que un extranjero se aprende la canción de “Cielito lindo”, y aunque no comprenda el significado de las palabras, la música le resulta pegajosa. También es inclusiva porque la capacidad de combinar ritmos y sonidos no distingue límites.

¿Qué haces cuando no tocas el piano?

Me gusta leer (sobre todo el género de narrativa) y tomar cursos sobre edición de audio.

¿Alguna vez sufriste discriminación?

Algunos maestros de solfeo no me aceptaron en su cátedra. Me decían que no sabían cómo trabajar, que no estaban capacitados; esto me pasó sobre todo en clases grupales.

Puedes leer más historias como esta en el sitio Yo También.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia. Tú puedes ayudarnos a seguir. Sé parte del equipo. Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.

#YoSoyAnimal

El cargo “El piano me eligió a mí”: Antonio López Gutiérrez, maestro de música, quien nació con discapacidad visual apareció primero en Animal Político.