“El peso de la burocracia”: rechazaron el pedido de drogas oncológicas a 15.458 pacientes sin cobertura
En lo que va de la pandemia de Covid-19, el banco nacional de drogas oncológicas rechazó 15.458 solicitudes de provisión de medicamentos para pacientes sin recursos o con cobertura pública, aunque la mayoría eran fármacos incluidos en el listado (vademécum) que el Estado nacional y las provincias se comprometen a cubrir.
La inversión nacional en políticas públicas contra el cáncer se redujo un 85% durante 2020, como publicó LA NACION, y se desconoce si otros programas u organismos pudieron finalmente proveer esos tratamientos. Desde el Ministerio de Salud de la Nación, indicaron que no recibieron presentaciones de pacientes que no hayan podido acceder al tratamiento.
El Banco de Drogas Especiales emitió remitos de no dispensa para el 32% (6330) de los 19.822 pedidos durante 2020, mientras que el año pasado lo hizo en el 41% (7950) de las 19.302 solicitudes formuladas a través de los bancos jurisdiccionales o de manera personal en el caso de los pacientes de la Capital, donde funciona el banco nacional. Entre enero y febrero últimos, se impugnó el 45% (1178) de los 2591 pedidos efectuados.
Motivos varios
Los datos surgen de la respuesta de la Subsecretaría de Medicamentos e Información Estratégica de Salud a un pedido de acceso a la información pública que presentó la diputada Graciela Ocaña (Juntos por el Cambio). Se citó entre los posibles motivos que la droga no aparezca en el listado de entregas o no esté disponible, que la solicitud no pase el proceso de evaluación y auditoría o que otro organismo pueda entregar el fármaco. “No resulta posible entregar esa información desagregada, caso por caso”, se explicó.
“El Ministerio de Salud mintió porque retiró medicamentos oncológicos del vademécum que provee con el argumento de que no había recibido pedidos de esas drogas en el último año”, sostuvo la legisladora nacional sobre el detalle de los 15.458 rechazos enviados a los bancos de drogas provinciales.
“No solo recibió los pedidos, sino que los rechazó, de acuerdo con la información proporcionada –continuó–. Esto demuestra que muchísimas familias en las que hay un diagnóstico oncológico no recibieron la atención debida del Estado para la provisión de medicamentos. El informe oficial deja claro todos los rechazos y las razones tuvieron que ver más con problemas presupuestarios o mala administración por no haber hecho las compras oportunamente y, entonces, se rechazó”.
Esto, para Ocaña, impulsora de la investigación de la mafia de los medicamentos que arrancó en 2007, puede abrir “un circuito nuevo de compras y provisión de tratamientos que es el subsidio a personas en forma directa [a través del Ministerio de Desarrollo Social] que, seguramente, es más costoso para el Estado con fármacos que están dentro del vademécum”.
Los datos oficiales dan cuenta de que, en 2020, el 13% de los 6330 pedidos rechazados eran de productos fuera del listado aprobado. Ese año, el vademécum incluía un centenar de fármacos.
En 2021, esa proporción era del 14% entre los 7950 remitos de no dispensa. En los dos primeros meses de este año, alcanzó el 19% entre los 1178 rechazos emitidos. Es decir que la mayoría de las drogas pedidas estaba dentro del listado. “Hay muchos medicamentos que son de uso común en oncología, como los que se indican para el cáncer de mama o de próstata”, apuntó Ocaña.
Sonia Tarragona, jefa de Gabinete del Ministerio de Salud de la Nación, insistió en que el Banco de Drogas Especiales no es responsable de entregar la medicación a los pacientes, sino que complementa la provisión de las jurisdicciones. “Las provincias tienen la responsabilidad y la competencia para atender la necesidad de los pacientes oncológicos –sostuvo–. Cuando los bancos provinciales no dan respuesta, piden si [el banco nacional] puede complementar o cubrir esa demanda, excepto la Ciudad, que, como no tiene un banco propio, solicita los medicamentos al nacional”.
En una de las últimas reuniones del Consejo Federal de Salud (Cofesa), los ministros acordaron al respecto.
Las causas por las que se denegaron las entregas que mencionó Tarragona incluyen “un error en el proceso administrativo de solicitud o faltante de una droga porque no está en el vademécum o una provincia no la compró”. Recordó que, por la pandemia, muchos bancos provinciales no pudieron dar respuesta a los pacientes.
Burocracia
Daniela Hacker es autora del libro Desmitificar el cáncer, que es de descarga gratuita. “El paciente con cáncer debe enfrentarse no solo a transitar una enfermedad grave, sino que debe cargar con el peso de la burocracia que muchas veces pone obstáculos en su camino para conseguir la medicación que le corresponde”, indicó. Y agregó: “Ahora, nos encontramos con una altísima cantidad de rechazos que realizó el banco de drogas hacia los pacientes en pandemia. Pacientes que, además, vivieron complicaciones para acceder a especialistas, moverse hacia centros de salud de otras provincias, dificultad para estar acompañados, entre otras”.
Ante ese escenario, recordó que los pacientes “dependen de su capacidad de gestión para conseguir sus tratamientos. Tener recursos para gestionar amparos judiciales o conocimientos de asociaciones que pueden ayudarlos. Esto genera que mucha gente quede en el camino, sobre todo la más humilde y con menos recursos”.
Los datos también cuestionan los recortes del vademécum de enero, medida que obligó al Ministerio de Salud a dialogar con las ONG y las sociedades científicas durante febrero. Una de esas reuniones fue con Unidos por el Cáncer, en representación de 87 organizaciones del país: “Conversamos sobre las dificultades que afectan a nuestros beneficiarios, cómo se incrementan las demoras de acceso al tratamiento y señalamos los procedimientos, procesos y requisitos que deberían repensarse –repasaron–. Ofrecimos colaborar para brindar la información necesaria a los pacientes e identificar los espacios donde se detectan fallas en el sistema. Expusimos nuestra preocupación por la inequidad que observamos por locación del paciente, por centro tratante y cobertura, así también como por las diferencias en los distintos vademécums”.
“¿Por qué recortaron medicación que es de primera línea de tratamiento y era solicitada en el banco nacional de drogas? –planteó Hacker–. Algunos pacientes lograron que el Ministerio de Desarrollo Social les entregue la medicación, pero ¿qué sucedió con los otros pacientes? ¿Encontraron alguna manera de acceder a la medicación que les corresponde? Nadie tiene respuestas”.
Un relevamiento de la Fundación Natali Dafne Flexer, de ayuda a los niños y adolescentes con cáncer, que se presentó en el último congreso virtual de la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica permitió conocer que, entre el 1 de marzo y el 30 de agosto de 2020, aumentó un 80% la cantidad de pacientes pediátricos con problemas para acceder a los medicamentos, mientras que los pedidos de asistencia a la entidad crecieron un 116%.
“La pandemia afectó significativamente el acceso a los fármacos, lo que se ve claramente en el aumento de los pacientes que solicitaron asistencia y en el aumento exponencial del trabajo necesario para acceder a las drogas antineoplásicas convencionales o de soporte –señaló el equipo a cargo del estudio–. Esto describe las transformaciones que soportaron las instituciones en el modo de atender a los pacientes y los procedimientos que deben seguir para obtener los medicamentos. La ayuda brindada por las ONG fue esencial para garantizar el acceso a las terapias”.
Menos presupuesto
En 2020, por la pandemia, el Gobierno redujo un 85% la inversión en políticas contra el cáncer, de acuerdo el informe “¿Cuánto y cómo invierte el Estado argentino en políticas oncológicas? Análisis presupuestario de la última década” de la Fundación Directorio Legislativo. Ahí se detalla el destino de unos $2961,6 millones, incluida la cobertura de medicamentos.
“Si bien el banco nacional de drogas oncológicas informa la cantidad de pacientes asistidos y de tratamientos entregados, la publicación de otros indicadores relevantes, como la demora en la entrega de los medicamentos y la demanda insatisfecha, permitiría realizar una evaluación más precisa y completa de su funcionamiento”, apuntó Daniela Gilardoni, responsable de Proyectos del Área de Ciudadanía e Instituciones de Gobierno de Directorio Legislativo.
En noviembre, cuando se conocieron esos datos, el Ministerio de Salud respondió a este medio que tenía en proceso la compra de 101 medicamentos oncológicos y estaba implementando “un servicio de logística para empezar a entregar en destino la medicación solicitada por las jurisdicciones” al banco nacional.